Fran Straube (Rubio): “No estoy de acuerdo con que el artista sea inalcanzable o que se tenga que tratar de otra manera”

Fran Straube (34) está al otro lado de la pantalla, sentada en una silla que hace girar cada cierto rato a medida que responde a las preguntas, que piensa, que se toma algo caliente, que se fuma un pucho. Desde su departamento en Providencia, evita mirar directamente a la cámara.

Fran Straube -música multi-instrumentista, baterista, productora, cantante, front-woman y referente indispensable del mundo independiente chileno- fuera de los escenarios es tímida. “Me cuesta mucho lo social, pero toco en vivo y como que me paro arriba del escenario y conecto”, dice.

La última vez que conectó fue en Santo Remedio la semana pasada, dando el puntapié a Mutek 2021, el festival de música electrónica y arte audiovisual que difunde la cultura digital, y a los artistas que innovan en este campo.

“Fue súper bonito, la gente estaba emocionada también. Me siento muy oxidada, porque hace tanto rato que no toco con gente… Y no sé, po, uno como que se chupa. Pero ahí como que me entregué, me solté, estuvo súper rico haber tocado”, comenta.

Ahora, la artista que ha sido parte de Fármacos y Miss Garrison, y que desde 2018 tiene su proyecto solista como Rubio, está, dice, “non stop”: a punto de sacar un nuevo single (“Invierno”), con un videoclip con dos bailarines. También se está preparando para una gira a EE.UU. y México y planeando una nueva banda chilena y otra mexicana.

Como si fuera poco, se viene su nuevo disco, “Venus & Blue”, que nace tras haber vivido en el Cajón del Maipo durante la pandemia. “Me fui a vivir ahí en la montaña, hice letras súper melancólicas. Todas las letras evocan una melancolía. Yo creo que es un estado ‘blue’”, comenta.

-Como el período azul de Picasso.

-¡Sí! Con ese mi mundo imaginario en este nuevo disco… Más melancólico también.

-¿Consideras que estás melancólica?

-Yo siempre soy melancólica. También hoy en día hemos vivido tantas cositas y tan íntimas que fue lindo entrar a una intimidad en cuanto a las letras, al mundo imaginario, al mundo blue. Vivir en la montaña, bien naturaleza, harto río… Entré en un estado así.

Una artesana

En los últimos años, se ha definido a Rubio como una de las figuras más prolíficas en la escena Indie chilena. A Fran Straube le cuesta definirse así.

“Yo llevo tantos años dedicada a la música que siento que es como mi estilo de vida ya dedicarme a la música, es como muy parte de mí. Muchas veces yo digo que soy como hormiguita trabajadora porque me gusta mucho. Me es muy natural dedicarme en la música, no me imagino dedicándome a otra cosa, entonces siento que soy como una artesana. Nunca me ha hecho mucho sentido eso de ser estrella. Siento que es un oficio, al final uno está al servicio cuando hace música”.

–Con respecto a lo que comentas: muchas veces se habla del ego de los artistas. Pero quienes han ido a tus tocatas suelen destacar que te bajas del escenario y comienzas a conversar con el público.

-Quizás sea porque la música que yo hago va como por otro plano… No es simplemente hacer canciones. La gente a la que le gusta Rubio llega a mí de otra manera. Como medio psicólogo, de repente. Por lo mismo yo soy súper atenta a las redes sociales, a la gente que me escribe. Siento que uno está al servicio haciendo música, estás compartiendo tu arte, tu arte le llega a la gente y la gente empatiza. Siento que la música es liberación y que la gente conecta por algo. No estoy de acuerdo con que el artista sea inalcanzable o que se tenga que tratar de otra manera. Nunca me ha gustado el estatus. Entonces quizás por eso también me abro, me gusta compartir, no sé, po. Es lindo igual, jaja.

-Hablando de conexiones: tu música y tu estética son muy especiales. ¿Cómo te relacionas con la espiritualidad?

-Como que toda la gente quiere cambiar el mundo, pero no se quiere cambiar a sí mismo, y yo siempre estaba desde muy chiquitita en el trabajo interno de mi ser. Cosas medicinales, plantitas, como que siempre he estado en una sanación, en una tranquilidad conmigo misma para llevar este juego de la vida ¿cachay?. Y creo que me hace sentido, muy honestamente, hablar de la espiritualidad de mis canciones porque siento que hoy en día la gente está muerta espiritualmente. Hace tiempo la humanidad, espiritualmente, está durmiendo. Siento que hoy en día la humanidad está muy en el plano terrenal y pa pa pa, producir, producir, producir. Entonces como no se habla mucho de eso, como del otro plano, o del verse a sí mismo, me es muy honesto hablar de eso.

“Siento que soy como una artesana”.

-En tu trabajo también evocas mucho la naturaleza y los animales…

-Bueno, yo tengo una relación con los animales muy cercana muy apegada. Me pasa que me caen mejor a veces que los humanos… Hay mucha sensibilidad, no sé si porque mi luna está en cáncer, jajaja. Hay muchas cosas que me llegan muy fuerte. Nos creemos superiores y ahí siento un rechazo, y por eso hablo de ellos. Me gusta llevarlos a un plano de igual a igual. Me gusta hablar de ellos, los honro mucho. La naturaleza y los animales me hacen querer vivir en este planeta.

-¿Sientes que tu música es una forma de activismo?

-Yo creo que sí. Yo creo que mi música es política, pero de un plano quizás más espiritual, igual produce un cambio en la gente.

-De hecho, me llamó mucho la atención la letra de la recientemente lanzada “Qué es lo que realmente importa”, en particular la parte que dice “Sentí que hay un mal/ que nos hace olvidar/ lo que al oscuro/ sin corazón/ que nos hace olvidar/ lo esencial”.

-Bueno, esa fue la canción hecha en pandemia, a distancia con Pablo (Stipicic) que es productor, mi partner musical… El equipo de Rubio me decía: “ya, hay que hacer canciones, hay que hacer, hay que terminar el disco”, y yo como: “pero si se está terminando el planeta, como… ¡Paremos!”. Y fue ahí que me empecé a dar cuenta sobre qué es lo que realmente importa hoy en día: vivir. Estamos estructurados con tantas creencias, con tantos excesos de consumos… Y de repente la naturaleza te puede hacer así (chasquea los dedos) y se acaba la humanidad. No sé, los grandes poderes de hoy en día que son todos como malos, po, como desconectados. Por eso yo creo que lo que nos está pasando es como un llamado de atención. Por eso pongo en la letra “cuál es el sentido que inventaron en la evolución, dime dónde pisar para que no haya una destrucción”.

“Nunca me ha hecho mucho sentido eso de ser estrella. Siento que es un oficio, al final uno está al servicio cuando hace música”.

-Eso se conecta mucho con la canción anterior, “La especie”, ¿o no? Cuando dices “La tribu se perdió/¿Qué nos pasó?/Se olvidó cómo es el viento/Y hacia dónde voy”…

-Sí, “La especie” es mucho más política. De hecho, es mi primera canción literalmente política, hablando del poder. En el video clip muestro guerra, muestro fuego, muestro la matanza de los animales… Nunca había hecho eso, pero sentí que era necesario. Después claro, hablo en el coro “dónde está la tribu” y entra después a otra parte, más espiritual, sobre la tierra, el templo. Y después viene la canción “qué es lo que realmente importa” que al final es total un llamado de atención.

“La naturaleza y los animales me hacen querer vivir en este planeta”.

Otras veredas del arte

Durante la pandemia, Fran Straube también comenzó a hacer dibujos de sus canciones, los cuales vende a través de su Instagram. Se trata de algo que no hacía desde hace tiempo, prácticamente desde cuando vivía en Barcelona, cuando tenía una polola que escribía poesía y Rubio hacía dibujos.

“Lo hice en Barcelona porque tenía tiempo. Y ahora con la pandemia volví a tener tiempo y volví a dibujar las canciones para conectar, también, de otra manera con la gente”, afirma.

https://www.instagram.com/p/CNQc2ZXpi8l/

-¿En qué sentido?

-No podíamos tocarnos, estaba todo virtual, como todo escondido… Y me dieron ganas como de hacer ilustraciones de las canciones y venderlas a la gente, así casi que un tráfico de arte. Los entrego en persona, enmarcadito, con dedicatoria, todo muy dedicado. Fue muy bonito porque me he juntado con mucha gente a entregarle los cuadros y se forma una reacción muy bacán.

-¿Sientes que esa es una forma de que te vuelvas a conectar con las personas? Con esos seres humanos que te hacen enojar por la destrucción de la naturaleza, por ejemplo.

-Sí, yo creo que sí. Me siento más feliz, más cómoda conectando así con la gente, a través del arte, de la música.

-Teniendo en cuenta eso y tu trayectoria: ¿Cómo te sientes con lo que has logrado hasta ahora?

-Me siento bien, me emociona. Si yo me muero hoy día, me muero muy feliz, muy agradecida por lo que he hecho como música, como artista. Me siento agradecida en verdad. Yo soy súper llorona igual, y me emociono de cositas de repente. El otro día me encontré unos discos míos del colegio y de repente apareció una canción y era muy tierno, me emocioné un montón con el camino que he hecho, con lo que he logrado hasta ahora.

https://www.instagram.com/p/CL7vJsklrIn/

Escena musical

En el extranjero se suele decir que la música independiente chilena es una de las más importantes de la región. Frente a eso, Fran Straube plantea que se debe a que los chilenos “somos súper introvertidos, medios parcos a veces, muy para adentro. Y eso es una magia para las artes. También somos súper trabajadores”. “Yo creo que ha habido una constancia y la persona que se dedica a tener la banda le pone todo el amor, todo el corazón”, añade.

-¿Cuál crees que debería ser el rol de la música chilena hoy?

-Ser no más. Y también desapegarse un poco de las tendencias quizás. Ser honesto. Cualquier arte tiene que ser honesto. Yo creo que por ahí va. Que cada artista, sea cual sea su área, que su mensaje sea honesto.

“Me siento más feliz, más cómoda conectando así con la gente, a través del arte, de la música”.

–De los artistas chilenos actuales, ¿cuáles te gustan?

-Salió un cabro que lo encuentro súper talentoso que se llama el Mala Mía. Creo que es un gran aporte a la música chilena. Es un cabro joven, se lama Lucas y esta re bueno. Creo que hay hartas banditas nuevas que están apareciendo como frescas, honestas que se alejan también un poco de los ritmos urbanos de hoy en día, que es más repetitivo. Creo que el under chileno está bacán.

-¿Y de los latinoamericanos?

-Me gusta mucho la Juana Molina, mi sueño es hacer algo con ella, ojalá algún día me pesque. Me gusta harto Ela Minus, que es una colombiana, pero vive en Nueva York que es amiguita mía también. También me gusta Buscabulla, Matías Aguayo, Villalobos.

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