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Cultura

14 de Noviembre de 2014

Agárrate Catalina, el carnaval popular de Uruguay que llega a Chile

Agárrate Catalina, la murga uruguaya más connotada a nivel internacional vuelve a nuestro país para realizar un espectáculo con León Gieco en el Teatro Nescafé de las Artes este 18 y 19 de noviembre. Con su crítica y humor punzante, esta agrupación musical tiene una larga y fraternal historia con el Pepe Mujica, al que incluso le hicieron una canción que se convirtió en el jingle de la campaña que lo llevó a la presidencia. Desde Uruguay, su fundador, co-guionista y co-director, Yamandú Cardozo, habló con The Clinic Online sobre la significancia del carnaval para los uruguayos, la incipiente movida de murgas en Chile y su próximo show en la capital.

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Agarrate Catalina CEDIDA

La murga es un género musical que tiene más de 100 años y es propia de Uruguay. Heredada de los andaluces que llegaron con comparsas de cronistas cantores a principios del siglo XX, la murga se instaló en suelo oriental y hasta el día de hoy asalta el país rioplatense todos los veranos para la celebración del carnaval más largo del mundo; cuarenta días y un poco más de celebración.

La murga, como tal, es un coro de más o menos quince cantores, usualmente hombres, que cada año arman espectáculos donde le cambian las letras a conocidas canciones con una clave de humor y crítica. Así repasan los acontecimientos más importantes de la temporada compitiendo en el concurso oficial para ganar el premio a la mejor murga del Carnaval, y presentándose en los “tablados”, escenarios barriales a lo largo de Montevideo.

Entre esas murgas hay una que ha logrado, como ninguna antes, recorrer el mundo y dar a conocer un género que hasta hace años no se escuchaba fuera de los confines de Uruguay, y que hoy por hoy, ha encantando a chilenos que han comenzado su murga, como La Urdemales o la Zamba Canuta.

La Agárrate Catalina ya se ha presentado varias veces en Chile, y en noviembre regresan a suelo nacional junto a León Gieco para hacer un show conjunto en el Teatro Nescafé de las Artes. Entre el repertorio que presentarán, es posible que incluyan su celebrada parodia de José ‘Pepe’ Mujica, presidente de Uruguay, con el que mantienen una especial relación.

EL CARNAVAL URUGUAYO

Agarrate Catalina 2 CEDIDA

Son cuarenta y tantos días de canto en rima, humor y crítica en distintos barrios de Montevideo que son transmitidos por la televisión abierta de Uruguay. Tan masivo ha llegado a ser este fenómeno, que la murga junto al candombe y otras categorías, venden más entradas que el fútbol uruguayo en todo un año, según nos cuenta el fundador de Agárrate Catalina, Yamandú Cardozo.

Cardozo, es además co-guionista y co-director de la murga. Nació en el barrio montevideano de Buceo, donde se practica más candombe que murga –la otra patita del carnaval, herencia musical afrouruguaya-, y allí vio a estos humoristas cantores desde que tiene uso de memoria. Pero no fue hasta los 16 que conoció el mundo desde adentro, cuando se hizo utilero –tramoya- de la Falta y Resto, una de las murgas más emblemáticas de Uruguay por su compromiso con los Derechos Humanos durante la dictadura, y que influenciaría fuertemente a la Catalina, como le dicen de cariño a su propia murga.

Allí, de la mano de su hermano Tabaré Cardozo –cantautor y murguistas-, que escribía para Falta y Resto, Yamandú se fue curtiendo hasta liderar, junto a su hermano, Agárrate Catalina, la murga uruguaya más reconocida a nivel mundial.

Para los uruguayos, y sobre todo, para los habitantes de Montevideo, el carnaval es algo que está muy arraigado. “Imagínate que no tenemos ni doscientos años y durante cien ha existido la murga, o sea, que más de la mitad de la vida de nuestro país está contada a la vista de todos por la gente común de los barrios. Es una fiesta de comunicación brutalmente horizontal. Es un libro de historia subterráneo contando el pasar del país”, dice Yamandú.

Y claro, la murga, con sus “editoriales” de humor ácido sobre lo que ocurre en Uruguay, se ha convertido en un referente clave para buena parte de la sociedad. Baste decir que a finales del gobierno de Tabaré Vásquez –primer gobierno de la coalición de Mujica, el Frente Amplio-, el entonces ministro de Economía, Álvaro García, escribía los libretos de la murga “La Cofradía”, “criticando a su propia fuerza política”, apunta Cardozo.

Y es que el género atraviesa todos los sectores de la sociedad uruguaya, sin mayor distinción. Entre los murguistas se encuentran desde estudiantes, a amas de casa, obreros, oficinistas y hasta ministros, que fuera de sus trabajos formales, preparan durante cuatro meses un espectáculo que luego recorrerá las calles de Montevideo, hablando del acontecer del país y del mundo.

Yamandú lo define claramente. “Me parece impactante que hoy por hoy gente que sale a laburar y a romperse el lomo trabajando en una fábrica o en una oficina, trabaje cuatro meses para presentar un espectáculo que regalan, en cuarenta y cinco días de funciones abiertas, a los vecinos de los barrios más bacanes, más pudientes, hasta los más sumergidos de Montevideo. Y todo a través del humor. Es un ejercicio de caricatura salvaje al espejo”, cuenta a The Clinic Online.

“LA MURGA DE MUJICA”

Desde su nacimiento el año 2001 la Agárrate Catalina se convirtió en uno de los máximos referentes de las murgas del Uruguay. Con apenas trece años de historia –muchos menos que los 86 años de Asaltantes con Patente o los 80 de Araca la Cana- se han llevado cuatro primeros lugares en la competencia oficial y han logrado viajar a donde la murga no había llegado antes: Rusia, Corea del Sur, Japón, Egipto, China, entre otros países.

La Catalina fue además una de las primeras murgas de principios del siglo XXI íntegramente formada por jóvenes. Como cuenta Yamandú, normalmente los conjuntos eran integrados por “señores de cuarenta y cinco años y a lo más había uno o dos chicos”, y “cuando veías a un joven de 18 años cantando sobre sus nietos, te dabas cuenta que no tenía mucho sentido”. A partir de los años 2000, esta murga y otras más jóvenes tomaron mayor protagonismo y marcaron presencia en las competencias del Carnaval.

Quizás la juventud fuera la clave, pero lo cierto es que dieron con el palo al gato. En 2005 conquistaron al público con un show de sensibilidad izquierdista –como casi todas las murgas y sus espectáculos- donde por primera vez imitaron al Pepe Mujica, cuando éste era senador y ya comenzaba a encantar a parte de los uruguayos con su sencillez y honestidad.

“El Pepe vivió peleando y viviendo así aprendió
De los gritos del silencio, de las veces que él erró
Al corso de la etiqueta de los dueños del poder
El Pepe miró de abajo, con los que andan sin comer

Al pueblo que se asustaba callado el Pepe esperó
Y dio ilusiones y sueños a quien jamás lo soñó
La llave de su esperanza hoy la gente te prestó
Querido pepe Mujica ¡ahora te toca a vos! “.
(Los Sueños, 2005)

El Pepe fue a ver a la murga varias veces y le terminó gustando. Claro, es que la Catalina siempre lo imitó graciosamente, riéndose de sus excentricidades sencillas –como vivir en una chacra, usar alpargatas, manejar un escarabajo o tener una perrita quiltra de tres patas-, pero siempre rematando con un mensaje de apoyo y júbilo por tenerlo como líder político.

En 2009, la juventud del Movimiento de Participación Popular, parte del Frente Amplio, le pidió a Tabaré y Yamandú Cardozo –hermanos a cargo de la murga- que le hicieran una canción a Mujica, que por entonces, estaba en campaña para la presidencia del país. La canción cantada por la Catalina tuvo tal éxito que, sin esperarlo, se convirtió en el jingle de la campaña del Pepe, que culminaría con su triunfo en las elecciones y la consolidación del Frente Amplio en el poder, cuestión que podrían coronar a finales de noviembre con un tercer mandato consecutivo si triunfan en la segunda vuelta de las elecciones.

En 2010, Agárrate Catalina volvió a imitar al presidente, riéndose de su modo de hablar y de su perrita, “Manuela”, todo un personaje en Uruguay. “Tienen razón, ando con el lenguaje medio desvencijado” dijo Mujica entre risas después de ver el acto de la Catalina.

Que alguien le pode ese bigote,
los pelos de la oreja, los de la ñata y los del cogote
¡Que alguien le queme las alpargatas!
¡Y le de una perrita que al menos tenga las cuatro patas!
(Civilización, 2010)

Tras la legalización de la marihuana lo imitaron de nuevo –como un Mujica rastafari- y antes de su gira mundial en agosto de este año, el Pepe, en calidad de presidente, los fue a despedir al aeropuerto, cual selección de fútbol. “Los conozco hace tiempo y los vine a despedir (…) Transmiten un Uruguay hermoso y resumen en alguna medida 80 o 100 años de murga”, dijo Mujica al diario uruguayo El Observador.

Por todos estos episodios es que muchos uruguayos ven a la Catalina como la “murga de Mujica”. Mote que no les molesta del todo, porque muchos de sus integrantes son de izquierda y votan por el Frente Amplio, pero Yamandú se apresura en decir que no son el “brazo artístico” de nadie.

“No somos el brazo artístico del Pepe Mujica ni del Frente Amplio, pero claro, es lógico que a alguien le cierre el cuento. Dicen, ‘si hicieron un jingle para el Pepe, el Pepe los va a ver, los ha invitado a comer un asado a su casa, el Pepe dice que le gusta la murga, cuando se van de gira mundial los va a despedir al aeropuerto; obvio, son la murga del Pepe y el Pepe les paga millones de dólares para que anden por el mundo y sean sus espías, y cuando anda complicado, llama a Yamandú para preguntarle políticas de Estado’”, jajaja”, dice irónico el rostro principal de la Catalina.

LA INFLUENCIA DE AGÁRRATE CATALINA EN CHILE

No es sorpresa para nadie que en Santiago, hace unos cuantos años, se viene desarrollando una sub cultura de jóvenes que se han arrojado a la práctica de las artes populares. Los chinchineros, la cueca, la cumbia colombiana o la música altiplánica son algunas de las tradiciones que han sido objeto de la revisión de estos grupos, y la murga uruguaya no ha estado exenta de este proceso, aunque evidentemente, en menor medida.

Para el año 2007, Agárrate Catalina se presentó por primera vez en el país en los ya fenecidos Carnavales Culturales, iniciativa del gobierno de Ricardo Lagos celebrados anualmente antes de año nuevo en Valparaíso. Ya en esa oportunidad, trajeron parte del show que los consolidó en Uruguay y que aseguró su difusión por el resto del continente: “El fin del mundo”, donde interpretaban a unas cucarachas que esperaban la hecatombe mundial para hacerse cargo del planeta.

Con críticas a la guerra de George W. Bush contra Irak, el conflicto de las celulosas entre Uruguay y Argentina y una notable parodia de Hugo Chávez, la Catalina logró expandir su público afuera de Uruguay e influenció a un grupo de músicos chilenos que a la postre formarían dos murgas de estilo uruguayo pero chilenas: La Urdemales y la murga de mujeres Zamba Canuta.

Soldados yanquis estiran la pata
sobre Bagdad y sobre Kabul
porque total son negros y sudacas
y a quién carajo le importa su salud.
(El fin del mundo, 2006)

Yamandú recuerda que conoció a La Urdemales ese año 2007 en Valparaíso, cuando la incipiente murga uruguaya-chilensis los sorprendió con unas canciones de su espectáculo “El fin del mundo”. Hoy por hoy, mantienen contacto cada vez que los uruguayos visitan el país. De hecho, el 2013 tocaron juntos en la Aldea del Encuentro en La Reina.

A Yamandú le gusta el proceso que se vive en Chile. “En un ratito ya hay tres murgas de estilo uruguayo en Santiago y está buenísimo. La hacen de una manera maravillosa y, además, pasaron hace muchísimo rato la etapa de hacer covers de murga uruguaya y tienen su propio repertorio, con sus cuentos, donde hablan de sus barrios, de sus problemáticas; hacen su propia caricatura al espejo. A mí me parece mortal”, dice emocionado al otro lado del teléfono, sobre un proceso, en el que si bien no han sido los únicos que han influido, han sido una pieza clave.

A días de venirse a Santiago preparan su vuelta al Carnaval uruguayo. Como se han dedicado a las giras por Latinoamérica y el mundo, han dejado de participar por un tiempo en el concurso oficial. Su último espectáculo fue “La Comunidad” en 2012 –con el que no les fue muy bien en el concurso- y ahora preparan su regreso para el Carnaval 2015 con “La historia de Julio”.

Después de dar la prueba de admisión al concurso oficial, -todas las murgas deben darla- viajan a Santiago para presentarse este 18 y 19 junto al argentino León Gieco, en un show que durará cerca de tres horas, donde se presentarán en todas las combinaciones posibles: Gieco sólo, la Catalina sola, y ambos en conjunto.

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