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Opinión

13 de Marzo de 2014

Pepe Mujica Superstar: “Hay que tener el coraje de castigar impositivamente la acumulación desenfrenada”

El presidente más aplaudido y popular de América Latina dejó un discurso a tablero vuelto en el Salón de Honor del ex Congreso de Santiago, que enamoró a los presentes y en el que abogó por no dejarse llevar por el "hipercapitalismo" y comenzar a apreciar el tiempo y "el milagro de la vida". "Hay que tener el coraje de castigar impositivamente la acumulación desenfrenada y aunque no nos den pelotas, hay que plantearlo y pelearlo", señaló.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
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“Me tienen un poco abrumado”. La primera frase que dio ayer José Mujica reveló cómo sería el conversatorio del Mandatario ante un repleto Salón de Honor del ex Congreso y donde Pepe dio rienda suelta a los suspiros de los seguidores que en respetuoso silencio escucharon cada una de las máximas del presidente uruguayo.

Tras los agradecimientos por el cariño y los aplausos, vino el monólogo. Sin despegarse de la silla y con un look parecido al que criticaron en Valparaíso al diputado Gabriel Boric, Mujica, en treinta minutos definió la política como el arte para hacerse cargo de los problemas de toda la humanidad.

“Hay que tener el coraje de castigar impositivamente la acumulación desenfrenada y aunque no nos den pelotas, hay que plantearlo y pelearlo”, señaló, luego de explicar el ejercicio político no era una profesión sino que una pasión para abocarse a la lucha social para defenderse de una “lucha despiadada de intereses económicos”.

“Como nos toca vivir tiempos de hipercapitalismo, como todo se transforma en mercadería, como todo es comprable, como todo es vendible, también se abraza la política y se juzga la política con criterios de mercado y hay una respuesta sorda a las masas, esa respuesta sorda no cree en la política”, dijo el visitante más popular del cambio de mando, desatando un vendaval de aplausos en el hemiciclo santiaguino.

Ante la mirada de la presidenta del Senado, Isabel Allende, y otros parlamentarios, activistas, dirigentes estudiantiles y fans de todas las edades, el Mandatario “diferente” de Latinoamérica adujo que hay gente que adora la plata y se mete en la política, “si adora tanto la plata que se meta en el comercio, en la industria, qué haga lo que quiera, no es pecado, pero la política es para servirle a la gente”.

“No es que se pueda ser desinteresado, no hay ser viviente que sea desinteresado, hay una cuota dentro de nosotros que así nos mandata. La vida es el juego de solidaridad, de fraternidad. A la alta política le interesa ese cariño de la gente, algo que se transmite, que no tiene precio y que no se compra en el supermercado”, dijo.

El jefe de Estado aseguró que sus definiciones no son una “pose poética, sino que un cálculo fríamente materialista, no esclavizar la vida por cuestiones materiales para tener el mayor margen de libertad y tiempo de la vida, para gastarlo en las cosas que a uno lo motivan”.

“El ser sobrio es un cálculo bien premeditado, tener tiempo para ser libre y entonces no te dejes afanar la vida, no te dejes transformar en un esclavo, no te acostumbres a vivir a costillas de los otros”, dijo apuntando a los presentes, que no hicieron más que aplaudir y vitorear cada una de las frases del Mandatario.

Mujica concluyó advirtiendo que “nos llenamos la boca con el libre comercio y hay como 300, 400 tratados de libre comercio que no los entiende ni Mandrake”, desatando risas de todos los presentes, que no se movieron del asiento hasta el último aplauso, de pie, al ex guerrillero.

“Con una expansión brutal de las fuerzas productivas, con una acumulación de capital y de conocimiento como no ha habido en toda la historia de la humanidad, crece la pobreza, pero más crece la desigualdad. Eso rompe los ojos, la humanidad tiene recursos para hacer cosas grandiosas”, señaló al final, poco antes de recibir diversos regalos y la firma comprometida del Partido Socialista chileno de apoyar su candidatura al Premio Nobel de la Paz 2014.

“Si me lo gano mando a hacer unas casas para mujeres pobres”, dijo después en otra de sus intervenciones, en la CEPAL, donde volvió a abogar por el sentido americanista que debe reinar entre Chile y sus países vecinos.

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