40 años después de su estreno, el director Horacio Videla presenta una adaptación del clásico “Hojas de Parra/ salto mortal en un acto” escrito por Jaime Vadell y José Manuel Salcedo en 1976. La obra podrá verse -por única vez- en la explanada del Museo de la Memoria con entrada liberada este jueves 6 de diciembre a las 20 Hrs.
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Horacio Videla es uno de los miembros fundadores de la Compañía Gran Circo Teatro y, además, actor en la mítica “Negra Ester” original realizando giras por más de 15 países junto a Andrés Pérez. Desde entonces a la fecha, el docente de la Escuela de Teatro UAHC, ha estado detrás de premiados montajes como “El Sueño de Clara”, “El Arte de la Fuga”, “Woyzeck” y “La Historia Sin Fin”.
Hoy dirige “Ambigüedad … o muerte”, el director revisita y adapta el texto clásico de “Hojas de Parra /Salto mortal en un acto”, que construyeron Jaime Vadell y José Manuel Salcedo a partir de los poemas de Nicanor Parra. En su momento, la pieza no pudo concluir su única temporada tras quemarse la carpa de circo donde se desarrollaba en un alevoso incendio en 1976. La obra se presenta por primera vez desde entonces este jueves 6 de diciembre en el Museo de la Memoria.
Videla dice que mantenía la intención de reinterpretar la obra desde que fuera alumno de Vadell en la Universidad Católica y se acercara al texto en la cátedra y el tiempo libre que dejaban las tomas de aquellos años. La adaptación recrea la historia de un espectáculo clownesco donde el espectáculo se ve alterado por la extensión del cementerio local y sus muertos con la consecuente invasión de cruces dentro de la arena del circo. Dentro de las rutinas destacan los versos del antipoeta y la persistencia de un candidato presidencial que ofrece fantasiosas medidas.
“Como se trataba de los días más duros de la dictadura, la obra no cayó nada bien y fue objeto de malas críticas por parte de los diarios de la época. Probablemente eso hizo que se convirtiera en un éxito a las pocas funciones, llenando la carpa ubicada en Marchant Pereira con Providencia. Quizás esa incomodidad del poder hizo que la carpa fuera quemada después de varias censuras”, cree el director.
Explica que esta versión 2018 –escogido como número principal del aniversario número 43 de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano- adopta muchos paisajes distintos en términos teatrales y así como bebe de la obra de Parra, incluso se da tiempo de crear contexto recurriendo a otros textos de Jaime Guzmán que son aportes de los estudiantes a cargo de investigar y montar la obra. “Los chicos aportan un interesante juego filosóficos y de textos de personajes clave de la dictadura que resultan en una pieza muy cuidada y fresca. Una relectura que actualiza el texto original y que la hace muy recomendable para jóvenes que no conocen de cerca la cotidianidad de esos años de la dictadura militar”, señala sobre lo que significaban los toques de queda, el chancho chino y otras precariedades y libertades afectadas.
Censura de ayer y hoy
Muchas de estas impresiones, dice el director, que las escuchó de primera fuente por parte de los actores a cargo de la obra. “Claro, son muy jóvenes y tienen toda la tecnología a mano como para no saber lo difícil que era antes de internet conseguir un libro o que muchas de esas restricciones que se viven hoy en materia cultural, como los recortes de fondos en cultura, son otras formas de censura. Es interesante como las ideas del texto que tiene más de 40 años rebotan en ellos y se convierten en algo nuevo, en una reflexión sobre la resistencia. En cómo hacerlo para no convertirse en algo que no se desea ser, en no caer en lo que hoy o desde años atrás se ha considerado como “una persona legal”, sino como una forma auténtica de resistir”, plantea.
-¿Cómo crees que ha envejecido una obra pensada para el circo o el teatro popular respecto a la disminución de espacios públicos para ejercer el trabajo teatral?
-Creo que la obra propiamente tal se potencia por su característica circense. Las artes escénicas que confluyen acá son varias de las líneas que se enseñan en la Escuela de Teatro de la Academia: teatro de la voz, popular, político o callejero. Mucho de eso también tiene que ver con cómo saber trabajar en un ambiente que puede ser hostil, que es algo que pasaba ayer, pasa hoy y sucederá mañana cuando trabajas en este tipo de teatro. Estas obras.
–¿Qué te parece que en estreno censurado y silenciado durante tanto tiempo tenga lugar en el Museo de la Memoria?
-Me parece maravilloso que esta sea la obra con la que la UAHC celebra su aniversario número 43. Yo estudié en la UC con la Pali, Jaime Lorca y Juan Carlos Zagal Zagal, en una época muy dura cuando nos cerraron la universidad porque nos tomábamos la escuela en los 80. Entre otras cosas, estudiábamos este tipo de textos y es curioso que ese círculo cierre acá y en el Museo de la Memoria. Los que puedan verla se darán cuenta de que se trata de un trabajo muy difícil de montar, pero fantásticamente organizado por actores jóvenes que demuestran lo pujantes que son.