Política
27 de Septiembre de 2021Patricio Manns: los hitos políticos que lo llevaron a apoyar la resistencia armada contra la dictadura de Pinochet
El extinto cantautor tuvo desde el inicio de su carrera artística un evidente compromiso político con la izquierda del siglo XX que lo llevó a transitar por el PS, el MIR y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, el brazo armado del PC a quien le compuso un himno y del que se transformó en su vocero en los años de exilio.
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“El Comité Central del Partido Comunista de Chile lamenta profundamente la partida de nuestro compañero Patricio Manns, una de las figuras más destacadas y relevantes en la historia cultural, política y social de nuestro país. Patricio Manns nos honró con su presencia en las filas de nuestro partido, donde tuvo una militancia activa y una destacada labor desde su hacer cultural y su tremendo compromiso con las causas populares”.
De esta forma el órgano máximo de resolución política del PC despedía a uno de sus cuadros más destacados del mundo cultural, figura señera de la música popular en lo que fue la Nueva Canción Chilena: Patricio Manns. Así, el cantautor, escritor poeta, ensayista y periodista recibió las exequias oficiales de uno de los domicilios políticos de quien fuera la voz y pluma de “Arriba de la Cordillera”. Allí donde Manns volvería a militar tras algunos derroteros previos en lo que fue una constante búsqueda -al menos hasta bien entrada la dictadura militar- de un espacio ideológico donde pudiera expresar su ideario revolucionario, en paralelo a su prolífica creación artística.
The Clinic hizo repaso a algunos hitos políticos de quien fuera uno de los militantes más inquietos de los artistas de su generación, donde coincidió con otros colosos del cancionero chileno como Víctor Jara, Violeta Parra y sus hijos Ángel e Isabel, Rolando Alarcón, entre otros.
Periodista del comando de Allende
Luego de una transhumante vida en el sur de Chile siguiendo a su madre profesora rural, y con prematuros y variopintos oficios -capataz de la construcción, minero de carbón en Lota, arquero en la Universidad de Chile-, Manns aprovechó su proverbial habilidad para contar historias, por lo que deriva en el Periodismo como reportero policial del diario La Patria de Concepción.
Es a través de este oficio donde el cantautor comienza a dejar en el camino las primeras huellas de sus inquietudes políticas. Ejemplo de ello es que mientras se va haciendo de sus primeras armas musicales en la Peña de los Parra -la que ayudó a fundar junto a Rolando Alarcón y, por cierto, la familia Parra-, Manns funge como periodista del comando de Salvador Allende en la que serían su tercera y cuarta campaña presidencial: 1964 y 1970. Meses enteros donde un ya conocido Patricio Manns va registrando a través de despachos radiales los infatigables intentos del entonces senador socialista por llegar a La Moneda.
Una vez terminada la campaña del 64, el trovador terminó trabajando en el Canal 9 de la Universidad de Chile donde, sin embargo, fue arrinconado junto a unos imberbes cineastas con ideas similares a las de Manns: Helvio Soto, Miguel Littin, Raúl Ruiz, entre otros. Allí, sin embargo, una contradicción editorial terminaría sellando su salida por negarse a calificar a Fidel Castro como dictador en sus trabajos periodísticos.
“Bueno, ¿usted quiere que le diga “dictador”? Yo no lo considero dictador ni mucho menos y jamás lo voy a decir”, les dijo a sus editores, según contó en una entrevista publicada en Interferencia donde, además, cuenta que por la época -década del 60-, Manns saldría del Partido Comunista para militar en el Partido Socialista, colectividad que por entonces intentaba situarse más a la izquierda que el colectivo de Luis Emilio Recabarren. “Nunca fui sectario”, argumentó.
Por cierto, cada vez que pudo el artista evocaba las fogatas y conversaciones que tuvo con el médico socialista cuando lo acompañó en sus dos últimas aventuras presidenciales, imbuido por su oratoria y su amplio camino recorrido como el líder natural de la izquierda chilena de la época.
Difundir y “cuidar” el poder
“Nos integramos activamente a la difusión de la coalición de la Unidad Popular(…) hasta la elección de Allende, nuestra labor era de clarificación. Después de la elección de Allende, nuestro problema era la explicación a través de las canciones. Qué era lo que la izquierda estaba haciendo o intentando hacer. Cómo explicar, por ejemplo, los procesos de nacionalización, la modificación de la enseñanza, los programas de salud impulsados por Allende”, recordaba Patricio Manns en el libro “Memoria de la Izquierda Chilena. Tomo II (1970-2000)” de Jorge Arrate y Eduardo Rojas.
Con el ascenso de la UP, Patricio Manns se encuentra prácticamente sobrevendido. A su carrera musical, ya transformado en la voz reconocible de su generación, se une su trabajo periodístico y nuevos caminos en la militancia política. Fue designado director de la radio Coya en la oficina salitrera de María Elena, ejerció una veta de divulgador con la publicación del ensayo “La Revolución de la Escuadra” (publicada en 1971 sobre el alzamiento de un sector de la Marina en 1931) y una de las plumas destacadas de la serie “Nosotros los Chilenos” de la recién creada Editorial Quimantú (“Las Grandes Masacres”, “Los Terremotos Chilenos” y “Breve Síntesis de Movimiento Obrero”)
Sin embargo, la complejidad de lo que era un inédito camino al socialismo en democracia, hizo que Patricio Manns radicalizara su interpretación política para aquel momento histórico. Por la época, el artista se ve imbuido por uno de los debates ardientes de la izquierda: una vez conquistado el poder mediante las urnas en 1970: ¿Cómo garantizar la consolidación del proceso?
Patricio Manns comenzó entonces a acercarse al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el MIR, quienes impulsaban la tesis defender el poder alcanzado a través de un inevitable conflicto armado. Disquisiciones que el cantautor plasmó en su canción “No Cierres los Ojos”, para muchos de alcance profético. Un extracto:
“Y ahora tienen el poder”
Lo ganaron con sudor
Tras dos siglos de esperar
Y hoy el tiempo es menos duro
Porque guardan la certeza
De que el triunfo está seguro
Y ningún poder del mundo
Lo herirá.
Cuida tu poder,
Vete a vigilar,
No cierres los ojos,
No vayas a despertar
Como ayer”.
“Me consideraban terrorista por mi militancia en el MIR”
El Golpe de Estado lo encuentra militando en el MIR, pero con cierta preparación previa para los días aciagos que se avecinaban. Según el libro “Hemos Hecho lo Querido y Hemos Querido lo Hecho”, texto de conversaciones con su amigo y compañero musical de Inti Illi Mani, Horacio Salinas, Manns cuenta que ya manejaba antecedentes de la intervención militar que ocurriría el martes 11 de Septiembre de 1973.
“Conocía a un médico de la Armada, que era también cineasta y él me informaba de los preparativos que observaba a bordo de las naves de guerra. Por eso no me agarró desprevenido”, aseguró Manns a Salinas, agregando que ponía esta información a disposición de las “personas correspondientes”. El artista aseguró que para ese día se acercó a La Moneda cuando el bombardeo de los Hawker Hunter era inminente y, a la distancia, vio al ex Presidente Allende salir de Palacio por Morandé 80 para despedir a sus cercanos y colaboradores que permanecían en su interior, como su hija más política, Beatriz Allende, “Tati”.
“Estuve a punto de cruzar corriendo (a la sede de gobierno), pero se me aconcharon los meados”, reconoció Manns en la entrevista guiada por el actual miembro del “Inti Histórico”.
En aquel libro, además, Patricio Manns sostuvo que su militancia le dificultó encontrar asilo político ante una dictadura que tuvo como objetivo diezmar al movimiento que, pese a todo, había adoptado la máxima “El MIR no se asila”, posición imposible para un personaje popular como Patricio Manns.
“Se comenzó a contactar otras embajadas -Francia, España, Alemania- para pedirles que me asilaran y me sacaran de Chile, pero todos se negaron rotundamente. Creo que me consideraban terrorista por mi militancia en el MIR. Cuba fue el único país que me concedió el asilo político”, recordó el artista.
Ya en el exilio, Patricio Manns se involucra en su primera tarea de resistencia: fundar Karaxu!, la agrupación musical del MIR en el exilio que serviría de plataforma artística de solidaridad y denuncia contra la dictadura de Augusto Pinochet. Así, en 1974 publican en París el disco “Canciones de la Resistencia Popular Chilena”, pocos días antes de que en Santiago la DINA diera con su líder, Miguel Enríquez, abatiéndolo en su domicilio clandestino en la comuna de San Miguel.
Un LP que tiene como primer tema, compuesto por Patricio Manns, “La canción de Luciano”, en homenaje a otro líder de “el tres letras”, Luciano Cruz, muerto en 1971. A ello se agrega otra canción de su pasado mirista: “Carta Abierta al Interior de Chile”, dedicada a Miguel Enríquez.
“Me retiré cuando ya habíamos registrado los LPs y recolectado mucho dinero para la resistencia”, contaría Patricio Manns a Horacio Salinas. Era 1978 y el MIR afinaba los preparativos de la llamada Operación Retorno, donde los militantes en el exterior volverían a Chile a derrocar a Pinochet por las armas lo cual, por cierto, nunca ocurrió.
Un discurso, un himno y una vocería
Ya finalizando la agitada década de los 70, Patricio Manns escuchó en Dinamarca un discurso del secretario general del Partido Comunista, Luis Corvalán, donde el dirigente reivindicaba la resistencia armada a Pinochet, lo que el PC conceptualizó como la política de “Rebelión Popular de Masas”. Esto sería la antesala de lo que fue el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, fundado a fines de 1983.
Meses después, en 1984 graba con Inti Illimani la “Marcha del Frente Patriótico Manuel Rodríguez”, el himno de lo que sería el brazo armado del PC. Lo hicieron en el estudio Forum Music Village del compositor Ennio Morricone. “A las milicias rodriguistas únete porque esta vez la patria va a vencer”, dice un extracto de la canción escrita en una hoja de cuaderno el 27 de Febrero de 1985. Acto seguido, Patricio Manns se transforma en el vocero del colectivo en el exterior.
Incluso, uno de los últimos testimonios de Manns sobre este pasaje de su biografía política, sostuvo que participó de las tratativas iniciales del atentado a Augusto Pinochet en 1986. “Se reunieron en mi casa en Francia algunos comandantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y allí cada uno aportó algunas ideas para ver cómo darle el bajo a este gallo”, contó en entrevista con el programa Mentiras Verdaderas de La Red.
Un vínculo con el FPRM que, sin embargo, no estuvo exenta de la personalidad rebelde de la voz de “El Cautivo de Til-Til”. “Una vez, cuando ya había dejado de ser portavoz del Frente, me llamaron por teléfono a mi casa en Francia y se me ordenó buscar al coronel Carreño, raptado y conducido a Brasil por el FPMR, y entregarlo en Buenos Aires. Pero me negué rotundamente (…) yo soy de aquellos que no obedecen órdenes descabelladas”, dijo Manns en el libro “Hemos Hecho lo Querido y Hemos Querido lo Hecho” en coautoría con Horacio Salinas.
Con todo, Patricio Manns volvería a Chile en Agosto de 1990, donde tuvo una simbólica presentación en el Teatro Teletón y el Estadio Chile (actual Víctor Jara) para luego volver a Francia. Sólo retornaría de manera definitiva a Chile iniciada la década de 2000. En el 2018, en tanto, el PC condecoró al artista con la medalla “Luis Emilio Recabarren”, máxima distinción entregada por la colectividad.
Apenas falleció el pasado sábado 25 de Septiembre, luego de una falla multisistémica producto de una avanzada diabetes, uno de los fundadores de Quilapayún, Eduardo Carrasco, sintetizó el perfil político de Manns y las sutiles diferencias de estrategia, a pesar de los afectos y al camino musical compartido. “Nosotros éramos menos radicales que él, que tenía un espíritu de leyenda heroica, con la idea del guerrillero. Nosotros creíamos en la idea allendista de la vía pacífica”, dijo el músico y académico al diario El Mercurio el pasado domingo 26 de Septiembre.
Esta tarde continuará el velorio del artista en el Teatro Nacional, para luego cremar sus restos en el cementerio del Parque del Recuerdo.