Famoso director chino podría enfrentarse a una millonaria multa por tener siete hijos

Zhang Yimou, el director más famoso de China gracias a películas como «Sorgo rojo», «La linterna roja», «Vivir» y «Héroe», está siendo investigado por tener al menos siete hijos. Así lo informa el «Diario del Pueblo», órgano oficial del Partido Comunista, que indica que el realizador podría enfrentarse a una multa de 160 millones de yuanes (19,8 millones de euros) por haber violado la política de hijo único vigente desde finales de los 70 para controlar la superpoblación.

La Comisión de Población y Familia de Wuxi, en la provincia oriental de Jiangsu, ya ha abierto una investigación después de que el periódico «Noticias Vespertinas de Chongqing» publicara el miércoles que Zhang Yimou, de 63 años, había tenido dos varones y una niña con la actriz Chen Ting, de 32, antes de registrar su matrimonio en dicha ciudad en 2011. A tenor de este medio, los tres hijos habrían nacido en 2000, 2004 y 2006.

A estos habría que sumar la hija que tuvo en su primer matrimonio con Xiao Hua, de quien está divorciado, dos niñas más nacidas de una relación con otra mujer y un hijo de otra pareja. Así se lo han desvelado al citado periódico «conocidos» de la actriz Chen Ting, antigua alumna de la Escuela de Arte Dramático de Pekín que conoció a Zhang Yimou durante las pruebas para una de sus películas.

Despecho
El romance entre ambos saltó a la Prensa del corazón china en marzo del año pasado, cuando la actriz He Jun, que no consiguió un papel en la última película del director («Las flores de la guerra»), aireó que Zhang Yimou y Chen Ting tenían tres hijos.

Siguiendo con estos rumores, algunas informaciones en internet apuntan a que el prestigioso realizador le habría comprado a su esposa una villa valorada en diez millones de yuanes (1,2 millones de euros) para que pudiera vivir en ella junto a sus hijos y sus padres.

Pero, al margen de estos chismes, la prolífica paternidad de Zhang Yimou ha vuelto a abrir el debate sobre la política del hijo único y los privilegios de los que gozan los ricos y poderosos para burlarla. Aunque el autoritario régimen chino admite ciertas excepciones para que las familias puedan tener dos vástagos, por ejemplo si ambos padres son hijos únicos o si una pareja de campesinos tiene primero una niña, dicha prohibición afecta a la mayoría de la población, sobre todo a aquéllos que no tienen dinero para pagar las multas por quebrantarla.

No es el caso, desde luego, de Zhang Yimou, que ha pasado de ser el «enfant terrible» del cine chino y ganar premios en los festivales de Cannes, Venecia y Berlín a dirigir un tipo de superproducciones que destacan más por su espectacular factura técnica que por su contenido.

Aunque su película «Vivir», gran triunfadora en Cannes en 1994, fue prohibida por la censura por su retrato crítico del Partido Comunista chino, Zhang Yimou se reconcilió con el régimen y acabó dirigiendo las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.