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18 de Junio de 2021¿Qué pasará con las baterías de los autos eléctricos cuando dejen de funcionar?
Uno de los grandes desafíos de las políticas de reciclaje a futuro se encuentra en crear procesos a través de los cuales se puedan reciclar las baterías eléctricas con el fin de que estas no terminen siendo basura, sino que puedan volver a tener una vida útil.
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Una verdadera revolución han significado los autos eléctricos dentro del mercado automotriz tanto a nivel local como mundial. Sin embargo, con su auge muchos se preguntan por el futuro que vendrá tras su instalación como los principales vehículos de transporte: ¿Qué hacer con las baterías?
En Chile su venta avanza lenta pero seguramente, pues en 2021 ya han sido vendidas más de 165 unidades, teniendo en cuenta los altos costos que estos acarrean de momento y que actualmente se vive un receso importante dentro de este mercado, lo que ha inflado aún más los precios.
Sin embargo, este presente no se compara a los planes ideados por las distintas empresas dedicadas a la venta de autos quienes han realizado sus planes para procesos de electrificación completas de sus flotas, por lo cual se prevé que para 2030 ascienda a más de 140 millones de estos tipos de vehículos en el mundo.
Esto significaría, por lo tanto, millones de baterías eléctricas en base a las cuales podrían trabajar estos autos, lo que dará un impulso que muchos han catalogado como peligroso en minería, por la necesidad de litio que estas requieren.
Los desafíos del reciclaje
Sin embargo, el desafío parecería, según expertos, no tan difícil como lo es el del uso de minerales fósiles. De hecho, buena parte de los componentes a partir de los cuales se arma una batería de auto eléctrico podría volver a componerse a partir de sus predecesoras.
Sin embargo, esto requiere de una política fundamental que de pie para que los autos eléctricos que ya no se utilicen puedan volver a tener una utilidad dentro del mercado sustentable de la electromovilidad.
Ejemplo de ello es que, a un nivel básico, las baterías no se diferencian mucho de un celular en cuanto se componen de celdas individuales compuestas de un cátodo metálico (hecho de litio con otros elementos como cobalto, níquel, manganeso y hierro), un ánodo de grafito, un separado y un electrolito líquido, según describe National Geographic.
De estos elementos es que los iones cargados fluyen den ánodo al cátodo creando la corriente eléctrica necesaria para la movilización.
Es por ello que las baterías de los vehículos eléctricos se diseñan con el fin de soportar muchos años de uso. Sin embargo, una vez que la batería es descargada, los módulos se suelen triturar y arrojar a un horno, según establece el medio internacional. Los materiales como el litio o el manganeso se queman para formar una pasta con los materiales más valiosos de ellas. De esta forma se pueden volver a recuperar parte de sus capacidades con el fin de que puedan volver a utilizarse dentro de otras piezas.
Sin embargo, el desafío a futuro estaría en lograr un reciclaje directo de la separación del material del cátodo de las baterías de los autos eléctricos además de rehabilitar las mezclas de las sustancias químicas en su interior, en lugar de extraer los metales para su mezcla.