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Cultura

8 de Octubre de 2017

Comedia de avenida Irarrázabal, de Bruno Vidal

Para ilustrar la obra me remito a la ficha o presentación de la obra: “ La obra comienza con la celebración del cumpleaños de una de las hijas del matrimonio Irarrázaval, la joven Delia. En estos encuentros, ellos acostumbran a hacer representaciones escénicas donde se disfrazan, cantan, bailan y se divierten interpretando los más diversos personajes. Todo fluye con normalidad hasta la llegada de un invitado especial, Lalo Becerra, un joven humilde que corteja a María del Pilar, la más bella de las hermanas. Segundo acto: otra celebración del cumpleaños de Delia. Sin embargo, esta vez, no hay juegos ni representaciones. La familia Irarrázaval está en bancarrota y Becerra es, en cambio, un comerciante acomodado”.

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Comedia de Avenida Irarrázabal es una adaptación que he hecho de una obra de teatro del autor inglés J. B. Priestley titulada El tiempo y los Conway, obra estrenada en 1937, y que a la postre se constituyó en un clásico de permanente montaje en los teatros del mundo. Hace un mes se estrenó en Broadway.

Al conocer la obra de Priestley, me llamó poderosamente la atención la estructura narrativa de caracteres anacrónicos evidentes. Aquí campeaba la prolepsis de manera novedosa. La obra Priestley la concebía en tres actos, en el segundo se anticipaba el final de la acción y los personajes, de tal manera que la vuelta al pretérito en el tercer acto implicaba un desafío mayor al diseño teatral en su conjunto: decorado, performance de los actores, sentido dramático. Obviamente Priestley tenía en mente no sólo un mero artificio estructural, me daba la impresión que el autor se proponía una jugarreta de marca mayor, exponer la obra a una visión de mundo asociada a un concepto de representación, como juego de apariencias, en que era posible adjudicar un fatalismo a la conciencia de los personajes desenvueltos en la decadencia, en la precariedad y finalmente en la miseria moral. Entonces la ruptura de lo lineal se ponía al servicio de una premisa ineludible: parece que no era posible torcer el destino, éste se imponía. No cabía entonces la lucidez fructífera y previsora. Toda esa percepción de Priestley me condujo a plantear una adaptación a la realidad nacional con un tiempo específico: 1967- 1987. Y la elección desde luego no era capricho. Esa veintena en Chile era muy sintomática y decidora en la cultura y en la política. Y fiel a la obra original he situado la acción en el mismo ámbito social, esto es, en la clase media y precisamente en los arquetipos de esos años chilenos.

Ponía en escena a la clase media de la comuna de Ñuñoa, de ahí, el título de mi versión : Comedia de Avenida Irarrázabal .

Para ilustrar la obra me remito a la ficha o presentación de la obra: “ La obra comienza con la celebración del cumpleaños de una de las hijas del matrimonio Irarrázaval, la joven Delia. En estos encuentros, ellos acostumbran a hacer representaciones escénicas donde se disfrazan, cantan, bailan y se divierten interpretando los más diversos personajes. Todo fluye con normalidad hasta la llegada de un invitado especial, Lalo Becerra, un joven humilde
que corteja a María del Pilar, la más bella de las hermanas.  Segundo acto: otra celebración del cumpleaños de Delia. Sin embargo, esta vez, no hay juegos ni representaciones. La familia Irarrázaval está en bancarrota y Becerra es, en cambio, un comerciante acomodado”.

En mi adaptación, hice acopio de las costumbres y de los lenguajes chilenos de distintos estratos. Me he esmerado en contraponer los veinte años citados para dejar entrever el comportamiento de nuestra clase media, donde comparecen distintas figuras: la artista impotente, el snobismo, la venida a menos, el arribismo, el tipo mantenido, la jovencita idealista, el padre patriarcal ausente, la activista entusiasta, la siutiquería ridícula, el homosexual reprimido y otros tópicos añadidos.

Comedia de Avenida Irarrázabal cuenta con la dirección de mi amigo Camilo Carmona y cuenta con un elenco de primera clase; ( Katy Kowaleczko, Catalina Stuardo, Javiera Díaz de Valdés, Iván Parra, José Palma, Andrea García Huidobro, Silvanna Gajardo , Omar Morán , Alejandra Oviedo, Juan Pablo Peragallo ). Estará en cartelera hasta el 4 de noviembre en el Teatro Nacional. Queridos lectores dejo abierta la invitación; Comedia de Avenida Irarrázabal, una obra digna de crédito y espléndida.

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