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Nacional

2 de Diciembre de 2016

Felipe Berríos, cura jesuita: “hay un muro que es todavía mucho más cruel que el que promete Trump”

Ese muro es "de rechazo al que es distinto, al que tiene la piel de otro color o habla de otra manera. El rechazo que antes había hacia el más pobre, ahora los prejuicios apuntan hacia los inmigrantes. Estamos ante muros que son invisibles y que son mucho más tremendos que un muro de tres metros de concreto", advierte el sacerdote respecto de los prejuicios hacia el inmigrante.

Por

berrios

En medio del acalorado debate por la inmigración, con las ya conocidas frases desafortunadas de algunos personajes como Sebastián Piñera o Manuel José Ossandón, el cura jesuita Felipe Berríos habla del tema con Ciper, y lo hace desde la perspectiva de quien habita en una de las regiones donde los extranjeros han penetrado con fuerza, como es Antofagasta. “Hay que atajar esa campaña desde la raíz, hay que ponerse firmes”, dice.

Berríos opina que el tema es contradictorio, sobre todo pensando en una nación que se forjó en base a inmigrantes. “Nadie alega contra los croatas, los alemanes, los ingleses, los españoles…”, advierte.

Al respecto, pone el punto en la diferencia que la sociedad hace entre los extranjeros provenientes de Europa y los latinos. “Aunque el europeo que llegaba era pobre, le abríamos las puertas. Pero si se trata de un latino, moreno y pobre… ”

“No nos damos cuenta de que nos enriquecen el ADN, culturalmente y, además, nos ayudan económicamente. Ahora, tenemos que ser inteligentes en cómo los acogemos. Obviamente, si los tiramos a la periferia, si ponemos tantas trabas…”

En ese sentido, ocupa la muralla de Donald Trump para construir una metáfora con lo que se puede transformar en una barrera aún peor, como ghettos de miseria.

“Hay un muro que es todavía mucho más cruel que el que promete Trump, y es el muro de los prejuicios, no es de cemento ni se puede fotografiar y hacer campañas con él: es el muro ideológico que tenemos internamente”.

Ahonda con que ese muro es “de rechazo al que es distinto, al que tiene la piel de otro color o habla de otra manera. El rechazo que antes había hacia el más pobre, ahora los prejuicios apuntan hacia los inmigrantes. Estamos ante muros que son invisibles y que son mucho más tremendos que un muro de tres metros de concreto”.

El cura asentado en la población La Chimba refiere a Cristo como ejemplo de lo que se debe hacer para no caer en el prejuicio de criminalizar al inmigrante. “Jesús fue expulsado de su país y nació en Belén, que no era su tierra”.

La entrevista original acá.

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