Claudio Venegas: “Bachelet tiene un historial que la condena en materia de política de drogas”

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Desde 2008 que Claudio Venegas viene denunciando las contradicciones, errores y “horrores” -como los llama-, de la Ley de Drogas, conocida como “la ley 20.000”, y la catalogación que se le dio a la marihuana, homologándola a otras sustancias como la cocaína o la heroína, e incluyéndola dentro de la lista I. Todo, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet.

¿Decisión política sustentada en evidencia empírica o error sin ningún respaldo técnico? Venegas sostiene que “la medida fue injustificada y nefasta, nunca hubo evidencia científica ni técnica para tomar una decisión tan importante como esa”.

Antes de la puesta en marcha de la ley 20.000 los ciudadanos detenidos por porte, consumo, cultivo o venta de marihuana alcanzaban los 6.000 al año. Una vez en ejercicio la legislación (2005), la cifra más que se duplicó y llegó a 15.000. Pero los números se dispararon desde 2008: en promedio 50.000 personas son detenidas al año en Chile por infringir la ley que considera a la cannabis como “droga dura”, según datos entregados por las policías el año 2012.

De acuerdo a Venegas, hoy existe una visión bastante consensuada en la población civil frente al error que significó equiparar a la marihuana con drogas verdaderamente “duras” y sintéticas, y ahora la discusión se dirige hacia las libertades individuales. “Los consumidores han experimentado un agravamiento público de sus actos y, lo que es peor, han sido objeto de persecución criminal”, reconoce el coordinador general de revista Cáñamo.

“Con la decisión de Bachelet de poner la marihuana en lista I, lo único que se logró fue un recrudecimiento del estigma social y público frente a su uso. Los consumidores comenzaron a ser satanizados, corría poca información y ni siquiera se podía debatir sobre su utilización terapéutica, en consecuencia que a lo largo del mundo cientos de estudios daban cuenta de sus facultades medicinales”, sintetiza Venegas.

En el programa de gobierno para el periodo 2014-2018 el equipo de Michelle Bachelet se refiere escuetamente a la modificación de la política de drogas, ha saber: “Revisaremos la ley 20.000, entregando el conocimiento de las faltas consideradas en esta norma, ya no a la justicia penal, sino a los Juzgados de Policía Local (…) Revisaremos el Reglamento que considera a la marihuana en la lista 1)”, se puede leer.

Claudio Venegas, quien junto a los demás integrantes de Cañamo y Movimental vienen haciendo llegar a las autoridades atingentes estudios y propuestas concretas al respecto desde 2007 -antes de la inclusión de la cannabis a lista 1-, se muestra desconfiado de los pasos que seguirá la Nueva Mayoría en política de drogas.

Para el activista, la actual presidenta siempre se ha inclinado por la ambigüedad en el tema, insistiendo en el revisionismo y remitiéndose a entregar “señales equívocas”. “Bachelet tiene un historial que la condena en materia de política de drogas”, lanza.

Una de las pocas señales por parte del Ejecutivo han sido los dichos de la ministra de Salud quien aseguró el pasado viernes que a “su juicio” la marihuana no cuenta como “droga dura”.

Cuatro días después, el martes, sin embargo, reconoció en un programa radial que “el tema de drogas no es parte fundamental del programa de salud de la Presidenta Bachelet”,

La salida de Florenzano y el posible regreso de un viejo conocido

Este lunes Francisca Florenzano informó que el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), emanó un decreto que establece trasladar la marihuana de la lista I a la II.

Según un comunicado de “Cáñamo” emitido el pasado domingo, el dossier que cambia de lista a la cannabis y propone su uso terapéutico fue trabajado en el verano, mientras todavía gobernaba la derecha y habría sido terminado el domingo pasado. Al día siguiente, el lunes -luego del anuncio-, el gobierno le pidió la renuncia a Florenzano por no contar con la confianza de la nueva administración.

El decreto administrativo, por tanto, aguarda en La Moneda a ser firmado por el Ejecutivo, aunque no hay certeza de aquello. “Una señal concreta sería que Bachelet firme el decreto, que es excelente por reconocer tamaño error, aunque falta mucho para tener una legislación decente”, dice Venegas refiriéndose a la voluntad política del gobierno. Cuenta que los equipos de revista Cáñamo y Movimental se hicieron parte y trabajaron en conjunto con el Senda en la elaboración del documento.

De la renunciada directora del Senda, dice que valora su actuación “basada en evidencia” -el informe desmitifica eso de “la marihuana como puerta de entrada a otras drogas”-, y la valentía con la que elaboró el decreto que espera rúbrica.

Según fuentes cannábicas, uno de los nombres que se manejan como relevo de Florenzano, es el ex Jefe del Área de Tratamiento y Rehabilitación del Conace (organismo predecesor del Senda), Mariano Montenegro, quien fue uno de los principales impulsores del paso de la cannabis a la lista I. Esto ha sido una pésima noticia para distintas agrupaciones que están por la despenalización, las que ven en Montenegro un evidente estancamiento, al menos, en la política de drogas, por reconocerlo como el ideólogo de la estructura coercitiva hacia la marihuana.