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8 de Abril de 2021

Un complejo ajuste ministerial: el empeño de Piñera por retener a María José Zaldívar y la tormenta que se avecina en Chile Vamos

La salida de Zaldívar fue conversada con el Presidente en enero, cuando el Mandatario logró convencerla de que se quedara hasta marzo. Cumplido el plazo, Piñera insistió en su permanencia, pero la negativa de la abogada fue inapelable: desgaste personal y razones familiares. Y la llegada de Melero acrecentó los problemas: en el oficialismo miran este ajuste con distancia o abierto rechazo.

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Pasadas las 13:00 horas de este miércoles 07, la Comisión de Trabajo del Senado finalizaba la sesión telemática en la que se tramita el proyecto de reforma previsional del Ejecutivo, cuando el senador del Partido Socialista, Juan Pablo Letelier, pidió la palabra para agradecerle a la entonces ministra del Trabajo, María José Zaldívar, “su esfuerzo por un mejor sistema de pensiones”. Al gesto de gratitud se sumaron prácticamente todos los integrantes de la instancia legislativa.

Eran los últimos minutos en el gobierno de la abogada -45 años, casada, cuatro hijos- a cargo de liderar las complejas negociaciones con la oposición en un proyecto que, pese a todo, es emblemático del Ejecutivo. Y también fue muestra de una situación política paradójica: durante toda la mañana de aquella jornada, ya se sabía urbe et orbi que Zaldívar dejaría el gobierno, mientras ella seguía participando de esas áridas sesiones de comisiones legislativas en un incomprensible estado de normalidad.

Algo que, por cierto, en el mundo político no fue del todo sorpresivo. Tanto en La Moneda, como en el oficialismo y la oposición, daban por hecho que, tarde o temprano, Zaldívar dejaría el gobierno.

Dos veces no a Piñera

Ya en el mes de Enero, Zaldívar le había transmitido al Presidente su intención de dejar el gobierno, debido al desgaste personal y el costo familiar que arrastra el liderar una cartera que, con el devenir del gobierno y especialmente a partir de la Pandemia, se tornó de sumo demandante.

Por entonces coincidió que por esos días el ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones, también salía del gobierno para asumir una candidatura presidencial en representación de su partido, Evópoli. El argumento del Mandatario para retener a Zaldívar, sin embargo, fue irrefutable, sostienen fuentes de gobierno: el proyecto de reforma previsional sin sus dos actores claves, Briones y Zaldívar, iba a perder minutos valiosos de gestión política, considerando que se estuvo cerca de un acuerdo con la oposición en la Cámara Alta para destrabar la iniciativa.

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Zaldívar aceptó quedarse, pero con una condición: el mes de Marzo era su plazo para mantenerse en el Ejecutivo. Señal de ello fue un sugerente mensaje escrito en su cuenta de Twitter. “El Presidente @sebastianpinera me ha encargado seguir encabezando el trabajo de la Reforma a las Pensiones y así lo haré, como Ministra del Trabajo y Previsión Social”, apuntó.

Finalmente, y ya vencido el plazo acordado, en los últimos días Zaldívar retomó el diálogo el Presidente sobre la idea de abandonar el gobierno. Fuentes que conocieron el tenor de esa conversación, señalan que el Mandatario nuevamente intentó retenerla con argumentos similares a los de Enero, pero esta vez no hubo caso. El destino de Zaldívar fuera de la primera línea ya estaba trazado.

Algo de esas conversaciones reveló el propio Piñera mientras anunciaba el cambio de autoridades en Palacio. “Sé que durante estos exigentes e intensos años de trabajo, María José Zaldívar tuvo que hacer muchos sacrificios personales, postergando en muchas ocasiones a su propia familia”, dijo.

En el entorno de Zaldívar, en tanto, aseguran que la ex ministra ha transmitido que seguirá ligada a los temas de seguridad social, en un espacio aún por definir. De todas formas, en su entorno señalan que tiene descartado de plano asumir una carrera política como, por ejemplo, una candidatura parlamentaria. Las fuentes agregan que nunca tuvo una vocación político partidista, siendo su perfil, más bien, técnico.

Una vocación política que sí tiene el nuevo titular de Trabajo, Patricio Melero.

A RN no le gusta este nombramiento

Mientras María José Zaldívar se conectaba a la sesión de Trabajo del Ministerio del Trabajo en la mañana del miércoles 07, la directiva de la UDI sostenía una reunión con el ministro vocero de gobierno, Jaime Bellolio en La Moneda. Allí, se les ratificó a la mesa del gremialismo el ajuste en la cartera de Trabajo que estaba en ciernes.

Algo que, en todo caso, la dirigencia de la UDI ya sabía también desde el mes de Enero, informado por el propio Patricio Melero, quien ya había sido sondeado como eventual carta sucesora de Zaldívar. Los factores que determinaron su nombramiento, explican fuentes del gremialismo y La Moneda, son tres: su musculatura política forjada en las tres décadas que ha ejercido como parlamentario, su constante participación en las comisiones claves para su cartera -Hacienda y Trabajo- y la imposibilidad para reelegirse por un nuevo periodo legislativo, según la normativa vigente.

“Es una buena manera de cerrar su trayectoria política en un cargo ministerial”, resume una fuente del gremialismo donde, en todo caso, recuerdan sus truncados intentos para llegar al Senado. Un ejemplo: se comunicó directamente con la entonces presidenta de la UDI, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, para persuadirla de que él era la persona apropiada para suceder a Víctor Pérez cuando también fue sacado del Congreso por el gobierno para que asumiera como ministro del Interior. Finalmente, la UDI optó porque ese cupo fuera ocupado por el ex subsecretario Claudio Alvarado.

Con todo, el nombramiento tensionó de sobremanera la interna de Chile Vamos. En particular, Renovación Nacional, quienes intentaron infructuosamente promover el nombre del subsecretario de Previsión Social, Pedro Pizarro, para suceder a María José Zaldívar. Fue así que comenzó a incubarse un profundo malestar en RN, debido a -acusan- un “desequilibrio” en la presencia de los partidos en el gabinete: la UDI suma ocho ministros, mientras que RN cuentan 4 miembros en el gabinete, misma cantidad de ministros con que cuenta Evópoli. “Siendo que nosotros tenemos 36 diputados, la UDI 26 y Evópoli 6”, resume un dirigente de Renovación Nacional.

“Obviamente que a Renovación Nacional le duele no haber puesto un nombre de sus filas, teniendo nombres como el subsecretario Pedro Pizarro para esa cartera”, comentó al respecto el presidente de Renovación Nacional, el senador Rafael Prohens.

A ello se suma otra crítica que, paradójicamente, coincide con la oposición. Con este nombramiento, Piñera optó por la línea dura de Chile Vamos, la que coincide con las posturas pro mercado de Cristián Larroulet y Libertad y Desarrollo, el think thank ligado a la UDI, recalcan en RN. Así, Melero se ha opuesto desde los retiros de fondos previsionales, hasta el proyecto de ley que buscaba reducir la jornada laboral a 40 horas, entre otras iniciativas laborales. A lo anterior se suma otro antecedente desde el gremio empresarial: el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, Juan Sutil, valoró el nombramiento de Melero en el gabinete.

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Asimismo, el nombramiento del ex diputado acentuó el flanco abierto del Ejecutivo respecto al avance del proyecto de tercer retiro del 10% de los ahorros previsionales que se tramita en la Cámara de Diputados. Mientras la UDI le pidió al gobierno que acudiera al Tribunal Constitucional para objetar el proyecto -“creo que debiera ejercerse esta facultad esta semana”, ponderó el diputado y presidente del partido, Javier Macaya-, la Comisión Política de RN emitió una declaración donde se le pide al gobierno evitar acudir al TC por este proyecto.

Por todo lo anterior, en RN advierten que las posibilidades de llegar a un acuerdo en materia de pensiones, se reducen al mínimo, además de otras consideraciones ideológicas de las cuales toman nota en los sectores más duros de la oposición: el vínculo de Melero con la dictadura militar -alcalde designado en Pudahuel a fines de los ochenta-, y el reemplazo zanjado por el gremialismo para el cupo dejado por el nuevo secretario de Estado: Cristián Labbé, hijo del ex alcalde de Providencia del mismo nombre.

En la UDI, en tanto, destacan la experiencia de Melero en el Congreso -fue diputado desde el retorno a la democracia, 1990-, por lo que tendría cierta llegada en algunos actores clave de la oposición, particularmente de la Comisión de Hacienda, además de manejarse con soltura en los inefables códigos del Poder Legislativo.

¿Será suficiente para Melero con todas esas millas acumuladas en el Congreso?

Los ánimos de los presidentes de las comisiones de trabajo del Parlamento, por ejemplo, varían desde la distancia hasta el abierto rechazo. “Creo que no era el momento adecuado para este cambio de ministros, en medio de la tramitación del proyecto de Pensiones. Y a Melero lo conocemos, siempre ha defendido las posiciones más duras de la derecha”, comenta a The Clinic el presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara, el diputado PPD Tucapel Jiménez.

En tanto, la presidenta de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, la senadora DC Carolina Goic, dejó su habitual tono conciliador y resumió así el nombramiento de Melero como ministro del Trabajo: “Ahora coloca a un defensor de la industria, a un defensor de las AFP. Con esto el Presidente echa por la borda la posibilidad de sacar una reforma a las pensiones”.

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