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Opinión

29 de Septiembre de 2012

Las cartas de amor de Goebbels

La correspondencia que el ministro de propaganda nazi enviaba a sus enamoradas se subastará. Las cartas no solo revelan sus aventuras amorosas, también demuestran que era un tirano en potencia, especialista en tácticas de seducción que luego utilizaría con el pueblo alemán.

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Fuente: Arcadia

Goebbels fue un Don Juan. Su aventuras amorosas eran bien conocidas, por escandalosas e indebidas. Siempre quiso separarse de su mujer, Magda, pero Hitler nunca se lo permitió, pues su divorcio sería nefasto para la imagen de los nacionalsocialistas. El Führer incluso obligó a Goebbels a separarse de su amante y decretó que el matrimonio continuara y que Magda siguiera representando el papel que ella misma había escogido de esposa y madre alemana ejemplar.

Aunque Goebbels no era atractivo, si era poderoso y con su impresionante capacidad oratoria, con la que igualmente ganó masas para la causa nazi, siempre conquistó mujeres, entre las cuales se encontraban famosas actrices y cantantes de la época.

Cartas y poemas

La prueba de sus dotes como conquistador la tenemos ahora en la colección de cartas de amor de juventud que una casa de subastas de Connecticut, Alexander Historical Auctions, planea vender el 27 de septiembre en Stamford.

Las cartas, además de amoríos, revelan características de la personalidad de Goebbels, que tanta influencia llegaría a tener en la Alemania del Tercer Reich. Además, las misivas dan una visión de las artes de engatusamiento que Goebbels ensayó con jovencitas universitarias y después aplicaría a la seducción ideológica de toda una nación.

Bill Panagopulos, presidente de la casa de subastas, sostiene que esta colección de cartas “muestra cómo este simple estudiante universitario, tímido y enamorado, encontró en la radicalización una forma de destacar en su entorno, dando alas a su romanticismo hasta despegarse del sentido de la realidad, pero con un efecto evidente sobre sus objetivos”.

Además de las cartas, también se subastarán trabajos universitarios, ensayos escolares “y mucha información para alguien que quiera escudriñar en la mente de este hombre que se convirtió en un lunático”, explica Panagopulos.

Aunque las cartas son reveladoras y pueden ayudar a entender uno de los cerebros más importantes detrás del movimiento nazi, la subasta no ha sido bien recibida por todos. Las asociaciones de supervivientes del nazismo consideran que este tipo de documentos deberían ser donados a instituciones históricas de investigación sin objetivo de lucro y advierten que en una subasta abierta corren el peligro de caer en peligrosas manos.

Algunos consideran que estas cartas en realidad no aportan muchas novedades, pues para todos era un hecho conocido que Goebbels fue un hombre enamoradizo. En su diario personal, incluso, dejó constancia de la más fatal de sus atracciones, su proceso de enamoramiento de Hitler, al que terminó sirviendo con auténtico y sincero fervor. “He estado hablando con él durante tres horas y es capaz de hacerme dudas de mis propias opiniones. No estoy de acuerdo, le hago preguntas y él me devuelve respuestas irresistibles. Lo amo”, escribió.

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