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Nacional

21 de Noviembre de 2015

Vocera de Mujeres de Blanco lanza furiosa carta donde acusa posición nazi de quienes apoyan el aborto

"Si el niño ya no es un niño vivo, sino una flor, un hongo o cualquier otra cosa, ¿por qué y para qué hay que matarlo? ¿Qué peligro tan inminente representa algo que no es nada?", dice.

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La vocera del movimiento Mujeres de Blanco, María Paz Vial, escribió un carta a El Mercurio en donde se lanza con todo contra los partidarios del aborto, esto tras la misiva “Despenalización del aborto” enviada ayer a ese mismo medio por el Dr. Ricardo Vacarezza, Dra. Anamaría Arriagada y Genaro Arriagada.

“Los señores Arriagada y Vacarezza aluden a la defensa de la vida como una posición conservadora, intolerante y extrema. La perspectiva realmente más extrema e intolerante es el aborto, ya que no hay ningún hecho que lo sea más que la muerte. ¿Qué podría ser más intolerante y extremo que la posición nazi de la selección de humanos, para matarlos? ¿No han leído los señores los aberrantes frutos de tan antiquísimo método -que ya viene en franco receso-, el enorme arsenal de información acerca del nefasto efecto del aborto en la sociedad a nivel personal, familiar y social? ¿Puede imaginarse una forma más institucionalizada de coacción impositiva de orden “moral” que el aborto?”, parte el texto.

A continuación de lo expuesto, la mujer del grupo que se opone al proyecto de interrupción del embarazo agrega que “institucionalmente se decide coartar y extirpar, por medio de la tortura, la vida de un ser vivo e inocente, alegando la moralidad del derecho a elegir de unos (los nacidos) sobre los otros (los por nacer). Los autores de la carta nos llaman al orden: Esto se trata de un debate serio. Si es así, partamos por el lenguaje. No utilicemos entonces la expresión “interrupción del embarazo”. ¿Qué embarazo puede continuar después del aborto? Ninguno”.

“Los señores Arriagada y Vacarezza, ¿fueron sometidos a algún tribunal que decidiera si merecían o no vivir? ¿Fueron categorizados como viables/inviables por su potencial de sobrevivencia, por su manera de ser concebidos o por alguna discapacidad física? ¿Sus vidas fueron tasadas como propiedad y derecho de otros?”, prosigue la misiva.

Luego cita lo que según dice es la “Tercera advertencia de los señores”: No se puede hablar de inicio de la vida, ya que eso es “materia discutible de visiones y creencias”. Se trata sencillamente de que el niño está vivo. Es un hecho comprobable. ¿Cómo puede ser eso materia discutible de “visiones y creencias”?”, asegura.

Después de ese argumento, apunta, con un dejo de ironía, a que “si el niño ya no es un niño vivo, sino una flor, un hongo o cualquier otra cosa, ¿por qué y para qué hay que matarlo? ¿Qué peligro tan inminente representa algo que no es nada?”

¿Sabrán los autores de la carta lo que es el horror? No hay acompañamiento que valga. El acompañamiento es una herramienta para evitar el horror. Y al niño, tirado en un higiénico contenedor de clínica, ¿cómo lo van a arreglar?”, cierra.

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