Josep Ramos, economista: “Si bien no hay que ignorar a la calle, tampoco se puede darle el gusto en todo”

“Hubo un manejo inadecuado de las expectativas sobre el alcance de las reformas, y a la vez estás despertaron unas ganas muy superiores a lo que las reformas eran capaces de satisfacer”, dijo en entrevista con Pulso el economista Josep Ramos, recientemente nombrado presidente de la Comisión Asesora de Productividad convocada hace una semanas por el Gobierno.

Según explicó, habría que implementar “dos reformas tributarias para satisfacer todas las demandas que ha generado la propia puesta en macha de la reforma educacional. Y esto es un problema, que da insatisfacción cuando no se cumplen las promesas. Ahí, cuando se dan cuenta que los recursos no alcanzan para todos, se empieza a ver qué es más importante: calidad o gratuidad, y se escoge calidad, y luego de eso se empieza a reducir el horizonte de alcance sobre a qué grupo se privilegiará”.

“Eso genera incertidumbre no sólo por esa política, sino que también porque genera desconfianza ante cualquier otro proyecto. Esto fue una incertumbre innecesaria. Y además se puso esta idea de que la búsqueda de consenso era tranzar principios. Es una interpretación nefasta de cómo buscar acuerdos”, agregó Ramos.

Respecto de cómo se diseñó el programa de gobierno, atendiendo inquietudes ciudadanas como la gratuidad universal, el economista opinó que “si bien no hay que ignorar a la calle, tampoco se puede darle el gusto en todo, ya que el logro de ayer pasa a ser el piso de negociación de hoy y eso es insaciable”.

El académico también se pronunció por la gradualidad impulsada por los ministros Valdés y Burgos para precisamente calmas los ánimos, evitando que sigan escalando expectativas que no se puedan cumplir.

“Todo lo que sea bajar incertidumbres y buscar consensos van en la dirección correcta y las señales apuntan a eso. Y ahí es importante destacar la labor del ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, ya que nadie hace tres meses atrás hablaba de priorizar cosas y hoy cada uno quiere salvar su propio proyecto pero hay conciencia de que todo no se puede hacer”.