La trastienda de la fallida inscripción de la Nueva Mayoría en las primarias legales

La primera jornada de los funerales de Estado del Presidente Patricio Aylwin en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional, en el primer piso del edificio, transcurría entre apretones de manos y señales de unidad, pero en el tercer nivel de la construcción, las negociaciones de la Nueva Mayoría para cerrar el acuerdo de primarias e inscribir a los candidatos ante el Servel, vivía un momento de alta tensión que sólo se zanjó pasadas las 23.00 horas del miércoles, con una consecuencia desastrosa para el bloque: no se pudo entregar la nómina en el Servel, cuyo plazo legal de inscripción vencía a las 00:00 de ese día.

Después de varios encontrones en las negociaciones de última hora, que incluyó a dirigentes radicales retirándose indignados del Parlamento, se selló el acuerdo. Pero aún quedaban malas noticias para la Nueva Mayoría. Cuando el reloj marcaba las 23:30 horas, la directora subrogante del Servel, Elizabeth Cabrera, no aceptó las declaraciones de candidaturas porque exigía la presencia de la presidenta del PS, Isabel Allende, en la sede del Servel en calle Esmeralda.

La senadora Allende, junto con la presidenta de la DC, Carolina Goic, se habían retirado a sus domicilios una vez que se cerró el pacto. Sin embargo, alertadas de que Cabrera pedía que estuvieran presentes, volvieron de urgencia al centro de la capital para ir hasta el Servel, ubicado en calle Esmeralda. La senadora Goic llegó a las 23.57 horas. Allende, que se trasladaba desde Guardia Vieja en Providencia, arribó a las 00:10 hrs. La Nueva Mayoría se quedaba así sin primarias legales.

Ayer, a primer ahora, cuando aún no se analizaban en detalle los aspectos jurídicos, Jaime Quintana, presidente del PPD, calificó la situación de “bochorno democrático”. Más tarde tuvo que retroceder.  Después de que los restos del exmandatario fueron trasladados a la Catedral, los presidentes del PPD, PS, PC y el MAS, se reunieron en el salón de la vicepresidencia para zanjar la declaración pública con la que harían frente a los cuestionamientos y las acciones a seguir.

En la declaración, los partidos oficialistas acusaron al Servel de incurrir en una arbitrariedad al exigir la comparecencia personal de los presidentes de partido. A su vez, sostuvieron que las directivas de los partidos concurrieron en tiempo y forma y dieron cumplimiento a “todos los requisitos legales y constitucionales” que regulan este tipo de procesos.

“Pese a haber concurrido en tiempo y forma, y cumplir con todos los requisitos legales y constitucionales, la directora (s) del Servel, actuando fuera de sus competencias y atribuciones, se negó-incomprensiblemente- a la recepción de la documentación presentada, aun cuando estaba obligada por ley a recibir los antecedentes correspondientes”. Además, agregaron que de acuerdo al artículo 13 de la Ley 20.640 de elecciones primarias, la norma sólo exige la suscripción o firma de las presentaciones legales y no la comparecencia personal de los representantes de los partidos, sin embargo, agregan, que estaba presente el secretario general, Pablo Veloso.

Aunque el senador Quintana se encargó de asumir la responsabilidad política por asistir a última hora a inscribir las candidaturas, no ahondó en qué fue lo que retrasó la negociación y, en conjunto con los otros líderes de la coalición, trató de bajarle el perfil al quiebre que se produjo en la mesa negociadora.

Sin embargo, la información recabada por The Clinic Online da cuenta de que el lunes estaba zanjado el acuerdo electoral en 180 comunas y se estimaban en cerca de 120 las comunas a definir candidato vía primarias. Según fuentes del PPD, PR, PS, MAS y PC, esa misma noche, el secretario general de la DC, Gonzalo Duarte, expuso sus reparos frente a uno de los tres criterios que estaba establecido hace un año.

Éste consistía en que se realizarían primarias en aquellas comunas donde había alcaldes  de la Nueva Mayoría que no se presentarían a la reelección. Es decir, si Juan Pérez optaba por no postular, entonces ese cupo iba a primarias. El planteamiento DC era que más allá del candidato, se mantuviera el cupo para el partido. En resumen, si Juan Pérez militaba en la Democracia Cristiana, esa jefatura comunal seguiría siendo DC aunque el candidato no fuera Pérez.

La negociación la llevaban adelante los secretarios generales de los partidos: Gonzalo Duarte (DC), Pablo Veloso (PS), Oscar Santelices (PPD), Fernando Zambrano (MAS), Laurato Carmona (PC) y Osvaldo Correa (PR). Con la postura de la DC sobre la mesa, descendieron de 120 a 95 las comunas donde habría competencia. Ante este requerimiento, el PS y el PPD se plegaron. Ello desató el enojo del Partido Radical que pidió respetar los parámetros fijados con anterioridad.

La discusión fue a los gritos. El conflicto central, era por la Región de Coquimbo. Al PR les interesaba competir en la capital regional donde el alcalde DC, Cristian Galleguillos, no va a la reelección. En esa zona, el edil de La Serena, Roberto Jacob, es PR y va a la reelección. La disputa, en tanto, fue por quién se quedaba con Coquimbo.

Esta versión, en la que coinciden fuentes consultadas por este medio, es negada por el vicepresidente DC Matias Walker, quien asegura que siempre estuvieron abiertos a las primarias y que fueron el único partido que realizó primarias internas en 34 comunas: “Los otros partidos hablan de primarias, nosotros las hacemos. Estuvimos dispuestos a hacer primarias en Coquimbo, donde el alcalde deja su cargo. Al mismo tiempo pedimos que se hicieran primarias en La Serena o La Pintana, porque el edil de esa comuna tiene cuestionamientos por probidad”, dijo.

Más allá de las diferencias sobre el quiebre, lo concreto es que a las 18:30 horas del miércoles, el secretario general del PR, Osvaldo Correa dijo que no aceptarían las nuevas condiciones y abandonó la mesa negociadora. Luego se dirigió a conversar con el presidente del partido, Ernesto Velasco, y ambos decidieron retirarse en dirección al partido en calle Londres para una reunión de emergencia.

Álvaro Elizalde, exvocero y encargo electoral del PS, los detuvo en el ascensor e intentó convencerlos de volver a la mesa negociadora, pero de todas formas se fueron. A las 20:30 horas. Jaime Quintana tomó el teléfono y le pidió a Ernesto Velasco volver al Congreso para retomar las negociaciones.

Finalmente, para zanjar, se resolvió que habría primarias en 95 comunas, incluidas Coquimbo y Los Ángeles, que está actualmente en poder del PR y quiere ser disputada por la DC. Pero otro grupo de 25 comunas donde los alcaldes no van a la reelección, como Lo Prado, Talcahuano y Puerto Octay, quedaron pendientes de resolver con un mecanismo diferente a la primaria legal.

A las 23:30 hrs., cuando los papeles estaban firmados, llegaron al Servel y se encontraron con la negativa de Cabrera de aceptar los documentos si no estaba presentes todos los jefes de partido.

A ese inconveniente se sumó que, a última hora, el Partido Radical decidió salirse del pacto a concejales con el PPD y el PC porque, según Correa, no se fijó el protocolo para establecer los cupos. Finalmente, pactaron con la IC y el MAS.

Hasta el cierre de esta edición, los secretarios de partidos seguían evaluando el curso de acción legal que tomaran para inscribir las primarias. Entre las opciones que se analizan, está presentar un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago, recurrir a la nueva justicia de la ley electoral o acudir ante el Consejo directivo del Servel para que resuelva.