Peonetas de Coca Cola esperan que Corte Suprema confirme fallos por subcontratación abusiva

Los más de 800 trabajadores subcontratados de la Embotelladora Andina agrupados en la Federación Nacional de Peonetas de Coca Cola (Fenasipec) esperan que este viernes 29 la Corte Suprema confirme dos fallos anteriores que condenan a la empresa del Instituto de la Felicidad por prácticas abusivas en su forma de trabajo y obligue a la embotelladora a contratarlos, poniendo fin a lo que consideran una serie de prácticas abusivas.

El proceso comenzó inicialmente en el juzgado de letras de San Miguel el año 2008, después pasó a la Corte de Apelaciones: en ambas instancias la justicia falló a favor de la asociación de trabajadores, pero la empresa acudió en última instancia a la Corte Suprema, donde los peonetas se jugarán sus últimas fichas.

El conflicto es sencillo: los peonetas actualmente no son reconocidos como trabajadores directos por embotelladora Andina a pesar de que cumplen una serie de condiciones que ellos creen deberían bastar para que -como ya sucedió en las dos instancias anteriores- el máximo tribunal establezca que la figura de subcontratación no aplica en este caso y los afectados deben ser incorporados a las nóminas de Andina.

Según Guacolda Salas, la abogada representante de los peonetas “Andina está violando el código del trabajo en tres artículos, en lo referente a la definición de empresa, la simulación contractual y la subcontratación. La embotelladora dice que las empresas de transporte que subcontratan a los peonetas son otras empresas, pero en rigor, Andina es dueña del 99% de Transportes Andina Refrescos. Eso te demuestra que la supuesta subcontratación es tan solo una simulación”.

Según datos de la Fundación Sol, actualmente hay en Chile 920 mil trabajadores tercerizados que representan el 16,7% del total de asalariados. Hace 2 años, este grupo representaba el 11,6% de los asalariados. Por otra parte, en los 25 meses que van del gobierno de Piñera y amigos, se han creado 498 mil empleos asalariados. Sin embargo, el 72% de esta variación corresponde a alguna modalidad de tercerización: subcontratación, servicios transitorios y suministro de personal y enganchadores. Esta cifra sin embargo llega al 94,1% para el caso de la variación de las asalariadas mujeres.

Baños para subcontratados

Gerardo Foquett, uno de los dirigentes de Fenasipec trabaja efectivamente para transportes Transwell, una de las empresas subcontratistas que presta servicios a la embotelladora. Según él, “para que un trabajador sea reconocido como parte de una empresa, tiene que participar en el ciclo de producción. En el proceso de las bebidas, hay una empresa que hace el producto, otra que lo pone en la botella, otra que pega las tapas, otra que la carga en los camiones; y para Andina ahí se acaba el ciclo. Pero la verdad, es que los peonetas lo terminamos”.

Entre las funciones de un peoneta están transportar y entregar los productos desde la fabrica hasta el punto de venta. Adicionalmente, recibe el dinero en efectivo o cheque de pago y lo deposita a nombre de embotelladoras Andina.

Foquett comenta que “la empresa se desentiende de nosotros argumentando que no formamos parte de la cadena productiva. Pero cualquiera que conozca el trabajo de un peoneta, sabe que eso no es efectivo”.

A juicio del abogado laboral Mauricio Llanos: “La condición de trabajadores directos de la empresa está determinada por la situación de hecho. Si la embotelladora tiene a los peonetas trabajando directamente dentro del camión y reciben ordenes directas de esa empresa, entonces esa subcontratación no es válida y cae en la ilegalidad”.

Una de las principales demandas de la Fenasipec consiste en establecer igualdad de sueldos para todos lo que efectúan el mismo oficio, evitando que mientras algunos peonetas tengan una remuneración aproximada de 400 mil, otros apenas lleguen a los 200 mil.

El trabajo del peoneta, no está exento de riesgos, ya que ellos tienen que depositar en camiones Brink el efectivo que reciben de los clientes de Andina. El dirigente de Fenasipec explica que “como llevamos en nuestras manos la plata al salir de la botillería de una población, tenemos alto riesgo de asalto. Incluso hay casos de muertes de trabajadores que estaban defendiendo la plata de embotelladora Andina. Uno en esto se juega el pellejo por la empresa, pero ni siquiera te reconocen como trabajador directo”.

Pero Foquett va más allá, relatando las condiciones indignas en que trabajan algunos subcontratados “No es justo que los trabajadores subcontratados no puedan usar el baño de una empresa y tengan que ocupar un baño químico o que no puedan comer en el casino y tengan que comer afuera. Eso se da para tratos vejatorios”.

Otro factor de riesgo laboral de los peonetas está en el hecho de que todos los días tienen que carga cajas de botellas por un peso total de media tonelada. Con está carga de trabajo, los peonetas sufren enfermedades como lumbago. Guacolda Salas explica que “si los peonetas fueran empleados directos de Andina, la embotelladora tendría que hacerse cargo de su salud. Pero simulan la subcontratación para desconocer sus obligaciones legales como empleador”.

Dudas sobre la justicia

La batalla legal entre los trabajadores y Andina comenzó en el 2008, al poco tiempo de que se promulgara la Ley de Subcontratación, cuando Fenasipec presentó una demanda en el juzgado de letras de San Miguel por prácticas abusivas. La corte falló a favor de los peonetas, pero la embotelladora apeló y llevó el asunto a la Corte de Apelaciones.

Tras una nueva victoria para los querellantes, Andina tocó las puertas del Tribunal Constitucional. El abogado Mauricio Llanos comenta que “una causa laboral nunca debería llegar hasta el Tribunal Constitucional donde presentó un requerimiento de inaplicabilidad, señalando que la ley de subcontratación tenía un vacío legal. Foquett explica que “Andina quería decir que la ley estaba mal hecha. Pero eso no tenía sentido. El tribunal rechazó el requerimiento”.

Pese a esto, Andina volvió a acudir a la justicia, llevando el litigio a la cuarta sala de la Corte Suprema, que emitirá un fallo el viernes 29. Aunque los tribunales le han dado la razón a los trabajadores, sus dirigentes desconfían de lo que pueda pasar en el máximo tribunal debido a una serie de antecedentes que pondrían al presidente de la sala, Patricio Valdés, en tela de juicio. Especialmente su pasado como representante patronal.

Valdés fue gerente general de la Sofofa en 1979, en 1985 fue director de la AFP Concordia, en 1988 fiscal de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) y también fue representante de los empresarios chilenos ante la Organización Internacional del Trabajo.

Por eso, los peonetas no se confían. “Como Fenasipec, consideramos que con este curriculum Valdés no cumple las condiciones para juzgar un conflicto entre una empresa grande y los trabajadores. Siempre ha fallado a favor de las empresas. Es un cabrón que en varias ocasiones se ha cagado a los trabajadores”, explica Foquett.

Y aún cuando el fallo fuera negativo para los trabajadores, desde ya aseguran que no están dispuestos a rendirse. Foquett comenta que si la Corte favorece a Andina, están dispuestos a llegar incluso ante la Corte Interamericana. Guacolda Salas considera que a nivel internacional existe un precedente importante: “Los peonetas de Alemania, consiguieron ganarle a la Coca-Cola la misma demanda que nosotros estamos efectuando”.

The Clinic Online intentó contactarse con embotelladora Andina, pero la empresa no quiso emitir declaraciones.