Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

31 de Marzo de 2018

¿Qué se lee en las cárceles chilenas?

Están presos y muchas veces se sicosean. Las horas pasan lento y por la mente vuelve un pensamiento recurrente: recuperar la libertad, estar en la calle. Entremedio se cuela un libro y por algunas horas su anhelo se vuelve realidad. Así la filosofía, historia, novelas y textos de autoayuda, se transforman en una herramienta que los libera y que les permite romper fronteras. Acá los testimonios de personas privadas de libertad de Colina 1 y del Centro Penitenciario Femenino, que desde el 2015, cuando Gendarmería y la Dibam se unieron para impulsar el Plan de Fomento Lector, encontraron en la lectura un método para despejar la mente e instruirse a través de autores como Pedro Lemebel, Friedrich Nietzche o Josefa Wallace.

Por

Eduardo Miranda
47 años

Libro favorito: La insoportable levedad del ser (Milan Kundera)
Sobre el velador: “Libros varios de Friedrich Nietzche y autoayuda”
“En la cárcel encontré el coaching, la filosofía y nuevas cosas para mi burbuja como Nietzsche y Baruch Spinoza, que ahora son mis favoritos. Estoy en esa, filosofando. Esa hueá te hace pensar bien y harto, te distrae, trabaja tu mente. Te das cuenta que la cagaste, pero que se puede enmendar. A todos los que estamos acá nos faltó preparación para que podamos ser feliz haciendo otra cuestión y no robando. Mi gran logro el año pasado fue conseguir una lámpara móvil para leer, porque soy corto de vista. Me la regaló un profe, y la tengo en mi pieza hasta las doce de la noche, cuando apagan la luz. Lo mejor para mi es la lectura en cama, compadre. Aquí muchos llegan con la armadura, con eso de ser duro, pero después cuando uno lee se da cuenta que eso es pura manipulación de los demás. Haciéndole daño a otra persona estai haciendo dos daños, uno a ti mismo y otro al tercero, y eso no es fácil de darse cuenta. Yo logré hacerlo”.

Julio Aguilera
51 años

Libro favorito: Juan salvador gaviota (Richard Bach)
Sobre el velador: El jilguero (Donna Tartt)
“Los libros te hacen mejor persona. Yo leo de todo pero me gusta la literatura fácil, no tanto los autores latinoamericanos como Cortázar, Borges, Vargas Llosa porque los encuentro muy duros y te piden mucha cabeza. Leo para relajarme y para entretenerme, por eso me gustan las historias digeribles. Cuando ando sicosiao, o siento cómo la cárcel me abruma, agarro un libro y salgo un poco. Y es verdad que el encierro te aplasta, ahoga. Mi libro favorito es “Juan salvador gaviota” y ya perdí la cuenta de las veces que lo he leído. Me enseñó que uno puede lograr las cosas que quiere, porque además creo en el hombre. Soy cristiano, ojo, pero de ahí que Jesús sea hijo de dios es otro tema, más teológico. Ahora estoy en esta, incluso di la PSU y saqué el mejor puntaje de acá. Mi plan es estudiar contabilidad en la calle y alguna vez escribir un libro”.

Iván Araya
25 años
Libro favorito: Dios no es bueno (Cristopher Hitchens)
Sobre el velador: Hitler y la Segunda Guerra Mundial (Enrique Brahm)
“Lo que me gusta más es la filosofía y la anti religión. Con “Dios no es bueno” aprendí que no todo es lo que parece o te dicen cómo es, sino que hay que buscar una realidad distinta a lo que nos han contado siempre. Los temas de anti religión muestran cuál y cómo es la verdad, sobre todo de manera lógica. Las cosas que salen en la biblia no son lógicas, no concuerdan los tiempos y no tienen bases sólidas, casi todas son tradiciones orales hebreas. Antes era una persona ignorante. Si decían que el cielo es azul porque dios lo hizo azul, yo lo aceptaba, pero ahora no, tengo mi opinión y mi criterio, y lo que pienso lo hago valer con base en lo que he estudiado. Ahora estoy muy metido en la Segunda Guerra Mundial y Hitler, llevo varios libros sobre su vida, batallas, estrategias de guerra. De él hay varias cosas que se pueden rescatar, no hay que quedarse solamente con su parte de monstruo. Era una persona inteligente, que supo manipular las situaciones a su favor, tenía poder de convencimiento, sus palabras eran asertivas. Aparte contaba con colaboradores que lo apoyaban. No cachaba que tenía un encargado de relaciones públicas, o un comunicador, y que por eso es importante rodearse de personas inteligentes”.

Cristian Vega
31 años

Libro favorito: La barrera del pudor (Pablo Simonetti)
Sobre el velador: Puertas negras (Héctor Landeros)
“Cuando tengo un libro mi mente sale de este encierro, de este agujero negro. Tiene un poder espiritual que hace que las cadenas que me tienen amarrado me suelten a un mundo desconocido. Cuando llegué era super flaite y atrevido, picao a choro, estaba ni ahí con nadie, pronunciaba mal las palabras. Pero la lectura, el liceo y leer libros me ha ayudado a dialogar y hablar mejor, tener expresiones que se entiendan. “La barrera del pudor” me gustó mucho. Se trata de un hombre que es precoz y quiere hacer feliz a su mujer en el sentido del amor. Con ese libro pude entender que no solamente el sexo satisface a una mujer, o llenarla de felicidad, ya que hay muchas formas de poder ser feliz con tu pareja. La vedad es que me conmovió harto, ha sido el mejor que leído acá. Cuando salga a la calle me voy a enfrentar a una realidad muy dura para las personas que tienen antecedentes, porque les cuesta encontrar trabajo y eso mismo te lleva a tomar decisiones que pueden traer consecuencias negativas, como caer preso de nuevo”.

Marisol Quezada
46 años
Libro favorito: La casa de los espíritus (Isabel Allende)
Sobre el velador: Yo (no) quiero ser feliz (Eugenia Weinstein)
“En el colegio leía cosas como “Bodas de sangre”, pero ahora me gusta leer sobre autoayuda, porque el sistema de vida que una lleva es medio agresivo, muy impulsivo y leer me hizo recapacitar. Afuera me proyecto con algún negocio en el que pueda poner en práctica todo lo que he aprendido acá, y no me refiero solamente a habilidades, sino también pensamientos. Por ejemplo, con “Cometas en el cielo”, me di cuenta que a veces una se ahoga en un vaso de agua, cuando hay realidades que son mucho más crueles y devastadoras; o con un libro de la Pilar Sordo, que trata sobre una señora que vive en Dichato y no tiene casa propia, hasta que pelea por conseguirla pero nunca se echa a morir en el camino. Y el que estoy leyendo ahora, “Yo (no) quiero ser feliz”, trata sobre buscar la felicidad pero por la superación de los problemas, no ser feliz por serlo no más, sino que hay que poner de tu parte. De repente no nos damos cuenta que tenemos todas las cosas al alcance de la mano y nos agobiamos por tonteras, que sí se pueden superar”

Yamilet Peredo
23 años
Libro favorito: Pepi la fea (Josefa Wallace)
Sobre el velador: El heredero (José María Merino)
“Mis libros favoritos son los que me sacan una sonrisa, aunque las internas me anden preguntando por qué me estoy riendo sola. Igual el libro que arrasa aquí es “Las 50 sombras de Grey”, pero no sé, le tengo mala espina. Es que como a todo libro hay que tomarlo con las manos, y yo no sé qué hacen las personas con sus manos mientras lo leen, pero lo puedo imaginar. Me han contado tantas cosas… mujeres presas, con tanto tiempo a solas… usted sabe. Ahora estoy leyendo “El heredero”, pero como trabajo en repostería ya no tengo mucho tiempo para leer. Igual me las arreglo y busco un libro de recetas para aplicarlas, y con buenos resultados, porque renové el set. De hecho, afuera quiero seguir trabajando en cocina y perfeccionarme cada vez un poco más. Aparte de eso, me gustaría mucho escribir algo, pero eso es más difícil”.

Vicky Aravena
32 años
Libro favorito: Tengo miedo torero (Pedro Lemebel)
Sobre el velador: Amando a Pablo, odiando a Escobar (Virginia Vallejo)
“Me acuerdo de “Pregúntale a Alicia”, que lo leí cuando estaba internada y lo terminé cuando fui mamá, me demoré años. Me marcó mucho, porque cuando lo leí en la adolescencia no lo entendí porque lo encontré aburrido. Después, cuando tuve tiempo de concentrarme, le tomé la importancia y desde que lo terminé empezó a gustarme mucho más la lectura. Pedro Lemebel con sus libros me llevó a recorrer Santiago y con sus historias también viajé a Cuba. Pero el libro que más me ha gustado, a ojos cerrados, es “Tengo miedo torero”. Me enamoré de ese libro porque tiene harto contenido político y está muy bien escrito. Con él aprendí que todos se pueden amar: hombre con mujer, hombre con hombre, mujer con mujer, siempre y cuando haya respeto de por medio. Ahora estoy leyendo sobre Pablo Escobar, pero no porque quiera seguir a un delincuente, sino porque encuentro interesante su historia y los matices que pueden convivir en una sola persona”.

Notas relacionadas