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Nacional

17 de Marzo de 2015

Líder estudiantil UC sobre Délano y otros pentaboys: “no hay ningún ramo en que se enseñe a eludir impuestos”

El presidente del Centro de Alumnos de Ingeniería Comercial UC, Andrés Soto, dice que es un error generalizar a todos sus compañeros con la falta de ética y los delitos tributarios cometidos por exalumnos en el caso Penta y señala que sí se debería explicar a fondo este y otros casos en los ramos correspondientes. "Carlos Alberto Délano era un gallo con un prestigio intachable hasta hace un par de meses, pero al final nos enteramos de esta otra cara, que efectivamente era capaz de utilizar cualquier recurso con tal de hacer lo que él quería", dice.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
Por

Andrés Soto Ing Comercial UC

Con las esquirlas del caso Penta copando la agenda mediática y policial del país, era tiempo para que llegara hasta las aulas donde alguna vez sus principales inculpados se transformaron en profesionales y aprendieron los mecanismos para convertirse en grandes empresarios y ejecutivos.

Por eso en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de Chile, específicamente en la carrera de Ingeniería Comercial, el tema pasó a ser comentario obligado en pasillos, bienvenidas a los estudiantes novatos y hasta en el discurso de asunción del segundo período del rector Ignacio Sánchez.

Andrés Soto, presidente del Centro de Alumnos de Ingeniería Comercial 2015, es uno de los que opta por discutir sobre el tema e incluirlo en las materias de los ramos que correspondan, justo en el momento en que la ética empresarial de esas aulas está siendo apuntada con el dedo. Todo, junto con rechazar la generalización y el estigma de elusión tributaria que pueden tener los exalumnos UC involucrados en el caso Penta.

“Lo primero es decir que nosotros creemos que la ética, si bien es importante pasarla en la sala de clases y tocar los casos, no sólo basta con enseñar esas cosas. Es necesario, pero también hay que vivirla”, dice.

¿Cómo se repone el status de ética que hoy es criticada a la UC por efecto del caso Penta?

La pregunta al final del día, más allá de si ponemos un curso o lo ponemos transversal en la malla, es cómo hacemos que nuestros alumnos vivan la ética, se pongan en situaciones de conflicto ético, que los hagamos reflexionar con eso pero en carne propia. Creo que eso es mucho mejor que hablar de ética o hablar de este caso en específico. En ese sentido, nosotros siempre hemos dicho que en la facultad hace falta vivir la vida universitaria. Y eso no significa quedarse más rato en la universidad, sino que relacionarse más con el medio. Esta es una facultad que en comparación con otras la encuentran súper apática. Y en general es así: los alumnos se relacionan poco entre ellos, hay poca relación y eso es algo que siempre hemos querido fomentar. En la medida que las personas conocen la sociedad, se vinculan más con el prójimo, al final del día cuando toman decisiones en el futuro son más conscientes de que esas decisiones sí afectan a otros. En cambio, si me formé como alguien que en el fondo tuve lo que quise, me relacioné con los que quise, no conocí gente distinta ni conocí la realidad del país, la verdad es que el día de mañana, cuando tenga que tomar una decisión que tenga un conflicto ético, es muy probable que al final del día no considere al resto. Eso es algo que tenemos que enfrentar. Nosotros como centro de alumnos hemos hecho harto énfasis y por lo tanto, que este caso de alguna manera se transforme en un cambio de cultura dentro de nuestra facultad.

Cuando uno estudia se alimenta de la contingencia del país y los temas van rebotando en las aulas. ¿Cómo ha sido conversar desde este tema y enfrentarlo con la información recopilada por la fiscalía?

Hay muchos que dicen que ha faltado tocar el tema ético. Yo creo también que ha faltado. Ahora, en mi experiencia en los distintos ramos que he cursado, que en general la facultad pasa casos de ética de acuerdo a los distintos ramos, pero pasa casos que son de afuera, de EE.UU. Por ejemplo, el caso Enron, que es un caso de una empresa auditora que maneja sus estados financieros con los que engaña al mercado. Y esos casos se hablan, se comentan, pero la verdad es que ha faltado hablar de casos del país. Esto fue precisamente lo que pasó cuando estalló el caso Penta. Al principio no había tanta información, yo creo que hubo muchas conversaciones de pasillo, pero faltó hablarlo en clases. Ahora, ha sido muy positivo entrar este semestre y encontrar un cambio de actitud de los profesores. Me tocó entrar a dos ramos ayer y hablamos del caso, lo conversamos y nombraron las cosas con nombre y apellido. Si bien, la última palabra la tienen los juzgados, creo que acá hay actos reñidos con la ética y que se faltó a la moral que se enseña en la facultad y que se busca transmitir a los alumnos. Algo que nadie puede avalar y que son condenados por todos.

¿Cómo se viven las críticas a una “doble moral” en la UC con este tema?

De cierta manera es normal que a una facultad de la UC se le vincule cuando hay exalumnos metidos en casos como éste. Es una universidad a la que se le reconocen ciertos valores. Ahora, alguien espera que pase, pero no creo que sea bueno generalizar. Nosotros hacemos una autocrítica, lo han hecho las autoridades -el decano envió una carta a El Mercurio- de asumir que acá hay que preguntarnos cómo se está enseñando la ética en la facultad. Cuestionarnos cómo se está haciendo esto, pero generalizar como se hizo en la columna de Alberto Mayol en El Mostrador, la verdad es que no me parece correcto. Lo dije antes: exalumnos de la Universidad de Chile están implicados en el caso La Polar, algunos muy reconocidos como Pablo Alcalde, y nadie dice que la U. de Chile forma alumnos poco éticos por eso. Si bien nosotros llamamos a que se hable y se estudie el tema, no estamos a favor de que se generalice, de que acá todos los exalumnos no tienen principios éticos. Eso no tiene ni pies ni cabeza.

¿Da para pensar que acá no se enseñó ética?

No, para nada. Acá cuando se habla de ética se habla de valores cristianos, de que en cada decisión se toma en cuenta al prójimo y no yo buscar enriquecerme a costa de los demás. O sea, eso nunca se enseña acá. Leía en comentarios de una nota en un diario el otro día que acá se enseña la maximización de utilidades. Claro que sí, pero no quiere decir que se enseñe pasar por arriba de otras personas. Es más, cuando se enseña también se enseña que debe estar comprendido todo el entorno de la empresa, desde los clientes hasta el medioambiente. Porque en el fondo si yo maximizo utilidades de un día para otro eso está mal. Alguien que lo hace aprovechándose de sus clientes, está haciendo mal su pega porque el día de mañana lo van a descubrir y a ese gallo le va a ir mal. Entonces, se ha dicho mucho, el término está muy manoseado y no es por defender la maximización, pero no está mal. En ese sentido, estas personas no lo entendieron y lo hicieron tal como no se debe hacer.

Y en el caso de los tributos, alguien también podría pensar que se enseña a eludir impuestos.

No, acá no hay ningún ramo en que se enseñe a eludir impuestos. O sea, tenemos ramos como ‘Empresa y Legislación’, donde se ve todo lo que tiene que ver con el marco legislativo de la empresa, lo que es lógico que un ingeniero comercial sepa, donde se enseña todo lo que es el IVA, el impuesto a la renta, los PPM, pero jamás a eludir impuestos. Probablemente a los que aplican derecho tributario, pero un ingeniero comercial salido de esta facultad no tiene idea de cómo eludir impuestos. Eso no quiere decir que no haya exalmunos que lo hagan, como es este caso, pero acá jamás se habla ni se enseña de eludir impuestos.

En el caso del prestigio, Carlos Álberto Délano fue el mejor de la generación y hasta hace muy poco era uno de los grandes exalumnos salidos de esta institución.

Yo ahí tengo un tema personal. No creo en la santificación en vida. Personas que tienen actos muy buenos, es bueno de alguna manera reconocerlo, no corresponde decir en vida “este alumnos es el mejor egresado de esta escuela”. ¿Por qué? Por mi experiencia, yo estudié en un colegio de Los Legionarios de Cristo y ahí nos tocó el tema de Marcial Maciel. La verdad es que en mi colegio,antes de que se supiera todo, habían fotos de Maciel en el colegio, era alguien de quien se celebraba su cumpleaños, y la verdad es que después nos dimos cuenta quién era. Antes de eso, no lo sabíamos, conocíamos una sola cara de él. Después nos enteramos de la otra cara y de ahí se sacaron las fotos y todo. Incluso se conversó si es que el colegio debía seguir como Legionarios de Cristo o no. Este caso es súper parecido. Carlos Alberto Délano era un gallo con un prestigio intachable hasta hace un par de meses, era presidente de la Teletón, apoyaba a políticos, un gallo que aparentemente estaba muy vinculado con los temas de la sociedad, pero al final nos enteramos de esta otra cara, que efectivamente era capaz de utilizar cualquier recurso con tal de hacer lo que él quería. Yo no comparto su forma de financiar campañas, de eludir impuestos o de cohecho o soborno, y creo que en esta facultad nadie comparte lo que Délano y compañía hicieron. Y de hecho todo lo que hemos escuchado hasta ahora, desde los profesores hasta funcionarios, ha sido una crítica a lo que pasó. En eso no hay dos opiniones, no hay dos voces.

¿Además de lo que dijo el rector Sánchez, ha habido más información entre la autoridad y los alumnos?

Sí, bueno, el decano habló del tema en la bienvenida a los novatos. No mencionó los nombres abiertamente porque efectivamente en los novatos que eran hijos o sobrinos de algunos de los inculpados, pero sí los criticó abiertamente. Dijo que acá han habido actos contra la ética y nosotros como facultad los condenamos. O sea, fue muy claro. Yo también hice un discurso a los novatos y sí di los nombres e hice la crítica. Porque la verdad es que si todos nos quedamos callados porque hay gente vinculada o es hermano, hijo o algo así, la verdad es que no podríamos criticar a nadie. Pero yo creo que hay que criticar los actos que están mal con nombre y apellido. Creo que así debe ser.

¿Te pareció suficiente lo que dijo el rector el viernes cuando jura su segundo período?

La verdad creo que el rector hizo lo que tenía que hacer. Criticó abiertamente estos casos, dijo que iban en contra del espíritu de la universidad y que en el fondo esperaba algo totalmente distinto de todos sus egresados. La universidad tiene un proyecto educativo que es que se pone a disposición del país, que a través de valores como la excelencia trata de servir el país. Y para que esos valores se cumplan tiene que impregnarlos a los alumnos, pero de alguna manera hay que hacer más hincapié en esta facultad.

¿Crees que el daño que hoy tiene la universidad perdure en el tiempo? Debe ser la preocupación de muchos el tener un estigma.

No. Si bien hay preocupación porque todos los alumnos están preocupados, todos,  no creo que se haya manchado el prestigio de la facultad por este caso. Sí creo que es una oportunidad para reflexionar y pensar bien como se tratan estos temas, es un llamado a mejorar pero al final del día hay que hacer la separación. Las personas cuando salen de la universidad cortan el cordón umbilical y las decisiones que tomen, por mucho que la universidad haya formado bien, son decisiones de las mismas personas. Creo que en este caso la gente sabe bien qué pasó y sabe también separar que estos son dos personas versus la generalidad de la mayoría de exalumnos egresados de esta facultad, pero que doy fe son personas éticamente correctas, íntegras, que han hecho un aporte gigante al país en diversos sentidos y hay de todo. Lejos ha sido la mayoría versus estos que están en la contingencia.

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