Alcalde de La Granja: “Las autoridades creen que la gente en Chile vive como en Ñuñoa, Providencia o Las Condes, y no es así”

La Granja es lejos la comuna que tiene mayor tasa de incidencia de casos activos de Covid-19. Según el último informe epidemiológico del Ministerio de Salud, hay 643,8 por cada 100 mil habitantes. Junto a San Ramón (542,1) y San Joaquín (439,7) articulan uno de los focos infecciosos más importantes del Gran Santiago.

“En dos semanas aumentamos en un 120% los contagios. Eso pone a nuestra comuna en un riesgo muy alto y la situación socioeconómica hace que la cuarentena sea muy difícil de respetar. Hay mucha gente que sale, que está en las calles, porque debe salir a ganarse un plato de comida”, lamenta el alcalde Felipe Delpin (DC).

Por eso le provocaron tanta indignación las palabras del ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien en un matinal reconoció que “hay un nivel de pobreza y hacinamiento del cual yo no tenía conciencia de la magnitud que tenía”.

“Las autoridades creen que la gente en Chile vive como se vive en Ñuñoa, Providencia o Las Condes, y no es así. En la gran mayoría de las comunas del país se vive con muchas necesidades, con hacinamiento, pobreza y miseria. Es una pena que nuestras autoridades digan que no conocen el país, que no conocen la realidad. Habla muy mal de ellos y debería llamarnos a reflexionar sobre quiénes son los que están gobernando”, dice en conversación con The Clinic.

¿En qué se traduce ese desconocimiento a la hora de tomar decisiones?

– Para tomar decisiones tan fuertes como las que ha tenido que tomar el ministro Mañalich, se debe tener claridad y conocimiento sobre la realidad, cómo vive la gente, cuáles son sus necesidades y en qué condiciones está viviendo, porque esas decisiones les afectan para bien y para mal. La cuarentena se ha tenido que llevar adelante con mucho dolor, con mucho sufrimiento de mucha gente. Es necesaria, sí, pero también se necesitaba entregar todos los elementos para que esta medida fuera lo menos traumática y dolorosa posible.

Lo hemos visto, por ejemplo, cuando se dijo que los niños debían volver a clases y los alcaldes dijimos que no, porque si se contagian los niños iban a llevar el virus a sus casas. A veces viven cuatro o seis familias en una casa, por lo tanto, eso era una situación muy grave. También las cajas de alimentos, los municipios empezamos a entregarlas hace bastante tiempo. Pero el Gobierno se demora mucho y es muy lento para hacer llegar ese beneficio. También el Ingreso Familiar de Emergencia, que le puede permitir a la gente estar en cuarentena. Queríamos que fuera un monto mayor, pero el Gobierno tuvo una mirada distinta, no conoce la realidad.

¿Cree que ese desconocimiento es sólo del ministro Mañalich o lo hace extensivo a todo el Gobierno?

– Yo voy a ser muy claro en esto. Mucha gente del Gobierno no ha bajado nunca desde el barrio alto a las comunas populares. Eso es una realidad. No han bajado nunca a tomarse un té, nunca han compartido una sopaipilla o un vaso de vino con los clubes deportivos. Es el territorio el que te da el conocimiento. Sin embargo, en el Gobierno hay mucha gente que no conoce la realidad, y también en la Oposición. Todas las oposiciones tienen personas que no han estado nunca en los barrios y que hablan desde la teoría, desde los estudios, y desde las universidades donde ellos realizaron sus postgrados, muchos de ellos en el extranjero. Pero de que les ha faltado calle, ¡puta que les ha faltado calle!

Hace algunos días, la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, pidió que el Presidente Piñera asumiera la coordinación de la crisis sanitaria y relegar al ministro Mañalich. ¿Le parece esa una solución?

No es solución. No puede estar el Presidente dirigiendo el país y encabezando la estrategia para enfrentar esta pandemia. Se necesita alguien que esté absolutamente dedicado, 100% concentrado en cómo combatir este virus, cómo generar las mejores condiciones de salud y de salvación de vidas. Si el Presidente cree que tiene que cambiar al ministro Mañalich, puede tomar la decisión. Pero me gustaría pedirle al ministro que se aboque a ser ministro de Salud, a no estar discutiendo ni haciendo comentarios que generan distanciamiento.

¿Entonces, qué debe hacer el ministro Mañalich? ¿a quién debe escuchar?

A los trabajadores, sentarse con la CUT y con organizaciones como la Fundación para la Superación de la Pobreza. También con los gremios de la salud, no solamente con el Colegio Médico, sino también con los funcionarios de atención primaria. La Confusam debería estar en la Mesa Covid-19, porque son los trabajadores de la salud que están en la primera línea.

Si hubiera que apuntar a dos o tres condiciones que hacen más complicada la pandemia, particularmente en La Granja. ¿Cuáles serían?

Las condiciones de hacinamiento. Yo no estoy de acuerdo cuando dicen que el hacinamiento es producto de los migrantes, de los grupos de extranjeros que han llegado estos últimos años. El hacinamiento es histórico y se sigue viviendo en nuestras poblaciones. Las determinantes de la salud, la pobreza, las condiciones de la vivienda y las condiciones sanitarias, hacen que esta pandemia sea muy difícil de controlar principalmente en los sectores populares. Eso se traduce, a la larga, en un mayor número de muertos. El gran dolor, es que los muertos los van a poner los sectores pobres de nuestro país en esta pandemia.