¿Sobreexpuesto/a a las pantallas? Tres recomendaciones para cuidarte los ojos durante el encierro

El intenso uso que hacemos de pantallas por estos días de cuarentena, exige que tomemos algunas precauciones para evitar problemas de visión en el futuro. En The Clinic le preguntamos a Hugo Berríos, especialista en Oftalmología y Optometría, y académico de Tecnología Médica en la Universidad San Sebastián, para aclarar algunas dudas sobre las consecuencias que puede dejar esta sobreexposición, además de pedirle algunos tips para evitar dolencias. 

EL PROBLEMA DE LA LÁGRIMA

El especialista parte aclarando que el uso excesivo de pantalla de monitores, tablets o celulares en sí mismo no es lo que produce enfermedades, sino que aumenta la sintomatología de condiciones preexistentes o bien “puede generar síntomas nuevos asociados a deshidratación de la lágrima”, cuya función es lubricar la superficie ocular mediante el parpadeo.

Berríos señala que se produce un fenómeno al estar muy concentrado en una pantalla: “Este tipo de trabajo hace que uno, de manera inconsciente, disminuye la frecuencia de parpadeo. Esto hace que el ojo permanezca abierto mucho tiempo y la lágrima que por naturaleza cubre el ojo, se evapore, deshidratándose y cuando el párpado vuelve a bajar, ‘raspa’ la superficie ocular que no está lubricada”. 

¿Esto qué podría generar? Sobre eso, el especialista es claro: puede provocar queratitis o “pequeñas lesiones en la cornea que son heridas muy pequeñas y que cicatrizan por sí solas pero son muy molestas pues generan ojos rojos o sensación de tener arena en ellos. Esto aumenta si uno se refriega con las manos”, explica.

El experto señala que es poco probable que esto genere lesiones graves, aunque si una persona tiene como base alguna alergia estacional o por naturaleza produce poca lágrima, estas pequeñas queratitis “podrían aumentar en tamaño y requerir el tratamiento de un médico especialista”.

Otra de las condiciones frecuentes, dice, son los “síntomas astenópicos” o “astenopia”, que se produce cuando los músculos extraoculares se exigen demasiado en el trabajo a corta distancia -como con un computador, por ejemplo-. Esto puede producir molestias como cefalea frontal; diplopía o visión doble, sobretodo después de una jornada de dos horas seguidas en el monitor. Además, señala el experto, a esto puede sumarse dificultades en la lectura ya que los ojos no logran enfocarse al mismo tiempo en el texto “y por lo general debes repetir varias veces la misma línea ya leída”, señala.

Para evitar estas molestias, dice Berríos, la principal recomendación es reforzar la higiene visual, haciendo pausas periódicas durante la jornada de trabajo.

TRES TIPS BÁSICOS:

1. No usar monitores más del tiempo indicado (8 u 9 horas) diarias y separar el tiempo de ocio digital y teletrabajo. Idealmente no aplicarlo de forma continua.
2. Hacer pausas de pantalla cada 40 minutos para lograr un pestañeo y lubricación adecuada durante un par de minutos.
3. Además, hacer pausas cada dos horas para descansar la musculatura ocular por unos 20 minutos.