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Opinión

15 de Marzo de 2019

Columna Juan Ignacio Latorre y Frente estudiantil: Por la educación como derecho

"Si bien compartimos la necesidad de establecer diferentes mecanismos que promuevan una titulación oportuna, es imprescindible que estos no tengan por supuesto la eficiencia económica. En ese sentido, es preciso que los estudiantes puedan estudiar, de forma gratuita, conforme a la real duración de las carreras y programas, de forma que atienda a la multiplicidad de factores que producen un retardo en las mismas", dicen Juan Ignacio Latorre y Camilo Pérez del Frente Estudiantil de RD.

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Cuando entendemos que las y los estudiantes afectados con la “gratuidad voucherizada” son quienes, en su mayoría deben soportar económicamente las consecuencias que acarrea un retraso en sus estudios, podemos comprender que la educación de mercado sigue más presente que nunca, la gratuidad entendida como beca hacia el estudiante y no como derecho social genera que hoy, 27 mil jóvenes vean sus sueños truncados.

Ante esta realidad, en vez de buscar cambios estructurales al financiamiento de educación superior y, en el intertanto, prolongar el tiempo de cobertura de la gratuidad, el gobierno propone el endeudamiento como solución a este problema. Es decir, la conquista por medio de la lucha social, aunque de forma imperfecta, de avanzar en la gratuidad, queda supeditada a un rendimiento perfecto, alejándose de la realidad universitaria en general.

Si bien compartimos la necesidad de establecer diferentes mecanismos que promuevan una titulación oportuna, es imprescindible que estos no tengan por supuesto la eficiencia económica. En ese sentido, es preciso que los estudiantes puedan estudiar, de forma gratuita, conforme a la real duración de las carreras y programas, de forma que atienda a la multiplicidad de factores que producen un retardo en las mismas.

Es importante promover la calidad en todo el sistema, y para ello hay que abandonar la comprensión de que el financiamiento a la educación superior es un gasto estatal que hay que reducir, en beneficio de otras necesidades sociales. La educación es el motor de desarrollo de una sociedad, y el financiamiento a la misma no es solo un beneficio individual. En ese sentido, ella debe ser comprendida como un derecho social, donde la gratuidad es una característica del mismo.

Sin embargo, hoy 27 mil estudiantes deben hoy decidir si se endeudan para continuar sus estudios, alejándose de la de educación pública, gratuita y de calidad por la que tantos lucharon, o toman el camino de abandonar sus carreras, que en muchos casos alcanza más de un 80% de avance académico completado. Probablemente la mayoría optará por endeudarse, pasando a ser un número más en la enorme lista de estudiantes endeudados por algo que, a todas luces, debiera estar garantizado.

Por esos y esas estudiantes que se ven perjudicados por dicha situación, a los que se les niegan derechos, y por quienes prontamente la sufrirán, se hace imprescindible que desde el movimiento social y desde la institucionalidad se trabaje para hacer retroceder a la educación de mercado y se avance en una educación como derecho, de tal modo de hacer retroceder al neoliberalismo de nuestras vidas.

Firman:

Camilo Pérez, Coordinador nacional Frente Estudiantil de Revolución Democrática

Juan Ignacio Latorre, Senador por región de Valparaíso

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