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17 de Marzo de 2020La crisis del deporte en tiempos del Coronavirus
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El fútbol profesional se suspendió en casi todo el mundo. Hay incertidumbre respecto a la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio. Varios exponentes de las más diversas disciplinas están contagiados. Eurocopa y Copa América se jugarán el año venidero. En medio de una pandemia mundial, el deporte presenta más dudas que certezas respecto a su futuro inmediato. Un escenario de emergencia que solo se asemeja a la postergación de las principales competencias debido a las Guerras Mundiales.
Pese a su nombre, la gripe española no surgió en España sino que en Estados Unidos. Allí se detectaron los primeros casos de una pandemia que para 1918 costó la vida de 50 millones de habitantes. Se extendió, sobre todo en Europa, afectando a personas de todas las edades y condiciones sociales. Se conoció mundialmente como gripe española porque fue en la península ibérica donde se le dio mayor atención mediática. España no había participado directamente del conflicto bélico que recién había concluido, la Primera Guerra Mundial, por lo que su énfasis estaba en la rápida expansión de esta enfermedad, con una explosiva tasa de mortalidad. El resto de Europa, así como Estados Unidos, tenía el foco en la recuperación tras la Gran Guerra.
En el segundo lustro de la década del ’10, el fútbol era un deporte que ganaba popularidad en todo el planeta, aunque la mayoría de las Federaciones aún no organizaban ligas profesionales. En los Juegos Olímpicos era la disciplina que más público reunía. En ese 1918, en medio de la gripe, en España se jugó igual la Copa del Rey con victoria del cuadro vasco de Real Unión.
El deporte ha debido enfrentar una serie de imponderables a lo largo del último siglo. Hasta ahora, solo los conflictos bélicos a escala mundial han provocado la suspensión de Juegos Olímpicos o Mundiales de Fútbol. La alerta del Coronavirus se erige como la primera amenaza sanitaria a nivel global que tiene en entredicho la realización de los JJ.OO de Tokio, agendados para la última semana de julio y primera de agosto. Porque la industria del deporte, en especial el fútbol, ya entendió que para su subsistencia a futuro tendrá que suspender sus actividades por varios meses, con campeonatos inconclusos, torneos postergados y títulos desiertos.
La debacle europea
Enumerar los torneos suspendidos en todos los deportes de alta competencia sería entrar en una lista interminable. Nunca se había dado una circunstancia como esta, donde la coincidencia sea planetaria. Se ha suspendido prácticamente todo en las más diversas disciplinas y solo en algunos confines recónditos se están disputando pruebas de tono menor. Además de la postergación indefinida de campeonatos, la cantidad de deportistas que han dado positivo en las pruebas del Coronavirus es alta. Algunos datos. Cinco futbolistas de Valencia están contagiados. Se cree que la mayoría de ellos lo hizo viajando a Italia para disputar torneos internacionales hace un par de semanas, cuando ya se jugaba sin público en las gradas. En la Fiorentina, donde milita el volante chileno Erick Pulgar, hay tres futbolistas ya diagnosticados, entre ellos el zaguero argentino Germán Pezzela. En Inglaterra el entrenador del Arsenal. Mikel Arteta, es otro de los ilustres contagiados. Este martes 17 de marzo la UEFA decidió jugar la Eurocopa el próximo año. El principal torneo de selecciones del Viejo Mundo sería un torneo itinerante, sin una sede fija, con doce estadios en doce países diferentes como anfitriones. El mismo día, a miles de kilómetros de distancia, la Conmebol decidía lo mismo con la Copa América que este año se jugaría en Argentina y Colombia. Como la idea es unificar ambos calendarios, también se jugará el 2021.
Uno de los casos más controvertidos es el del basquetbolista francés de Utah Jazz, Rudy Gobert. Hace algunas semanas, en plena rueda de prensa, el gigante galo bromeó con las medidas preventivas que se estaban tomando en la NBA para evitar la expansión del virus. Simuló toser en medio de la conferencia y manoseó los micrófonos instalados en el pupitre donde daba declaraciones. El destino quiso que a los pocos días se confirmara que Gobert había dado positivo en la prueba del Coronavirus. Se disculpó públicamente, pero su broma de mal gusto se convirtió en un viral descargado millones de veces a lo largo de todo el orbe. El francés fue utilizado como el ejemplo de lo que no hay que hacer.
El torneo de baloncesto norteamericano, una de las industrias más lucrativas del deporte en todo el mundo, fue uno de las primeras en anunciar la postergación indefinida de su competencia. Luego vinieron importantes torneos de tenis (Roland Garros ya fue postergado), maratones, ciclismo, fútbol y varios pendientes que aún no se confirman.
Tokio insiste
El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 insiste en su realización. Fijaron una fecha tope para tomar una decisión: última semana de mayo. De acuerdo a sus cálculos y la curva de casos que se han registrado en oriente, el virus debería estar controlado para el 24 de julio, cuando los JJ.OO debieran ser inaugurados.
Pero el asunto no es tan sencillo.
Una cosa es que Japón esté libre del Coronavirus, encapsulado, controlado y otra muy diferente es lo que ocurra en el resto del mundo con los deportistas, que son los protagonistas de la mayor competencia del mundo. Varios no han conseguido las marcas mínimas para su clasificación pues los torneos para alcanzarlas, sencillamente, no se han disputado. La mayoría, repartidos en todos los continentes, no ha tenido la preparación adecuada. Nada garantiza que las fronteras vuelvan a abrirse para esa fecha y el tránsito sea libre para llegar a Japón. La selección nacional de fútbol femenino capiteaneada por Christiane Endler, debe jugar un repechaje contra Camerún para asistir a los Juegos, en partidos de ida y vuelta. El Chile el cotejo se jugaría en Iquique. Ambos duelos fueron suspendidos, hasta nuevo aviso.
Los Juegos Olímpicos modernos tuvieron su primera versión en Atenas en 1896. Desde esa fecha en adelante solo las Guerras Mundiales han obligado a suspender. En 1916 debían realizarse en Berlín, pero la Primera Guerra pospuso todo para 1920, cuando regresaron, con sede en la ciudad belga de Amberes.
Más compleja fue la situación de la Segunda Guerra Mundial, que postergó los Juegos que debían realizarse en Helsinki en 1940 y en Londres en 1944.
Algo similar ocurrió con los Mundiales de Fútbol. Desde 1930 en adelante, sólo la Segunda Guerra dejó al balompié sin su máxima cita en las ediciones de 1942 y 1946, ya en postguerra. Ni siquiera hubo sedes definidas para esos años. El colapso era demasiado grande.
Los diferentes conflictos bélicos han obligado a algunos países a suspender sus ligas locales o quedar fuera de importantes campeonatos. No hubo liga en España, por ejemplo, en los años de la Guerra Civil. Yugoslavia debía jugar la Eurocopa de 1992 pero no pudo hacerlo por la separación de sus naciones en medio de la cruenta guerra civil que los afectó. En su reemplazo fue designado Dinamarca, que a la larga ganó el trofeo.
Otras epidemias
El ébola obligó a jugar sin público por varios años en algunas ligas africanas, como en Congo o Sierra Leona. La gripe aviar retrasó el inicio de las clasificatorias el Mundial de Alemania 2006 en Asia. Se estrecharon las fechas, se tomaron importantes medidas sanitarias y el certamen se jugó sin mayores inconvenientes.
El virus H1N1, la gripe porcina, golpeó con fuerza a México, tanto así que en la edición de la Copa Libertadores del 2009, los equipos de ese país no pudieron seguir participando. Chivas de Guadalajara y San Luis desistieron en las llaves de los octavos de final. Al año siguiente ambos cuadros regresaron jugando desde la misma fase en adelante. De hecho Chivas trepó hasta la última instancia, luego de eliminar a la Universidad de Chile en la llave de semifinales, cayendo contra el Internacional de Porto Alegre, Brasil.
Chile no está ajeno a estas circunstancias. El 2019, por primera vez en toda la historia del profesionalismo, que data de 1933, no terminó de jugarse el campeonato local. Ahora se suspendió, provisionalmente por dos semanas, para luego ser evaluado. No hay certezas, sí muchas incertidumbres. Los clubes subsisten en buena medida por el dinero que reciben de la venta del CDF, que no tendrá partidos para transmitir. Se teme una fuga masiva de abonados, con el rebote que eso genere en toda la industria. Este escenario lleno de dudas es el mismo que tiene en ascuas al deporte en todo el planeta.
El Coronavirus terminó siendo un enemigo poderoso e implacable.
