Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Actualidad

14 de Noviembre de 2020

Salvavidas a Iván Zamorano: Las dudas sobre el polémico intento de cesión de la Ciudad Deportiva a la U. San Sebastián

Foto: Agencia UNO

Hace 19 años, en sociedad con su hermana y su cuñado, Iván Zamorano se adjudicó la licitación de uno de los proyectos deportivos más ambiciosos de la época: La Ciudad Deportiva. Sin embargo, con el pasar de los años, el sueño de Bam Bam se fue desmoronando por el mal manejo financiero y, pese a los continuos esfuerzos por mantenerla a flote, finalmente el exdelantero se quiere desprender de la iniciativa. En el horizonte aparece la Universidad San Sebastián como interesado, pero la falta de transparencia y la cercanía de sus controladores con la UDI ha despertado las sospechas en dos de los tres municipios que administran el lugar: Las Condes, La Reina y Providencia, todos encabezados por alcaldes gremialistas.

Por

El sueño de la Ciudad Deportiva Iván Zamorano comenzó el año 2001, cuando la llamada Junta de Alcaldes, que agrupa a los ediles de La Reina, Las Condes y Providencia, licitó el arriendo de dos terrenos de 12 hectáreas en total, contiguos al Parque Padre Hurtado (ex Parque Intercomunal).

El contrato fue suscrito por la hermana de Bam Bam, Erika Zamorano, en representación de la sociedad de inversiones Del Inca, quienes se comprometieron a la construcción de un centro deportivo en dos años, más el pago de una renta trimestral de 1.400 UF por concepto de arriendo. Además del negocio, el acuerdo tiene una cláusula social: la destinación de 20 horas semanales de uso gratuito de sus instalaciones para actividades deportivas de colegios municipales de Las Condes, Providencia y La Reina.

Con los años el proyecto tomó forma. En el lugar se erigió un complejo de nueve canchas de futbolito de pasto sintético, una multicancha techada, nueve canchas de tenis, una piscina semitemperada, un gimnasio, un spa, un centro médico y un court central, entre otros instalaciones.

Sin embargo, el negocio no anduvo bien. Hacia el año 2009, un reportaje de la revista Qué Pasa ya hablaba de “magros resultados” financieros, que implicaron despidos y reducción de costos. Tras varios años de millonarias deudas y problemas de gestión, el futbolista terminó denunciando a tres hombres de confianza por estafa y manejos económicos irregulares, entre ellos, su excuñado Wilson Flores.

En su momento más crítico, Zamorano tuvo que enfrentar una demanda del banco BCI por una deuda 1.669 millones de pesos y tuvo que recurrir a amigos y familiares para saldarla. El exjugador del Real Madrid y el Inter de Milán se negó entonces a rematar la Ciudad Deportiva. Sin embargo, todo indica que Zamorano pretende finalmente desligarse del proyecto a través de un viejo socio: La Universidad San Sebastián.

EL HISTORIAL DE LA USS

La Universidad San Sebastián llegó a la Ciudad Deportiva el año 2008, con la intención de que parte de la formación de sus estudiantes se desarrollara en ese lugar. “Tenemos una larga historia de vinculación y trabajo conjunto, tanto con el complejo, como con los municipios de los que éste depende”, explican a The Clinic.

De hecho, la posibilidad de asumir mayor protagonismo en el recinto es algo que se ha planteado en los últimos 12 años. En su reportaje del año 2009, la revista Qué Pasa ya hablaba de reuniones de Zamorano con altos ejecutivos de la institución, de traspaso de acciones, inyecciones de capital e incluso contratos firmados. Sin embargo, nada de eso se concretó.

El mismo artículo atribuye el interés de la U. San Sebastián en los acelerados planes de expansión que traían consigo los nuevos controladores, que arribaron a la institución en 2007: Luis Cordero, fundador de la UDI; Andrés Navarro, empresario y actual presidente de Sonda; y el fallecido Marcelo Ruiz, histórico militante del gremialismo. A ellos se suman Alejandro Pérez, exejecutivo del Grupo Angelini y hoy en Cencosud; y Luis Ernesto Videla, exgerente de LAN.

Campus Bellavista de la USS. Foto: Agencia UNO

El propio Ruiz aseguraba en esos años que “nuestra idea es generar sinergias con la universidad, con proyectos que sean factibles económicamente y que permanezcan en el tiempo. Que cuando un joven asocie estudio y deporte, piense en nosotros”.

Su irrupción trajo consigo un acelerado crecimiento de la USS, adquiriendo terrenos, construyendo infraestructuras y levantando nuevas sedes. Ese mismo 2008 se abre el Campus Bellavista, en calle Pio Nono, frente a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Cinco años después, Ciper reveló la compleja trama de lucro que operaba en la institución a través de las llamadas “sociedades espejo”.

Desde la U. San Sebastián reconocen que efectivamente están “evaluando alianzas con la Ciudad Deportiva – previa ratificación de los tres alcaldes y sus concejos municipales- a objeto de potenciar su desarrollo y así, beneficiar a los habitantes de las tres comunas”.

Sin embargo, la institución aclara que “la evaluación de las fórmulas de alianzas orientadas a la operación -sin fines de lucro- de la Ciudad Deportiva es una manera de cumplir con una de nuestras misiones fundamentales: la vinculación con la comunidad”.

LAS DUDAS

Durante esta semana, apareció en la agenda de los concejos municipales de Las Condes, La Reina y Providencia la eventual cesión del arriendo de la Ciudad Deportiva Iván Zamorano a la Universidad San Sebastián.

En la alcaldía que encabeza Joaquín Lavín (UDI) el tema se aprobó de manera unánime y sin mayor resistencia. Según explica a The Clinic el concejal Felipe de Pujadas (DC), único representante de oposición en el concejo, la propuesta de la USS involucra asumir el pago de las deudas de Zamorano, que superarían los 2.7 mil millones de pesos (casi 100 mil UF).

Además, se planea una inversión de 55 mil UF directamente en la Ciudad Deportiva en un período de seis años, y posteriormente otras 30 mil UF de inversión en la piscina del recinto por cuatro años más. En síntesis, se trata de un proyecto de 10 años, lo que supone extender el contrato de arriendo del 2026 al 2030.

Visita de Iván Zamorano a la Ciudad Deportiva, 2012. Foto: Agencia UNO

La cesión también fue punto en tabla en el último concejo municipal de La Reina, que encabeza José Manuel Palacios (UDI). Fue allí donde surgieron los primeros cuestionamientos, aunque sólo hubo dos concejales que se abstuvieron en la votación.

Una de ellas fue Sara Campos (DC), quien acusa que el traspaso se ha tratado de manera “poco transparente” y que “había mucho apuro para que saliera”. También puntualiza que la votación se realizó sin haber revisado ningún contrato o documento que detalle el nuevo trato con la U. San Sebastián.

“Los acuerdos que afectan a La Reina deben ser claros y estar por escrito antes de ser aceptados. Considero que aprobar sin mayores antecedentes, sin conocer opinión de vecinas y vecinos, y sin un acuerdo detallado por escrito, no es lo indicado”, agrega.

En su cuenta de Twitter, la concejala también esgrime sus sospechas porque el acuerdo se está llevando a cabo entre tres alcaldes que son parte de un mismo partido, la UDI, y una universidad que posee controladores con esa misma militancia.

Sin embargo, pese a la resistencia que ofrecieron los dos representantes de la DC, el acuerdo se aprobó con los votos de dos concejalas de oposición: Adriana Muñoz (PPD) y María Catalina Rubio (RD). Esta última compartió en sus redes sociales su intervención en el concejo, donde acusa que el Parque Padre Hurtado se ha estado manejando como una “caja negra” y que “no tenemos idea de los arriendos, no tenemos idea de nada”.

Sin embargo, justifica su voto apuntando a un “convenio preferencial” que le ofreció la U. San Sebastián a la comuna de La Reina. “Zamorano está quebrado. Si va a juicio le van a rematar todo y se va a perder toda su inversión. Y va a ser una pérdida, no sólo para su negocio privado, sino que para la comunidad”, argumenta.

En conversación con The Clinic, tanto la concejala Rubio como el alcalde Palacios detallan que ese “convenio preferencial” consiste en una serie de beneficios en materia de educación, salud, medio ambiente, cultura, emprendimiento, salud, entre otras. Sin embargo, los términos de este acuerdo aún no están concluidos.

El jefe comunal detalla que “desde hace un tiempo venimos explorando la posibilidad de celebrar un convenio que permita a nuestros vecinos beneficiarse de la presencia de la Universidad San Sebastián, una institución de educación superior con presencia nacional, en múltiples áreas del saber, con pre grado y post grado, con un área de investigaciones avanzada, acreditada internacionalmente y con una marcada vocación social y estándares de excelencia”.

“Esta semana se retoman las conversaciones con diferentes actores de la sociedad civil para ajustar de menor manera el foco de esta alianza y esperamos poder suscribirla dentro del mes que viene”, concluye.

PROVIDENCIA, LA PIEDRA DE TOPE

A diferencia de las otras dos municipalidades, el acuerdo aún no se vota en Providencia. Sin embargo, durante esta semana fue tratado en la Comisión de Urbanismo, donde participó el concejo pleno, incluida la alcaldesa Evelyn Matthei (UDI) y el propio Iván Zamorano.

A diferencia de lo que ocurrió en La Reina, en esta oportunidad los cuatro concejales de oposición -Julio Jung (PS), Jaime Parada (PRO), Tomás Echiburú (RD) y Pablo Jaeger (DC)- manifestaron abiertamente que se opondrán a la iniciativa. De mantenerse dichas posiciones, el proyecto no alcanzaría los 2/3 del concejo para ser aprobado.

El concejal Echiburú explica a The Clinic que “el contrato le permite a Zamorano subarrendar espacios a otra institución, siempre y cuando lo aprueben los alcaldes. Y eso, la U. San Sebastián lo ha venido haciendo desde hace algún tiempo en la Ciudad Deportiva. Hasta ahí, todo bien. Pero ahora se nos pide que nosotros, de manera directa, sin pasar por un nuevo proceso de licitación, le entreguemos este espacio a la USS”.

“Si el concesionario, en este caso Zamorano, no es capaz de sostener el proyecto para el cual se ganó la licitación, aquí lo que corresponde es dar término a esa licitación y hacer una nueva concesión. Y si la U. San Sebastián tiene el mejor proyecto para la comuna, bueno, así será”, agrega.

Misma opinión tiene el concejal Jaeger, quien además propuso formalmente dos medidas para garantizar la transparencia del proceso: Un informe de la comisión jurídica de la Municipalidad de Providencia y realizar las consultas respectivas en Contraloría.

“Mi impresión de que esto es muy oscuro, muy poco transparente. Estoy seguro que, si se hace competitivamente, las condiciones que se podrían obtener son bastante mejores que las que se dice que ya se habrían alcanzado con la U. San Sebastián, que tampoco son transparentes. No hay ningún documento que diga cuáles son las condiciones”, sentencia.

Notas relacionadas

Deja tu comentario