Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

26 de Marzo de 2019

La nueva literatura feminista chilena para Diamela Eltit: “Se está escribiendo desde zonas menos transitadas y sorprendentes”

En época de cambios vertiginosos, la Premio Nacional de Literatura 2018 pide calma para leer la nueva producción literaria que acompaña el auge feminista. Sin embargo, está expectante de los temas y voces que saldrán desde el cieno neoliberal y el vértigo de un movimiento imparable.

Por

El páramo literario de la obra de Diamela Eltit (1949), Premio Nacional de Literatura 2018, es descrito por ella misma como un terreno psíquico perturbador. Una subjetividad desde la que narra una realidad donde impera la contradicción, los marginales, la dominación masculina y el desconcierto de ser mujer en un patriarcado que empieza a mostrar fatiga de material.

Una extensa historia literaria, que pasea entre el género y la cultura subalterna suena contingente en épocas de cambio, al igual que en los años en que la cuestión de género y la periferia eran contracultura. Esta crítica política, desde su primera novela “Lumpérica” (1983) hasta otras más recientes como “Mano de obra” (Seix Barral, 2002), suman una interpelación del patriarcado como gesto al mecanismo capitalista donde convergen trabajadores marginados y marginantes, mujeres precarizadas y nociones de desigualdad como evidencia irrebatible.

“Ya sabemos de manera fehaciente que, en Chile, como en otros países de América Latina existe y transcurre una impresionante desigualdad. Que la puesta en marcha del neoliberalismo global se ha articulado desde la producción de un horizonte desigual que no termina de profundizarse. Ya la palabra misma “desigualdad” ha perdido su dramatismo para transformarse en una palabra técnica, retórica, sin cuerpos, sin territorios, sin hablas”, señala la Premio Nacional de Literatura 2018.

En ese juego de segregados hay buenos y malos. Los que vemos en noticieros y matinales protagonizando portonazos y alunizajes, mientras los otros son la portada de acciones paternalistas que se convierte en discurso hegemónico como partes de un fantasma, de un monstruo precisa:

“Ese es el enemigo, el monstruo Frankenstein que ataca y destruye, que fue producido en un laboratorio en donde se ensayó una y otra vez la exactitud de su emergencia. Ese Frankenstein memorable atravesó los tiempos y se repone por la suma de pedazos de cuerpos sin valor para la hegemonía. Un cuerpo cosido por la ciencia que se levanta una y otra vez para sembrar el pánico. Podemos pensar que hoy nos sobrevuela la arista del fantasma Frankenstein en las marcas de un preciso ensayo económico que ejecuta la tarea de producir desigualdad y ejecuta el trabajo de diseminarla”, plantea Eltit, quien dictará una conferencia abierta a todo público este miércoles 27 de marzo a las 16.30 Hrs en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Temas complejos e históricos

Pero el monstruo de la igualdad también hizo estallar un reclamo inesperado a través del movimiento feminista del último año. Un llamado elocuente en busca de mayor paridad, cree la escritora. “Las universitarias chilenas levantaron sus voces para establecer sus demandas y pusieron de manifiesto el malestar ante un estado de cosas. Desde diversas vertientes se asumieron feministas de manera repetida. Y se abrió así una discusión que no ha cesado. Me parece importante señalar, en el marco de las importantes denuncias feministas de las jóvenes que permearon el universo social chileno, que ellas consiguieron configurar una “voz” esta vez masiva ante las irregularidades que rodean al sujeto mujer”

Una irregularidad donde también existe el “fuego amigo” y en el que una parte de las mismas mujeres perpetúan signos de presión que evocan miles de años de voces masculinas que operan dentro de ellas, cree. “Si pensamos en el salario como sustento y la producción como elaboración ingresamos en el territorio específico del trabajo fundado en una inequidad basal de los cuerpos donde el transcurso de la mujer es sub pagada, sub considerada. Al mismo trabajo las mujeres ganan un salario menor que los hombres. Se trata de una realidad mundial, pero especialmente asimétrica en Chile. Desde luego ese pago menor está justificado por el sistema financiero que lo promueve. Teóricamente la mujer debido a su capacidad reproductiva justifica ese menos”, explica.

Pero el cambio es una realidad en ciernes. En ese sentido “lo femenino” cambia, se desplaza y se actualiza, dice Diamela Eltit, pero sin perder ese contexto de brechas y control por parte del patriarcado. “Porque es la desigualdad el pilar que sostiene y ha sostenido en gran parte a los sistemas que funcionan según binarismos rígidos que impregnan y disciplinan”, advierte.

Desde su ámbito literario y radar de lecturas, la escritora cree que aún es prematuro leer linealmente las producciones literarias del movimiento feminista para determinar nuevos relatos y autores que hablen de una consolidación o un período de ensayo. “Se trata de un tema complejo, tenso, histórico. Ahora desde la perspectiva neoliberal y su vértigo por transformar los dilemas en mercado podría ser posible ver una racha de publicaciones de índole comercial. En otro registro, yo pienso que existe un conjunto de autoras y autores que está escribiendo desde zonas menos transitadas y más sorprendentes. Pero más que temáticas, lo importante es cómo se enfocan esas temáticas”, explica.

* Diamela Eltit dictará una conferencia que inaugura el año académico de las carreras del Instituto de Humanidades de la UAHC (periodismo y las licenciaturas en literatura y filosofía) este miércoles 27 de marzo a las 16:30 Hrs. Auditorio Salvador Allende, Condell 343, Providencia.

Notas relacionadas