Columna de libros de Silvana Angelini | “Baumgartner”, la nueva novela de Paul Auster: una personalidad luminosa

Hace seis años que el escritor norteamericano Paul Auster no publicaba un nuevo libro. Conocido a nivel mundial por “La trilogía de Nueva York”, “Leviatán” y “Mr. Vértigo”, había estado recluido durante la pandemia, peleando contra un cáncer, y más tarde en luto por la muerte de su hijo y su nieta.

“Baumgartner” es el resultado de ese encierro: el libro publicado por Seix Barral cuenta la historia de Seymour Baumgartner, un filósofo jubilado que vive en Nueva Jersey, y que recuerda a la esposa que perdió hace ya nueve años. 

El libro se divide en dos partes. En la primera, el protagonista recuerda, añora, y arma un retrato de su mujer, para luego emprender otra relación amorosa a los sesenta años. Auster vuelve, como lo hizo en “El país de las últimas cosas”, a contar una historia simple, cotidiana, y muy bien escrita.

Para los que dejamos de leerlo por un tiempo, este libro nos vuelve a conectar con la manera que tiene Auster de retratar los ritos cotidianos como acostarse a leer, cocinar, salir a pasear. Entre cada línea se arma un paisaje que hace pensar sobre el amor, los recuerdos, o cómo se ama de nuevo. En ese sentido evoca las primeras novelas que tanto nos gustaron de Auster. 

“Baumgartner” es un libro con mucho humor, al protagonista le suceden pequeñas catástrofes cotidianas, como quedarse encerrado en su sótano, cortarse los dedos en la cocina o caer estúpidamente por las escaleras, evento que lo hace reflexionar que “el accidente no lo convertirá en un inútil babeante listo para el asilo”. Esta ligereza inicial muta y se transforma en una añoranza a su mujer Anna, el protagonista recuerda cómo murió ahogada por una ola, cuando una “cresta monstruosa y feroz que le rompió la espalda y la mató”.

Todo este trayecto, y sus descripciones en relación al amor, hace muy valioso y emocionante al libro, sobre todo en detalles como la “personalidad luminosa” de su mujer, cómo se conocieron, y la brillante traductora que era. El luto es comparado con el síndrome del miembro fantasma, donde después de que se amputa una extremidad aún se la puede sentir como si estuviera ahí: “Ahora es un moñón humano, un hombre desmembrado que ha perdido una parte de sí mismo, y que ya no está entero”.

El libro va mutando a lugares más luminosos, el duelo inicial se mezcla con la descripción hermosa del tiempo que pasaron juntos Baumgartner y Anna, donde el protagonista recuerda: “Gracias a Dios por todas aquellas delicadas sonatas matinales, cuando se despertaba con el ruido de los dedos de Anna martilleando las teclas, es decir, se despertaba con el sonido de la mente de Anna”.

Auster escribe sobre un hombre enamorado, sobre el recuerdo que deja el amor, y cómo se lucha para tratar de que esas remembranzas no corrompan la vida e impidan avanzar. Hay algo de valentía y arrojo del protagonista en volver a enamorarse a esa edad, con alguien muy diferente a su mujer, donde “se detiene a pensar por qué se ha enamorado tanto de dos mujeres tan distintas. La llana, directa, y espontánea Anna, y ahora la desenvuelta y refinada Judith”. 

Auster escribe un libro centrado en las torpezas, añoranzas e intermitencias del amor y en lo cotidiano, y amable que puede ser el encuentro con alguien nuevo después de haber tenido el amor más profundo con alguien que murió en los brazos del protagonista. Es una novela emocionante, chistosa, triste y esperanzadora sobre el encuentro con el otro y sobre descubrir en nosotros una verdad emocional.

Baumgartner.

Paul Auster.

Editorial Seix Barral.

$18.900.