Raúl Guzmán, el incómodo secretario del Senado

Raúl Guzmán, secretario del Senado, estaba solo ese día frente a su cámara en la sesión vía Zoom que comenzaría minutos después. Entonces apareció el senador Carlos Bianchi. El exfiscal, hoy convertido en autoridad de la mesa de la Cámara Alta, seguía haciendo noticia a raíz de una causa en su contra que radio Biobío reveló y donde se constata que salió en cuarentena tras reunirse en junio con fiscales del Ministerio Público en un restaurante.

El senador Bianchi, quien en medio del concurso para hallar a un secretario general del Senado en 2019 se opuso a la llegada de un exfiscal regional como Guzmán, abrió los fuegos para decirle al expersecutor lo mediático que ha sido su caso. Guzmán respondió con un tono despreocupado que encendió una chispa en Bianchi. Y sin meditar su impulso, el senador le hizo ver al exfiscal que eran ellos ahora quienes ahora lo blindaban. 

El senador Bianchi, quien en medio del concurso para hallar a un secretario general del Senado en 2019 se opuso a la llegada de un exfiscal regional como Guzmán, abrió los fuegos para decirle al expersecutor lo mediático que ha sido su caso. Guzmán respondió con un tono despreocupado que encendió una chispa en Bianchi.

En las últimas semanas, la fiscal Marcela Cartagena ha solicitado al Senado diligencias propias de la investigación que se abrió de oficio luego de que Guzmán saliera en cuarentena y fuera fotografiado en el restorán junto al fiscal Roberto Contreras.

Según fuentes ligadas a la investigación, la fiscal pidió antecedentes respecto al auto que usaba ese día Guzmán, así como además el nombre del chofer que lo acompañaba y los respaldos de bitácoras de traslados o la documentación al respecto que exista. 

Al interior del Senado, la normativa de uso de autos es laxa por lo que existiría poco registro respecto a las razones por las cuales el exfiscal tomó el auto que le proporciona el Senado y asistió a una reunión donde había vino. 

Hace algunas semanas, La Tercera afirmó que Guzmán habría señalado a senadores que su reunión en el restorán en la comuna de San Miguel se llevó a cabo en virtud de la necesidad de requerir un libro, justificando su almuerzo dentro de los márgenes de una acción oficial propia de su cargo. En ese sentido, la diligencia en torno al auto busca determinar si el uso de éste cumple con requisitos de una actividad oficial.

Al interior del Senado, la normativa de uso de autos es laxa por lo que existiría poco registro respecto a las razones por las cuales el exfiscal tomó el auto que le proporciona el Senado y asistió a una reunión donde había vino. 

La incomodidad por los varios conflictos que han marcado el desempeño de Guzmán en el Senado, se funda también en la idea de que en el Senado hay consciencia de que al exfiscal lo acecha una campaña en su contra desde el Ministerio Público -institución en la cual Guzmán no dejó buenas relaciones-, asunto que se atraviesa con su figuración en otra causa: la por tráfico de influencias que se mantiene en contra el senador Manuel José Ossandón. 

De hecho, la Fiscalía Oriente -a cargo de esa investigación- consiguió del tribunal autorización para acceder al tráfico de llamadas de la directora de Espacios Públicos y Seguridad Humana de Puente Alto, Olga González, con quien la fiscalía pesquisa si sostuvo Guzmán una conversación telefónica con ella el 5 de julio pasado. Según testigos, esa llamada habría tenido relación con la investigación en contra de Ossandón. Pero tanto ella como el propio secretario del Senado niegan haberse hablado ese día. 

De acuerdo a conocedores de la causa, lo que la Fiscalía Oriente busca es descartar que Guzmán tenga un rol en la defensa del Ossandón. Incluso hay quienes aseguran que Guzmán tendría relación con la ausencia de Ossandón en la votación y caída del nombramiento en la Corte Suprema del juez Raúl Mera.           

Inquietud en el Senado

Al interior del Senado, Guzmán todavía cuenta con el respaldo de parlamentarios claves como los PPD Guido Girardi, Felipe Harboe y Jaime Quintana. Sin embargo, la presidenta del Senado, la también PPD Adriana Muñoz, ha planteado en varias instancias su incomodidad con el modo en que Guzmán ha ejercido su cargo. Según explican senadores, la jefa de la mesa planteó hace unas semanas en el grupo de Whatsapp que todos comparten, aprehensiones de su parte por la forma tensionada como, a su juicio, el secretario se ha relacionado con los funcionarios. Su observación tuvo acogida, explican, entre senadores de oposición como Yasna Provoste e Isabel Allende.Del mismo modo, senadores como Rabindranath Quinteros y Carlos Montes han preferido tomar distancia de una defensa corporativa en torno a Guzmán. Según explica Montes, se requiere prudencia por ahora, porque lo que se haga dañaría la imagen de la institución. 

Sin embargo, la presidenta del Senado, la también PPD Adriana Muñoz, ha planteado en varias instancias su incomodidad con el modo en que Guzmán ha ejercido su cargo. Según explican senadores, la jefa de la mesa planteó hace unas semanas en el grupo de Whatsapp que todos comparten, aprehensiones de su parte por la forma tensionada como, a su juicio, el secretario se ha relacionado con los funcionarios.

“Mucha prudencia. Generar conflictos mayores termina deteriorando la institución, pero no reaccionando frente a hechos que no debieran haber ocurrido, también deterioran la institución”, dice, agregando que él ha preferido marginarse del debate. Lo que sí, Montes es claro al ser consultado cómo debiera afrontar la corporación una eventual formalización de parte del Ministerio Público. “Tendrá que ver la mesa qué es lo que hace, pero probablemente va a haber una reacción más fuerte”, afirma.