Caso O’ Reilly: Tribunal condena al cura de los Legionarios de Cristo por abuso sexual de una de las dos menores

Relatando cómo sucedieron los hechos, la titular del Tercer Tribunal Oral de Santiago, jueza María Teresa Barrientos, leyó la sentencia que condenó por abusos sexuales a una menor, ex alumna del colegio Cumbres, al sacerdote estrella de los Legionarios de Cristo en Chile, John O’Reilly, luego del caso que se siguió en su contra por los hechos que supuestamente lo vinculaban con la vejación de dos hermanas.

Al inicio de la lectura de la resolución, la magistrado precisó que el sacerdote tuvo conducta de índole sexual con una de las dos menores, de iniciales J.P.H.M.

“El tribunal ha dado por establecido por mayoría de sus integrantes, más allá de toda duda razonable, los siguientes hechos (…) O’Really resolvió realizar acciones de significación sexual mediante el contacto corporal con una alumna del colegio”, fueron las palabras de la jueza.

“El Sr. John Joseph O’Reilly, que ejercía como capellán del Colegio Cumbres, en dependencias de dicho establecimiento educacional, ubicado en camino Las Flores N° 12.870, de la comuna de Las Condes, específicamente en las oficinas de administración, procedió, a realizar acciones de significación sexual y relevancia, mediante el contacto corporal con la alumna del colegio de iniciales JPGHM, menor de edad, nacida el 29 de octubre del año 2005, consistentes en tocarle con sus manos, por debajo de la ropa, la vagina y los glúteos, lo que ocurrió en reiteradas ocasiones en los períodos que abarcaron los meses de marzo a diciembre del año 2010, y de marzo a julio del año 2012, específicamente los días miércoles y viernes, durante la jornada escolar”, agrega el líbelo, leído por la magistrado.

Por otro lado, el tribunal absolvió al cura por los abusos a la hermana de la víctima, de iniciales C.U.V.H.M., por la cual también se imputaban abusos sexuales. 

En la lectura de la sentencia, se entregaron detalles de cómo sucedieron las cosas, cuando la menor estudiaba en el colegio vinculado a la congregación que fundó Marcial Maciel.

Estos hechos fueron, según la lectura de la jueza, comprobados con el informe sicológico, y de los peritos.

Aquí fue cuando la jueza se refirió a los dulces que aparentemente ocupaba el cura para cometer los actos que le fueron imputados.

Este argumento, que ya había sido relatado por la defensa en los últimos alegatos, fue tildado como consistente por parte del tribunal.

“La participación del imputado ha quedado demostrada con las pruebas expuestas, tocaciones en su genitales y el ano”, agregó la jueza.

Al terminar de leer la resolución, la magistrado precisó que la audiencia de comunicación de la sentencia se realizará el próximo 11 de noviembre, a las 16:30 horas.

Tras la intervención de la magistrado, la defensa de O’Reilly presentó a un testigo, identificado como Andrés Serrano, para -según ellos- dejar en evidencia que hubo por parte del sacerdote la intención de  aclarar los hechos.

La defensa pretende ocupar esos antecedentes como atenuantes para bajar la pena del imputado. Piden 3 años y un día con libertad vigilada.

Luego fue el turno de una representante del Ministerio Público, quien anunció que se van a oponer a que se consideren dichos atenuantes, pues aseguran que no hubo colaboración sustancial de O’Reilly para aclarar los hechos.

Ese argumento se sustenta en que la Fiscalía explicó que quien denunció en un principio fue el colegio, y que O’Reilly declaró en garantía negando los hechos.

Cabe recordar que la condena que pide el Ministerio Público es de 10 años y un día.

Al salir de la audiencia, el abogado querellante José Ignacio Escobar, señaló que se encontraban tranquilos, satisfechos, “vamos a estudiar el acta del veredicto (…) pero se establece una condena clara por delitos reiterados contra una de las dos hermanas”.

Consultado por las medidas cautelares, dijo que son suficientes, y que lo más importantes es que las menores están protegidas por su familia.

El abogado subrayó que era un fallo que tenía dificultades, pero que se lograron comprobar los hechos, a través de un trabajo serio.

Por su parte, la fiscal Lorena Parra, señaló que “se ha establecido una verdad, me parece relevante, han pasado muchos años, pero hay un reconocimiento cierto de la verdad de la niña”.

“Hubo un reconocimiento a lo que dijeron las niñas” en todas las instancias, aseguró.

En tanto, el abogado defensor, Luis Hermosilla, dijo que “para nosotros ha sido una resolución importante que tomamos con mucha tranquilidad, que refleja todos los puntos que hemos desarrollado”.

“Tenemos que esperar el razonamiento que haga la sentencia a partir del 11 de noviembre, muy probablemente recurriremos de nulidad”, porque se desestimó el caso de la mayor de las hermanas, sostuvo el profesional.

“Aquí los relatos eran iguales, porque en un caso se cree, y en el otro no se cree”, espetó Hermosilla.

Sobre cómo recibió el sacerdote la resolución del Tercer Tribunal Oral, indicó que “con tranquilidad, con respeto por la actuación de los tribunales, él sigue creyendo en los tribunales. Está tranquilo, cansado”.

Finalmente, el abogado defensor precisó que “la mayor parte de las pruebas las aportamos nosotros, el Ministerio Público trajo un conjunto de sicólogos para construir un mundo virtual distinto al mundo del colegio”.

Siempre a la salida del Centro de Justicia, una apoderada del colegio dijo que la comunidad estaba viviendo estos hechos con mucho dolor.

Ultimos alegatos

Ayer se realizaron los últimos alegatos, tanto de los querellantes como de la defensa, previo a la lectura del veredicto por parte del tribunal este miércoles.

En la ocasión, el cura estrella de los Legionarios se retiró del tribunal sin hacer declaraciones, y tampoco lo hizo a la salida del Centro de Justicia.

Una hora duró la última audiencia, donde se presentaron las réplicas, instancia en que las partes respondieron en 20 minutos a los argumentos que cada una expuso.

El fin de semana los jueces habían estudiado todas las pruebas presentadas en más de 60 jornadas del juicio oral que involucró a uno de los cura estrella de los Legionarios de Cristo en Chile.

De acuerdo a los antecedentes que manejaba el Ministerio Público, el sacerdote había abusado de su primera víctima entre 2007 y 2009 en oficinas de la administración y en la capilla del colegio.

Luego, habría hecho lo mismo con su hermana entre los años 2010 y 2011.

Para sustentarlo, la Fiscalía ofreció -entre otras evidencias- el testimonio de las menores y sus padres, además de docentes del establecimiento educacional.

La defensa, que lideró el abogado Luis Hermosilla, centró sus argumentos en que los delitos nunca ocurrieron.

Duro golpe a los Legionarios

La suspensión de O’Reilly tras las acusaciones de abusos en su contra fue un golpe al vientre de Los Legionarios de Cristo, que ya cargaban con la cruz del tremendo historial de abusos de su fundador, el ya fallecido Marcial Maciel.

O’Reilly llegó a Chile en 1985 y pronto se convirtió en un cura influyente en la elite de la cota mil.

La congregación fundada por Maciel se hacía poderosa, controlando una decena de colegios,  y el propio O’Reilly extendía su influencia a los medios de comunicación, al ocupar la pantalla de Mega en la época de Ricardo Claro, cuando participaba en programas como “Hola Andrea”, y celebraba la misa televisiva dominical, recuerda

Al transformarse en le cura estrella de los Legionarios, O’Reilly actuó como un férreo defensor de Maciel, cuando las denuncias sobre los escándalos en el ámbito sexual -abuso de menores-, drogas y negocios de dudosa procedencia, entre otros, arreciaban contra el fundador del poderoso grupo religioso.

Es más, el cura irlandés llegó a comparar a Maciel con Cristo: “Yo lo veo a él como Jesús, que murió en la cruz. Él nos está salvando, nos está ayudando e iluminando”. “Doy fe de que se trata de un hombre santo dedicado a la Iglesia”, fue otra de sus frases cuando hablaba de la “absolutísima inocencia” de Maciel.

De hecho, tras la sanción impuesta a Maciel por parte del Vaticano, O’Reilly planteó que  no constituía una condena, sino un retiro a la “vida privada”. “Lo normal en estos casos”, aseguraba.

“Le veo una larga vida a la congregación”, dijo entonces O’Reilly cuando los hechos contra Maciel eran incuestionables.