Nacional
5 de Junio de 2018Mamá del joven que murió en hospital de Quilpué tras esperar 10 horas: “Me dijeron ‘no se pudo hacer nada'”
“Qué pasa, dónde están los médicos, mi hijo se siente mal, necesito ayuda. Soy una mamá desesperada… Esperé, esperé, esperé. Pasaron las horas y como a las 2 de la mañana recién le tomaron una radiografía, lo bajaron a rayos. Después lo subieron para un examen de sangre. Mi hijo estaba con sus ojitos idos, sólo lo escuchaba decir ‘mamá, mamá, me lele’”, recordó Lorena Olivares sobre ese duro momento.
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(Imagen referencial).
En un caso que ha conmocionado al país se convirtió el caso del joven (20) que perdió la vida tras esperar por más de 10 horas ser atendido por una crisis epiléptica en el Hospital de Quilpué.
Su madre, Lorena Olivares, entregó su crudo relato a Radio ADN, instancia en la que detalló esos angustiantes momentos dentro del Hospital de Quilpué, así como también lo que sucedió cuando se dio cuenta que su hijo había muerto.
Sobre su llegada, contó que ingresó y señaló: “Qué pasa, dónde están los médicos, mi hijo se siente mal, necesito ayuda. Soy una mamá desesperada… Esperé, esperé, esperé. Pasaron las horas y como a las 2 de la mañana recién le tomaron una radiografía, lo bajaron a rayos. Después lo subieron para un examen de sangre. Mi hijo estaba con sus ojitos idos, sólo lo escuchaba decir ‘mamá, mamá, me lele’. Él no hablaba bien”.
Tras insistir en la ayuda, indicó que sólo le contestaron que “tiene que esperar a los médicos, los médicos están ocupados, están viendo a otro paciente”.
Agregó que “después me dijeron que le harían un examen de orina. Lo llevé al baño, lo bajé como pude de la silla de ruedas, él no tenía fuerzas. Al pararlo de la silla de ruedas mi hijo se cae, el guardia estaba parado y los paramédicos caminaban. Una señora que estaba con su mamá esperando ser atendida fue la única que me ayudó”.
En otros pasajes recordó lo siguiente:
“Yo diciendo ‘necesito un médico, la doctora que había ahí que era de cirugía me dijo que ella no tenía que ver y tenía que esperar al médico de turno. Le dije ‘señorita necesito que vean a mi hijo’. Y me respondió: ‘no me grite’”.
Olivares precisó que en ese momento “me quedé con mi hijo, lo tapé. La vena se le movía. Pregunté qué pasaba y me dijeron que era así. Pasaron las horas y un paramédico me preguntó si orinó y le dije que no. Ya entonces le pondremos una sonda (…) Le dije a mi hijo ‘Luis Felipe’… le toqué su carita y estaba muy helada. Sus labios y manos moradas. Estaba tieso mi hijo (…) Me di cuenta que mi hijo estaba muerto, que ya no había nada que hacer”.
En medio de la pena y el dolor, cuenta que se paró para exigir explicaciones: “Les dije ‘qué pasa, mi hijo está muerto’. La respuesta fue ‘no, espere, vamos a ver’ y lo pasaron a sala de reanimación y me hicieron salir (…) La misma doctora de cirugía me echó y decía ‘llamen al guardia y a carabineros para que la saquen’”.
Resaltó que “esperé afuera y veo a mi hijo en esa camilla y me dijeron ‘no se pudo hacer nada. Tu hijo falleció‘. ¡Por qué me arrancaron a mi hijo! Se supone que se llevó de urgencia y no me lo atendieron, por qué si iba con taquicardia no le hicieron un electro”.
Según afirma ADN, el Hospital de Quilpué expuso que “existía en ese momento un contexto de una alta demanda asistencial, con presencia de pacientes de gravedad, dos de ellos en reanimación que requerían presencia de gran parte del equipo de salud”.