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24 de Agosto de 2020

El país donde la nostalgia es noche, ley y factor de riesgo

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Acodado sobre el Río de la Plata, en medio de dos “hermanos mayores” como Argentina y Brasil, Uruguay se aferra en su día a día a un boyante pasado, que lo convirtió en “la Suiza de América”; a sus logros futbolísticos -aunque estos tengan casi un siglo-; y al aire melancólico del tango como banda sonora.

En Uruguay, y no es una frase hecha, la nostalgia es ley.

Desde 1978 -y desde 2004 por ley-, cada 24 de agosto se celebra la Noche de la Nostalgia, un evento masivo en el que miles de ciudadanos acuden a fiestas organizadas para bailar al ritmo de artistas de otro tiempo, como Bee Gees, Rolling Stones o Village People.

Esta tradición, tan arraigada en la población, sobre todo en la más veterana, es un peligro en la actualidad por culpa del COVID-19. Tal es así que en Uruguay, país que ha controlado bien hasta el momento la expansión de la enfermedad, las autoridades consideran que “es el día de más riesgo desde que empezó la pandemia”.

URUGUAY, EL PAÍS DONDE LA NOSTALGIA ES LEY

La celebración de la Noche de la Nostalgia comenzó en un programa de radio en 1978, por iniciativa del locutor Pablo Lecueder con la idea de escuchar “música vieja” en un lugar bailable.

La costumbre, a medio camino entre la añoranza de los tiempos de juventud y la extravagancia, quedó tan instalada en la sociedad uruguaya como uno de los fenómenos más masivos del año que en septiembre de 2004 quedó regulada por la ley 17.825, promulgada por el Parlamento.

Dicha norma establece la denominación de Noche de la Nostalgia para cada 24 de agosto y la obligación de que el Ministerio de Turismo incluya la jornada “en los eventos de carácter turístico” y la difunda en el exterior.

El 25 de agosto es un día festivo por la Declaración de Independencia en Uruguay y gran parte de la población no trabaja, lo que favorece las numerosas salidas en la noche previa.

Además, en este 2020, las condiciones meteorológicas, con temperaturas en los últimos días de entre 18 y 20 grados en pleno invierno austral, han llevado a la máxima preocupación a las autoridades.

NOSTALGIA VERSUS COVID-19

En una rueda de prensa ofrecida el pasado viernes, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado; y los ministros del Interior, Jorge Larrañaga, y de Salud Pública, Daniel Salinas, advirtieron del peligro que suponía la concurrencia a fiestas con motivo de la Noche de la Nostalgia.

“Es el día de más riesgo para el Uruguay desde que empezó la pandemia”, dijo un categórico Delgado, quien agregó que el país no podía “perder en una noche todo lo ganado”.

“Uno se va a quedar con ganas pero el riesgo es muy grande y venimos los uruguayos todos jugando un partido que al Uruguay no le está yendo mal”, resumió.

Desde que se declaró la emergencia sanitaria por los primeros casos de COVID-19 en Uruguay, el pasado 13 de marzo, y hasta este domingo, el país suramericano presenta un balance de 1.527 positivos (209 activos, 2 de ellos en cuidados intensivos) y 42 fallecidos.

Además del alto número de pruebas efectuadas, la trazabilidad de casos y la baja densidad de población, la responsabilidad de la ciudadanía, que ha respetado las recomendaciones sin estar sometida a una cuarentena obligatoria, ha convertido a Uruguay en un país modelo en cuanto a la gestión de la pandemia.

Quizá por ese motivo, uno de los más duros en su discurso fue Daniel Salinas, quien argumentó: “No podemos jugarnos en una especie de ruleta inconsciente todo lo que llevamos esforzadamente ganado durante 162 días (hasta el viernes 21)”.

El titular de Sanidad, que desde antes de asumir su cargo el 1 de marzo estuvo formándose con expertos en la materia para que Uruguay estuviera preparado cuando llegase la enfermedad, recordó que “muchas personas en espacios reducidos, con agitación y bailando, son un cóctel explosivo que puede hacer, en vez de tener 8 o 10 brotes, tener 1.000 en una noche”.

La ausencia de distancia y mascarilla, la poca ventilación de los lugares y los espacios reducidos convierten a las celebraciones en la mayor preocupación de los responsables públicos, por lo que Salinas insistió en que “las fiestas no están autorizadas”.

POSIBLES MULTAS

En ese sentido, el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, detalló que habrá 1.858 efectivos policiales desplegados por todo el país, aunque indicó que “el operativo más exitoso es el esfuerzo responsable de la ciudadanía”.

Se habilitará un teléfono para denuncias de fiestas clandestinas, se registrará delito de desacato si la Policía acude a una y no queda suspendida y habrá multas de las intendencias (Gobiernos regionales), detalló.

“Si te invitan a una fiesta por la Noche de la Nostalgia, pensá en vos, en mí, en todos. #QuedateEnCasa”, reza el lema lanzado por el Ministerio de Salud Pública para persuadir a la ciudadanía y que se ha convertido en uno de los mensajes más repetidos en los últimos días en redes sociales en Uruguay.

No obstante, habrá restaurantes y salones de fiesta que celebren cenas “sin baile” con protocolo sanitario, como aforo reducido, toma de temperatura o distribución de alcohol en gel y es que, cuando la pandemia del COVID-19 se extendió por todo el mundo, ningún experto imaginó que la nostalgia podía convertirse en un factor de riesgo.

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