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Opinión

3 de Febrero de 2014

Con las patitas frías

Las liebres corren encendidas por el cerro lo acabo escuchar en la Cooperativa y extienden el incendio por el cajón del Maipo ¿se imaginan las liebres incendiando arbustos por el campo? / un niño de quince años en Afganistán explotó abrazado a su compañero suicida lleno de bombas ahora es un héroe su familia está […]

Claudio Bertoni
Claudio Bertoni
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Las liebres corren encendidas por el cerro lo acabo escuchar en la Cooperativa y extienden el incendio por el cajón del Maipo ¿se imaginan las liebres incendiando arbustos por el campo? / un niño de quince años en Afganistán explotó abrazado a su compañero suicida lleno de bombas ahora es un héroe su familia está orgullosa y feliz porque fue tan generoso una niñita con las patitas frías tuvo la misma experiencia no pudo cruzar el río llena de bombas su hermano la retó y cuando llegó a la casa su papá más encima le pegó ¿qué habría hecho uno se pregunta Alá o al menos Mahoma su profeta? / cambiemos de barco llevo diez años con depresión es algo difícil de soportar acabo de encerar todo el segundo piso con Eugenio lavamos las ventanas y por la ventanita del baño vimos a los vecinos coincidentemente irakíes celebrando un asado la semana pasada hubo tres mil 500 muertos resultado diez carros bombas llenos de jamón y gelatina los heridos se cuentan con los dedos de los pies de los muertos de diversa consideración cuando llega un hombre bomba o carro bomba siempre me preocupo por los heridos de diversa consideración me pregunto por los heridos de diversa consideración porque ¿se imagina usted la diversa consideración que puede llegar a tener lugar en la herida de un herido de diversa consideración? Yo no me lo quiero ni imaginar prefiero volver al segundo piso con el Eugenio y seguir encerando la pieza para que venga mi casi centenario padre en febrero a disfrutar de su cama que es la misma que yo usaba cuando vivíamos en Ramón Carnicer y en Toledo a tres casas de Onofre Jarpa fundador del partido nacional ídolo por esos días de los brigadistas de la Rolando Matus asociación ilícita de anticomunistas furibundos pero muy bien vestidos y mucho mejor educados en sus motos iban y venían como los Ángeles del Infierno en California pero en chaquetas de lino y cascos de baquelitas como los autitos que tenían los bisnietos de mi casi centenario padre almuerza y come sin parar ni abrir la boca en Concón es tal su desconcierto que no duerme que no come ni sonríe no se lava los dientes no se levanta no despierta ni de día ni de noche lo único que hace es sufrir como yo sufro con esta depresión que mi siquiatra califica de experiencia iniciática pero que experiencia iniciática ni ocho cuartos un niño de ocho años cubierto de bombas y una niñita de 15 cruzando el río de hielo para huir de la locura fundamentalista de su padre así es como yo me siento con esta depresión que no me deja hueso bueno que no me deja ni leer en calma el Malestar en la Cultura del gran Sigmund Freud en la mesita del café-tabac una depresión tan mala persona que me hace incluso despertar y verla cara a cara durante media hora no sé si desnudar mi torso para ponerme un gel anti dolor costillas o hundir los pies buscando un calcetín al fondo de la cama o lavarme la cara o sacar las galletas de agua sin sal del botiquín o salir en pijamas ir donde mi hermana no encuentro a nadie abro el refrigerador y saco leche descremada y una tajada de pechuga de pavo cocida para vivir mucho años no me quedan pero esperanzas mucho menos y tú no ayudas mucho tampoco, diciéndome la verdad, tell me lies mejor, como James Taylor le pide a su polola, but hold me tight.

Claudio Bertoni 13 enero 2014

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