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Opinión

1 de Marzo de 2013

Un viagra para el festival, porfa

Me carga conocer gente nueva. No porque sea shúperantishoshial y prefiera leer a Proust bajo el shol. Pero cada vez que conozco a alguien nuevo, llega, inevitablemente, el momento en que tengo que hacer una terrible confesión. En alguna parte de la amistad o conversa o jolgorio o el buenondismo, alguien sale con una frase […]

Candelaria Dominguez
Candelaria Dominguez
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Me carga conocer gente nueva. No porque sea shúperantishoshial y prefiera leer a Proust bajo el shol. Pero cada vez que conozco a alguien nuevo, llega, inevitablemente, el momento en que tengo que hacer una terrible confesión. En alguna parte de la amistad o conversa o jolgorio o el buenondismo, alguien sale con una frase marciana y yo me hago la loca.

Un “chusma, chusma” o un “acúsalo con tu mamá” me dejaban mirando con la indisimulable cara de idiota que me es tan natural. Con el tiempo las fui incorporando, pero cada vez que lograba racionalizar que esas frases pertenecían al Chavo del ocho, salían los “presente, querido profesor” y los “no me simpatizas”. O los “me hierve la cabeza” de Carrusel. Y todos se reían por la talla y yo, que nunca he sido muy buena para pasar piola con mi cara de hueona ignorante que soy, me veía obligada a preguntar de dónde era la frase. Frente a las caras de sorpresa infinita, venía la confesión: “Ya, es que mi mamá no me dejaba ver el Chavo del Ocho… ni Carrusel… ni Pin Pon”. Y eso, en vez de dejar a la gente tranquila, genera más dudas que la chucha.

Mi mamá no me dejaba ver Pin Pon porque el Jorge Guerra era comunista. No porque militara ni nada, pero cualquier exiliado, retornado, jipi, lana, concertacionista y hasta el más amarillo de los amarillos (holatíoPatoAylwin), para mi mamá es comunista. Entonces yo cantaba “Pin Pon es un muñeco…” pero me imaginaba a cualquier muñeco común y corriente.

No contenta con eso, mi mami también me prohibió el Chavo del ocho y Carrusel. El Chavo porque vivía en una población, entonces era cuma. No, mi mami nunca diría “cuma”. Dice ordinario y picante. Y como ella se cree europea, todo lo latinoamericano era ordi. Y eso incluía Carrusel. En cambio, podía ver cosas de niñas de bien, como la Pequeña Lulú y Ángel.

Entonces en mi casa no se escuchaba mucha música latinoamericana. O sea, estaban los Cuatro Cuartos y Los Huasos Quincheros. Ahora que me acuerdo, mi papá escuchaba Sui Generis. Pero Sui Generis es como para hueones que nunca fueron capaces de interpretar un poquito más allá las canciones y siempre pensaron que era un grupo así súper romántico. Excepto quizás con Botas Locas, donde las referencias antimilicos son re obvias. Por eso a tanto facho le gusta Charly y Nito, pero nicagando Charly de solista. (Charlyteamoconmialmaylocura).

Y dentro de toda la picantería latina, Los Prisioneros eran lo ordi de lo ordi. Una vez, en los ’90, íbamos en el auto y empieza a sonar Sexo. Y mi papá se pone a alegar de que estos hueones ordinarios, rascas, lo único que saben cantar los comunistas es de sexo porque se creen súperchoris, aarrgg! Así con rabia. Así cachando nada de la canción.

Así que el Festival de Viña nunca me ha llamado mucho la atención. Sí, igual fue súper emocionante cuando los 31 Minutos dejaron la patá y todos bailaban y máximo de sintonía del mundo mundial (Peiranodameunhijo!!). Pero en mi casa nunca nos reunimos frente al televisor a cantar con Bosé, mi mamá siempre alegaba que lo único que se veía en la tele es el Festival y me importó una raja cuando se fue Vodanovic.

Y eso igual fue charcha, porque yo les juro que en mi esfuerzo adolescente por conectarme con el abajismo y el neosocialismocapitalista, me hice una autoterapia a lo Naranjamecánica de Silvio Rodríguez, Inti, Víctor y Violeta. Después vino la segunda etapa con Chayanne, Selena, Gloria Trevi y Celia Cruz.

Pero nada funcionó. El adoctrinamiento mental digno de Pavlov de mi mami me la ganó. Nunca quise al Festival, nunca le hallé la gracia. Y les re juro que no es que yo odie del Festival y sea de esos hueones alumbráos que siempre tienen algo que criticar, les juro que yo me esfuerzo. Igual canté caleta con Miguelito Bosé, y me río de las estupideces que habla la Eva, y de que Chilevisión trate de ser tan fino y elegante y sean tan, pero tan re cumas con sus hueás de vestidos y galas. Pero más allá de eso, nada. Disfunción eréctil festivalera total. Por eso, con total honestidad y preocupación les pregunto, amiguitos, ¿qué chucha le encuentran al festival?

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