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Nacional

17 de Febrero de 2017

Así es ser un Uber ABC1

Existe un segmento premium de la aplicación, donde sólo se usan autos de alta gama como los Mercedez Benz, los BMW, los Audi, entre otros. Los dueños de esos vehículos de lujo dicen que se embolsan como 700 lucas en pocas horas, y después de las pegas oficiales. Los clientes... son tildados como gente de "otro nivel", o lateros que sólo hablan de plata.

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UberBlack existe desde 2014 y a diferencia de Uber X es la aplicación orientada a un segmento más cuico, pues sólo son se incluyen autos de alta gama como son los Meche, los BMW o los AUDI. Acá tres tres historias de conductores que en sus ratos libres salen a hacerse lucas en sus vehículos de varios millones de pesos.

“No es por discriminar, pero la gente que los usa tiene como otro nivel. Con ellos se puede tener una conversación más o menos entretenida”, dice Enrique Corvalán, el ingeniero comercial que de día es jefe en una empresa y por la noche maneja su BMW.

Corvalán se mete al bolsillo 700 lucas por cuatro horas días de taxeo vip. Al ser consultado por la referencia al “nivel”, responde que es “gente que quiere irse más cómoda”, que “debe buscar a alguien que sea más o menos de su nivel para tener una conversación simpática”.

Erick Cortés, tiene 28 años, también es dueño de un BWM y su trabajo oficial es asesor de ahorro e inversión en una AFP. Transporta gente en su tocomocho en los ratos libres durante el día y en la noche, a la hora de los after.

Los viernes y sábados por la noche le da duro al sector oriente. “Una vez recogí a un tipo que salía de un fiesta en el Hotel Hyatt. Estaba sentado en la escalera, iba bien vestido y todo. Lo subí. Iba como medio apagado. Caché que iba pasado (…) Hasta los ayudé a vomitar”.

Soledad Cáceres tiene 58 años, admite que no tiene necesidades económicas, pero que decidió manejar su auto lujoso por entretención. “Me encanta conversar y me carga estar encerrada (…) Además siento que es seguro. Lo piden por cerca de donde vivo en Las Condes, que son lugares que conozco”.

A diferencia de Corvalán, Soledad dice que el tipo de clientes son una lata andante. “Mira estos edificios los hice yo. Mira tengo toda esta plata”, son los diálogos que frecuentemente escucha.

“Creen que eres chofer, que el auto no es tuyo, que es prestado”, agrega.

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