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Cultura

8 de Abril de 2019

Reseña: El pop y underpop como forma de resistencia

“Así yo tenía tiempo de ver los avisos de trabajo gran parte del día, y de PlayStation, desde los Thundercats hasta las Tortugas ninja. Mis casetes y posters y poleras de rock. Mis primeros libros y revistas. Las fotos del colegio. Mi fortaleza de la soledad.”

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Fanfiction, el tercer libro de Daniel Hidalgo, es un compilado de cuentos en torno a la idea de la decepción, lo quebrantable de las relaciones humanas y la cultura pop (o underpop) como medio de escape y liberación ante los problemas cotidianos. Jóvenes en búsqueda de lo certero, totalmente inseguros de sí mismos, marcan la narrativa de estos personajes inmersos en una marginalidad no estereotipada, sino más bien moderna y centrada en distintas formas de no pertenecer a lo relativamente “normal”. En estas búsquedas de personalidad y escape es que los personajes encuentran en la cultura punk, los comics y la literatura pequeños escapes sintomáticos de un entorno explotador y agresivo.

Pese a lo pop, y con esto me refiero al sin fin de referencias y todo este entorno que va entre lo enfermo y lo pintoresco, el verdadero valor de este libro está en los mundos internos de los personajes. En este texto no hay héroes, ni siquiera antihéroes, sino personajes de un perfil tranquilo que buscan la estabilidad emocional en intereses de goces internos, tales como el leer comics, por ejemplo, acto que solo puede llevarse a cabo solo. Es en estos espacios que algunos de estos personajes encuentran sus formas de ser y de desarrollarse en el mundo, el cual los ha ido apartando bajo distintas circunstancias.

En el primero de los cuentos se refleja lo anterior. A modo blog, un crítico de cine acusa a Marvel de pagar a los críticos por recibir buenas reseñas de sus películas con el fin de conseguir mejor audiencia. “Alerta de Spoiler” es en realidad el único fanfiction, o mejor dicho, es la única recreación de un fanfiction. El personaje, después de hacer una crítica en la que se acepta como un rebelde dentro de este mundo de los comics, -“No estoy hablando de cine, sino de la industria y el dinero, el marketing y la corrupción y los poderes fácticos y los mecanismos de control como la Coca-Cola, el popcorn y el Facebook” – pasa a contarnos sobre cómo conoció a Stan Lee y su crítica a Marvel desarmó la realidad y lógica del universo generando un mundo fantástico en el que quieren asesinarlo.
Los otros cuentos dejan este nivel ficcional para pasar a una narrativa realista ya conocida por el autor. Boris no me dijo trata sobre el suicidio y la soledad que rodea a las personas del universo de los jóvenes representados en el libro. La muerte y el fracaso persigue a los personajes, al igual que en “El pogo más grande de este pueblo”, la historia del cantante Sapito de la banda ficcional Kronopios Infames. En este cuento se refleja la precariedad de la música en regiones. Todo protagonizado por un heroico, pero decadente personaje:

“Me preguntaba si en todos lados el rock sería tan precario. Igual, había en eso un encanto, porque tener una banda en provincia respondía al coraje y a la testarudez fanática, más que a otra cosa. Hacer ruido entre los escombros de pueblos que se caen a pedazos. Íbamos a las tokatas no solo por esa camiseta posera que decía support your local music scene, sino porque realmente esas bandas tenían contenido y una relación directa con la comunidad que las rodeaba, eran reales y podían ser tus amigos”

Este cuento refleja la miseria y la extrañeza de los personajes de las escenas de lugares no centralizados. Tras toda esa cultura del éxito que rodea incluso a movimientos como el punk, el Sapito es invitado a una tocata universitaria, seguramente la máxima aspiración de su vida musical, para finalmente no poder contener la calma ante el escenario y los nervios de acercarse tanto al éxito que había esperado durante tanto tiempo.

Hay otros cuentos, como “Las Cruces” y “Teorías domésticas sobre las mascotas”, en los que los personajes principales muestran su complejo mundo interno lleno de problemas cotidianos. Un dolor que pareciera no tener una explicación absoluta, sino más bien ser parte de un tedio general. Más que estar mal por una razón fija, el malestar proviene de la falta de estar bien y la incomprensión del no alcanzar este estado. Pese a lo oscuro del libro, no deja de estar lleno de chistes y diálogos de burla en medio del abismo. Otros temas importantes que se ven claros en estos dos cuentos son el crecimiento, el proceso de maduración y decepción entre estos personajes abatidos por no encontrar sus propósitos.

“Sirenas”, con algún parecido a la película Spring Breakers, es a mí parecer, uno de los mejores cuentos. A diferencia de la película norteamericana, este caso no se trata de jóvenes siendo castigadas por entrometerse en la marginalidad, sino todo lo contrario, son jóvenes marginales siendo castigadas por esta misma condición. Chicas abusadas por sus tíos en el Sename, deciden salir con violencia para celebrar el cumpleaños de un hijo de las personajes. Dentro de esto pareciera que las niñas están dispuestas a llegar a matar con el fin de cumplir su propósito, ya que a ellas, de alguna manera, les han quitado todo sus sueños. Bajo un ambiente de violencia, ellas ya no esperan soluciones y tampoco sienten que tengan algo que perder, porque su estancia en el centro de menores es lo mismo que toda la carga que podrían obtener como consecuencia de sus actos.

“Camino al auto y enciendo las luces y la radio, dejo todas sus puertas abiertas, se escuchan las sirenas, me paro en el medio de la autopista y pienso en la postura. En cómo me veré más agresiva, sin perder el estilo. Con actitud, sobre todo, pero natural. Pienso en que nada puede ser peor. Que donde sea que termine todo esto va a ser siempre la misma mierda y que hace mucho aprendí a sobrevivir asfixiada. Tomo la pistola con ambas manos, apunto justo en dirección a las patrullas que se detienen frente a mí y me iluminan”

“Chicas con poleras de los Ramones” también bordea la marginalidad y la opresión femenina, esta vez relacionado a la maternidad. Dos amigas, apodadas China y Sandra, se cuentan como la hija de China ha decidido denunciarla tras una violenta pelea entre las dos. Paralelamente ellas recuerdan en sus conversaciones la historia de China como joven rebelde y con las mismas peleas violentas con su madre.

“Yo me pegué su lagrimeada porque ya la pena me estaba superando. Me había jurado que nunca le iba apegar. Tú sabís que mi vieja me sacaba la mierda y estar en esa situación es tan injusto, porque no puedes hacer nada, solo recibir el golpe porque, si le devolvieras uno te dolería mucho más a ti.”

En este paso a la madurez, China percibe haberse convertido en su peor enemigo. Pareciera que el entorno, la monotonía del trabajo y los malos pasares la llevaron inevitablemente a fracasar en sus propios proyectos. Sigue la tónica de varios de los cuentos de Fanfiction, que muestran la decadencia y el futuro negativo de gente que parece estar destinada a fracasar desde un comienzo, ya sea por su condición precaria o por sus problemas personales.

La idea del fanfiction es que cada fan de una obra pueda apropiarse de ella desafiando los límites autorales para crear nuevos universos de la obra original. De alguna manera es un escape creativo a la estandarización de la obra. Así mismo, las historias de este libro, que en general no tienen que ver precisamente con esa idea de apropiación de otras obras, sí tiene que ver con personajes que se encierran y buscan apropiarse de la música, los libros y los comics para encontrar nuevas formas de soportar la vida cotidiana. Hay tanto un escapismo como una resistencia en el arte y en la cultura underpop por parte de los personajes y el autor.

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