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Opinión

14 de Diciembre de 2012

Jorge Selume: Eugenio Díaz “actuaba como un operador político” de las universidades privadas

Jorge Selume es presidente de la Región Andina de Laureate, el holding de educación superior más grande de Chile. Laureate es dueña de las universidades Andrés Bello (UNAB), Las Américas (UDLA) y Viña del Mar, además del instituto profesional AIEP. En la entrevista realizada por Ciper Chile, Selume entrega detalles de cómo se inició y se desarrolló su relación con Eugenio Díaz, ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), y hace una profunda critica al sistema educacional. Para acotar las zonas de duda, que el caso Díaz ha extendido por todo el sistema, Selume señala cuales son las acreditaciones que a él le parecen “increíbles”. En su lista figuran los cinco años que recibió la Universidad Autónoma, de propiedad del ministro de Justicia Teodoro Ribera.

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Entrevista de Ciper Chile

-Uno de los correos que Eugenio Díaz le envió a usted dice así: “Estimado Jorge: el próximo miércoles se verá el IP Escuela Moderna de Música. Yo debo inhibirme, aunque no haya una estricta inhabilidad legal. El informe está bueno. Los relatores internos (la opinión de ellos es muy importante) son –por favor esto es confidencial- Rodrigo Alarcón y Octavio Henríquez. Ya hablé con Rodrigo Alarcón y estoy llamando a Octavio. También hablé con Emilio (se refiere a Emilio Rodríguez que por entonces presidía la CNA) y la Sally (Sally Bendersky, en ese momento jefa de la División de Educación Superior y representante del gobierno en la CNA), y hablaré con Pedro Corona y Roberto Careaga (consejero que había sido electo por los Institutos Profesionales). Creo que sería bueno que tú hablaras con Rodrigo para afirmarlo. Estoy pidiendo que se jueguen por cinco años aunque conociendo a mi comisión me sospecho o me temo que la discusión será entre 3 y 4. Pídele a Rodrigo (Rodrigo Alarcón, ex presidente ejecutivo de la Corporación Santo Tomás S.A. y representante de los CFT), que se juegue por cinco. Aunque no estaré en sesión estaré encima de la decisión. El martes los repasaré a todos. Cordialmente, Eugenio”. El tenor de ese mensaje indica cómo Díaz trabajaba para usted en la CNA.

No es así y se lo voy a explicar. Para eso debo contarle la historia tal como fue. Lo primero es cómo conozco yo a Eugenio Díaz: en el estadio.

-Porque ambos son de Colo-Colo, ¿no es así?

Yo soy colocolino de toda la vida y fanático del fútbol y Eugenio Díaz también es colocolino. Y cuando me metí a Blanco y Negro, lo conocí más, porque él se sentaba cerquita mío en el estadio. El iba casi siempre junto a su nieto. Recuerdo que conversábamos en el entretiempo con él y con otra gente que también conocí en el estadio. Y así fue durante dos años hasta que un día él me dijo: “Mira, yo trabajo en la UNIACC, me estoy yendo de ahí y me gustaría irme a alguna universidad privada. Me encantaría trabajar en la Andrés Bello”. Después, me llamó de nuevo y luego fue a mi oficina para entrar más a fondo en el tema. Él trabajaba en la Facultad de Derecho de la UNIACC.

-¿En qué fecha le hizo ese ofrecimiento?

A fines del 2008. Y yo venía desde el 2007 hablando con él y no sabía lo que hacía.

-¿Resulta difícil creer que usted, por la actividad que ejerce en el Grupo Laureate, no sabía que Eugenio Díaz era entonces consejero de la CNA?

La verdad es que yo no estoy ciento por ciento metido en esto y lo cierto es que así fue. En la conversación que tuve con él, en que yo le hice muchas preguntas, me demuestra -y yo se lo compro todo- que es un gran experto en el proceso de aseguramiento de calidad, no solamente universitarios, sino de todos los ISOS, todo lo que es proceso de calidad en las empresas. Y yo quedé convencido de que Díaz era un experto, aunque ahora… no sé. El me dijo, incluso, que si en Chile había que elegir a los tres mayores expertos, él estaba entre ellos. Hablé entonces con Rolando Kelly, que era el rector de la UNAB, y le digo que se me acercó Eugenio Díaz, lo que propone y que él dice que no hay incompatibilidad legal entre su cargo y este trabajo. También le dije de inmediato que no como académico de la Facultad de Derecho de la UNAB (se refiere a contratarlo), por ningún motivo, que no gaste tiempo, porque no tiene los pergaminos para ello. Le conté toda la conversación que había tenido con Díaz a Kelly. En ese momento nosotros estábamos con un problema de aseguramiento de la calidad al interior de la UNAB

-¿Qué tipo de problemas tenían en ese momento?

Todo el tema de la acreditación institucional estaba muy sólido, pero no así la acreditación de las carreras. No teníamos cultura en nuestra universidad para ello y cada vez que se acreditaba una carrera la escuela se paralizaba con la autoevaluación. Estábamos haciendo mal la pega. Por ejemplo, Kinesiología, que para nosotros era una carrera estrella, salió no acreditada, siendo que merecía tener cinco años de todas maneras porque era de lujo, muy bien montada. Además, en este rubro de las acreditaciones no hay mucha gente. La persona que usted me nombre tiene un conflicto de interés potencial. El nombre que me dé yo le digo de inmediato el conflicto de interés. Desde María José Lemaitre…

-Según usted, ¿cuál es el conflicto de interés de María José Lemaitre?

Con Iván Lavados, colocando a su marido Raúl Atria entre los pares evaluadores. Moisés Silva tenía una cátedra con nosotros… No hay opción. ¿A quién quiere que contrate para el aseguramiento de la calidad en la UNAB? Quiero que me de un nombre en que usted me asegure que no tiene conflicto de interés. Son muy escasos. Es cosa de sacar la cuenta: si hay 60 universidades y hay que acreditar 40 carreras por universidad, son 400 carreras que hay que acreditar. ¡Dónde están los académicos impolutos para hacer esa pega en Chile!

Lee la entrevista completa en Ciper Chile

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