Columna de Claudio Bertoni: Entrevistas

Ya sea por buenas o malas razones he tenido que dar o no he tenido pero al final he terminado dando más entrevistas de las necesarias y yo pensaba que las entrevistas eran así: a uno le hacían una pregunta que aparecía en el diario o revista así en letras negritas por ejemplo ¿cuál es su nombre? y uno daba su nombre y el mismo quedaba ahí como respuesta y de ahí pasábamos a otro pregunta por ejemplo ¿cuál es su estación favorita del año? y ahí de nuevo uno contestaba y lo que uno decía quedaba ahí abajo de la pregunta respectiva y no había donde perderse pero las entrevistas no son así las entrevistas son de esta otra manera llega el periodista o la señorita periodista con una grabadora y empieza a conversar con uno y a preguntarle cosas durante una dos tres horas y por lo general todo es sonrisas y buena onda y después se va para la casa o para la oficina o da lo mismo pero lo que no da lo mismo es lo que hace con las tres horas de conversación el periodista o la señorita periodista hacen algo que se llama editar la entrevista lo que significa que inventan o no inventan preguntas para lo que uno les dijo y sacan trozos de lo que uno les dijo y lo adecúan a lo que ellos deciden o piensan que será el look de la entrevista y a veces se equivocan también por ejemplo yo salgo diciendo en una entrevista que había estado en el Hospital Siquiátrico de Santiago donde hay casi puros asesinos en serie y locos de atar y lo que yo había dicho es que al igual que miles de otros chilenos había ido modestamente al siquiatra eso me pasó hace mucho tiempo pero ahora reciencito no más y por eso escribo esto se amontonaron tres entrevistas en un par de semanas y en una de ellas aparezco diciendo que si tuviera un revólver en el velador ya me habría volado la tapa de los sesos cosa que no he dicho jamás y no es porque yo tenga algo en contra del suicidio al contrario soy absolutamente partidario de que uno se borre del mapa cuando lo estime conveniente y no sólo porque tenga alguna enfermedad dolorosa infame terminal pero mejor no sigo hablando de esto otra cosa que dice esa entrevista es que a fin de año una conocida editorial universitaria publicará una colección de mis entrevistas lo que no es cierto lo que es cierto es que la editorial Overol publicará una larga conversación con dos poetas y un sociólogo otra cosa que salgo diciendo en una de estas conversaciones y es la que más me molesta es que un centenario y célebre poeta vino a felicitarme por un libro reciente lo que es absolutamente falso es verdad que el poeta vino a verme pero no para felicitarme sino que para conversar de algo que no es el caso mencionar aquí o vino a verme él sabrá por y para qué y cuando hablo de él no digo su nombre de pila como si fuéramos viejos amigos ya que apenas lo conozco sino que doy su nombre y apellido o sólo menciono respetuosamente este último y no como en la entrevista donde aparezco tratándolo de tú y lo que digo acerca de la ficción y la narración internacional y nacional y Roberto Bolaño en la susodicha no es textualmente lo que dije ni tampoco lo que digo acerca de vivir solo y estar totalmente abstraído del medio artístico y literario ahí están la fotografías y ahí están los libros que andan por el mundo y respecto a las inauguraciones y lanzamientos de libros a las que no asisto y no me agradan que cada uno haga lo que le gusta no hay juicios de valor aquí y mucho menos propaganda de anacoretas versus “frívolos” que no se pierden una lo que hay que hacer con las entrevistas en realidad es lo que hice justo con una entrevista que me pidieron del Mostrador justo después de las que cuento les dije que no quería conversar más que a estas alturas del partido hablar de mí me daba náuseas pero que si querían me mandaran las preguntas por mail que se las contestaría y salió perfectamente bien no cambiaron absolutamente nada eso es lo ideal incluso me gusta porque puedo expresarme con claridad decir con claridad lo que pienso y no andar por ahí diciendo cosas que no pienso y que aparezco desgraciadamente diciendo.

Claudio Bertoni Lemus. Abril 2017