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Cultura

8 de Febrero de 2013

K-drama: El aterrizaje de la telecebolla coreana a Patronato

Las teleseries coreanas llegaron a Chile el año pasado, y hoy el negocio da para venderlas en DVD. En Antonia López de Bello 246 un pequeño local ofrece los mejores títulos del género, en versiones con y sin subtítulo, además de tazones y libretas con los galanes de las teleseries. Mi, la dueña, adelanta que las mujeres prefieren las teleseries coreanas porque los personajes de ojos rasgados se demoran más en llegar a la cama que las teleseries chilenas.

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Caminando por Antonia López de Bello, casi llegando a Patronato, se encuentra una tienda llena de DVD’s con lo mejor del drama coreano. K-drama, un pequeño local lleno de cajas de discos y posters de las estrellas coreanas de la telenovela.

Mi atiende la tienda desde noviembre del año pasado. Ofrece teleseries subtituladas al español y otras sin subtítulos, guardadas en cajas blancas con su descripción en coreano. De hecho, Mi vende teleseries para coreanos en Chile desde hace cinco años. Las traía desde Corea del Sur y las arrendaba en la comunidad. Pero todo cambió cuando la televisión chilena comenzó a emitir dos teleseries que fueron un éxito: El Jardín Secreto en Mega, teleserie que ganó diversos premios por el guión y la dirección en su país, y Boys Before Flowers, en el mismo canal.

Boys Over Flowers llegó con el nombre de “Casi en el Paraíso”. Cuenta la historia de una joven humilde que llega a estudiar a un colegio donde va el 1% de la sociedad coreana. Allí hay un grupo conocido como los F4, por la semejanza de cada uno con una flor, los que le hacen la vida imposible a sus compañeros. La teleserie fue furor en Chile e hizo conocido a Lee Min Ho, un actor que acá sería equivalente a un galán de teleserie. Como Jorge Zabaleta, o los actores de Pobre Rico.

De hecho, Mi cuenta que la popularidad de Lee Min Ho hace que las teleseries protagonizadas por él sean las más pedidas. “La gente viene a preguntar por él, por Boys Before Flowers, y ahí se llevan otras donde ha actuado, como Personal Taste o Face”.

Las teleseries de las que habla Mi están en el mostrador con las carátulas. Esas son las teleseries para los chilenos, que muestran a los actores e indican los subtítulos. En la tienda entra un hombre de unos treinta años acompañado de una mujer a mirar, pero dice que ya ha visto todas esas teleseries. Luego entra un niño que usa lentes Ray-Ban de cuneta, con el pelo levemente aclarado y un peinado similar al que usa Lee Min Ho a preguntar por películas, pero Mi no vende películas. Mezcla las teleseries con algunos recitales de K-Pop, y merchandising de las bandas, como tazones de Big Bang, uno de los grupos más importantes del pop coreano, o CN Blue, SHINee O Super Junior. Y de los actores, destacan las libretas de Min Ho y los llaveros que llevan su cara. Las libretas salen cuatro lucas y los llaveros, mil.

Las teleseries que venden mi se conocen como “doramas” entre la gente joven. Es decir, series de imagen real, no dibujada. Los doramas pueden conseguirse fácilmente en Internet. Pero para mujeres de 30 años y más, la opción es el DVD, y ese es el público al que apunta Mi.

“Las señoras conocieron a Corea por la tele, y varias que viero Boys Before Flowers vienen a preguntar” cuenta Mi. “Las teleseries coreanas muestran las costumbres del país y eso le ha gustado a la gente” agrega. Mi cuenta también que la diferencia de las teleseries coreanas con las chilenas tiene que ver con la manera de tratar el romance. “Una señora chilena me contó que en las (teleseries) chilenas se juntan muy rápido y muestran mucha cama, no es tan agradable. Pero en las teleseries de Corea todos son muy educados, son más románticas. Puede verlas con su hija. Son más familiares” aclara Mi.

Mientras una tele pantalla plana emite Hotelier, una teleserie sobre personal de un Hotel. El drama y el romance parecen ser la tónica de las teleseries que se exportan desde Corea. Teleseries para ver después del almuerzo, para mujeres aburridas de tantas escenas de sexo que prefieren el ritmo del romance de antaño. Mal que mal, el drama se escribe igual aquí o en el otro lado del mundo.

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