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Cultura

27 de Octubre de 2015

Columna: Irina la Loca y el show pobre del Sename

* A nadie pareció sorprenderle mucho la noticia de una niña de 10 años, en Punta Arenas, obligada por su madre a iniciarse sexualmente con su padrastro. Los medios apenas le dedicaron un pequeño reporte meramente informativo. Una noticia más. Ni siquiera tan trascendente como para figurar en la página web del Sename, cuya portada […]

Edwin Oyarse
Edwin Oyarse
Por
irina


*

A nadie pareció sorprenderle mucho la noticia de una niña de 10 años, en Punta Arenas, obligada por su madre a iniciarse sexualmente con su padrastro. Los medios apenas le dedicaron un pequeño reporte meramente informativo. Una noticia más. Ni siquiera tan trascendente como para figurar en la página web del Sename, cuya portada prefiere anunciar la denuncia del organismo ante el CNTV contra el programa de cable “Nico Late Show”. Y todo porque la actriz y performista Irina La Loca hizo allí una intervención, interpretando su propia versión del clásico infantil “Arroz con leche”, en clave de parodia, para poner en escena el conflicto del abuso infantil y de las menores que son obligadas a tener a sus crías.

“Arroz con leche, me quiero casar / con la pareja de mi mamá. / Me toca por aquí, me toca por acá / y a mi mamita no le puedo contar. / No sé coser, no sé lavar /pero a mis 11 años puedo ser mamá”.

La versión está inspirada en un caso particular: Belén, una niña de 11 años violada por su padrastro desde los 7 y que quedó embarazada en Puerto Octay en el año 2013. El entonces presidente Piñera, brillante como siempre, contó en la tele que había hablado con Belén y estaba sorprendido de la madurez de la pequeña, quien afirmaba que tener a su bebé iba a ser como jugar con sus muñecas. Nos recordaba, además, que su gobierno se oponía a todo tipo de aborto. Mientras tanto, la madre de la niña defendía a su pareja afirmando que las relaciones sexuales habían sido consentidas y que era una injusticia lo que se estaba haciendo con su macho.

Esta horrorosa historia y las aberrantes declaraciones que le siguieron inspiraron el “Arroz con leche” de Irina. Pero la cancioncita, con performance incluida, provocó la ira de la directora del Sename, Marcela Labraña, quien la consideró un atentado a la dignidad de las personas. Al parecer, un acto performático sobre el abuso infantil, que no hacía más que reproducir frases de una noticia real, es más peligroso que los abusos a menores a los que los medios de comunicación nos tienen ya acostumbrados. Al parecer esa violencia está tan naturalizada que escandaliza más una performista del underground que se logró colar en un programa de TV, que el reciente caso de violación donde nuevamente vimos a una madre cómplice del delito.

¿Por qué el Sename no denuncia a un Estado que sigue obligando a una menor abusada a parir a un crío que nunca quiso? ¿Por qué no hace un escándalo cuando un presidente felicita a una niña violada porque su supuesta madurez la tiene lista para parir? ¿Por qué Marcela Labraña no encara a la diputada UDI Marisol Turres cuando esta declara que “hay violaciones que no son violentas”? ¿Por qué no exige, como organismo defensor de menores, que se ponga urgencia a un proyecto de aborto que pueda darle alguna alternativa a las 667 niñas violadas y embarazadas que ingresaron en las residencias de protección del Sename este año?

Esta criminalización de la performance de Irina La Loca no hace más que demostrar el fracaso de nuestras instituciones y de quienes las lideran. El Sename destaca en su página web, aparte del “Arroz con leche”, su preocupación por el estado de las niñas que vieron la agresión en el ascensor de Reñaca y por las nuevas fiestas erotizadas para adolescentes. Por su parte, Marcela Labraña cuestiona a Irina La Loca e insiste en que los abusos a menores no son un chiste, sin entender que su irrupción en ese programa tenía como fin instalar un tema.

Pero a pesar de la polémica pobre que armó la sra. Labraña, creo que Irina debería estar más que satisfecha con su performance combativa. Aprovecharemos esta instancia para hablar de aborto nuevamente, para abogar por la libertad de expresión y para exigir una educación sexual no sexista que ayude a desnaturalizar la violencia a la que nos tienen acostumbrados.

*Cineasta y dueña de casa post feminista.

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