Comprador de calzones usados: “Creo que hay mucho reprimido que no ha salido de la olla a presión”

Hay fetiches para todos los gustos: látigos, pies, gordos, esposas, voyerismo, flacos, animales, etc. Todo un mundo que en el cualquiera podría estar metido sin que los otros se enteren.

El sitio Vice entrevistó al autodenominado “Escorpión Travieso”, un asiduo comprador de calzones usados que adquiere estos artículos desde 1998 y que asegura que su colección hasta ahora no sobrepasa las 100 prendas.

Travieso explica que entró a este mundo por curiosidad y morbo. De hecho, nadie de sus conocidos sabe de su fetiche. “Descubrí este mundo en un foro ya desaparecido”, indica.

Admite que un comprador de este particular producto debe ser discreto y cuidadoso.

Dice que, a diferencia de otros calzones-lovers, “sólo pido que la prenda la haya llevado una señorita y, de hecho, por razones higiénicas —tanto para mí como para ella—, no la pido muy usada”.

Asimismo, pide que los calzones sean lavados antes de que se los envíen y que les pongan unas gotitas de perfume, no como otros, que incluso exigen que se defeque, orine o se tenga sexo con la ropa en cuestión.

“Eso del olor es un tema de cada uno, o sea, a cada uno le gusta una cosa. Hay quien le pide a la señorita que las use tres o cuatro días pero yo no lo hago. Yo como mucho tengo calzones usados durante un día, como máximo. Eso sí, alguna prenda la he pedido con orina pero lo he hecho muy pocas veces, muy pocas”, señala.

Para saber que la vestimenta haya sido usada efectivamente por una señorita, pide que ésta le envíe una foto con la prenda puesta.

NO TODO ES MASTURBACIÓN

“La gente cree que por tener una prenda de mujer usada te vas a dedicar a masturbarte como loco. No es mi caso. La cosa va más por el deseo de tener algo de una mujer. Yo hablo por mí, los demás no sé lo que hacen”, aclara Escorpión.

Dice que a pesar de ser 100% heterosexual, le gusta ponerse los calzones que le llegan durante un rato.

“Es una sensación muy rara saber que llevas algo que no te corresponde por tu sexo. Alguna vez hemos visto a mujeres vestidas de hombre y nadie se ha escandalizado”.

Respecto a esto mismo, cree que “hay que normalizar la sexualidad humana en los aspectos dedicados al fetichismo y sadomasoquismo y no verlo como algo extraño. Hay gente que colecciona cosas, yo colecciono prendas usadas. Y las señoritas nos las proporcionan. Eso sí, ellas están encantadas de hacerlo. Y que conste que solamente son vendedoras de prendas, pues no existe contacto sexual. Yo, al menos, no lo busco”.

Sobre sus vendedoras, dice sentir mucha admiración. “Sólo te diré que hay señoritas a las que llevo meses sin comprarles nada y que siguen siendo amigas mías”, asegura.

Afirma que “gracias a estos foros -por donde se acuerda el intercambio- he llegado a conocer mejor a las mujeres, cómo piensan, cómo sienten y lo duro que es ser mujer”.

Al preguntarle sobre si opina que vivimos en una sociedad reprimida a nivel sexual, Escorpión Travieso asiente diceindo que “tienes que tener en cuenta que en Japón existen máquinas en la calle que venden bragas usadas. Aquí esto sería impensable. Eso sí, el primero que pusiera una se volvería millonario. Creo que hay mucho reprimido que no ha salido de la olla a presión”.