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La Convención

27 de Enero de 2022

¿Cómo entran en la nueva Constitución? El largo camino de las iniciativas populares de norma tras lograr las 15 mil firmas

¿Cómo entran en la nueva Constitución? El largo camino de las iniciativas populares de norma una vez que tienen las 15 mil firmas Agencia Uno

Conseguir los apoyos mínimos es solo el primer paso del derrotero que estas ideas deben sortear en la Convención Constitucional.

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El camino que debe recorrer una iniciativa popular de norma para formar parte de la Constitución no es corto. No le basta con reunir las 15 mil firmas que exige la plataforma.

El 1 de febrero de 2022 es el plazo para apoyar estas mociones. Al cierre de esta nota, 2.495 propuestas ya sortearon el primer filtro: la Secretaría Técnica de Participación Popular de la Convención.

Este organismo, integrado por 16 miembros y liderados por el sociólogo Gonzalo Delamaza, se encargó de revisar los requisitos formales que permiten declarar admisible una iniciativa o no.

Una vez aprobada, se pone a disposición de la plataforma para que pueda recolectar los 15 mil patrocinios necesarios.

¿Qué sigue después?

Para que una iniciativa popular de norma termine en la nueva Constitución debe recorrer un camino largo. Lo primero que hay que entender es que la Convención se compone de tres instancias claves:

-Mesa directiva: compuesta por la presidenta María Elisa Quinteros, el vicepresidente Gaspar Domínguez y los siete vicepresidentes adjuntos.

-Pleno: compuesto por todos los convencionales.

-Comisión: son siete comisiones temáticas. Están conformadas por dos coordinadores y un grupo de convencionales cuya cantidad es variable. La más numerosa es la de Derechos Fundamentales, que cuenta con 32 miembros. La más pequeña es la de Conocimiento, Ciencia y Tecnología, Cultura, Arte y Patrimonio, que tiene 15 integrantes.

Una vez que una iniciativa popular de norma consigue las 15 mil firmas, el documento llega a la mesa directiva. Ellos son los encargados de derivarla a la comisión correspondiente.

Dicha decisión puede ser impugnada por el pleno. Cada convencional puede solicitar que la norma se dirija a otra comisión. En ese hipotético caso, se vota: debe ser aprobado por la mayoría simple de los constituyentes.

La discusión en las comisiones

Para iniciar la discusión en las comisiones, primero son citados los autores de cada iniciativa popular de norma a exponer. En la instancia, los convencionales pueden emitir preguntas sobre la propuesta. Posteriormente se abre un espacio de deliberación y se vota en general.

Si una iniciativa tiene más de un artículo, se procederán a votar todos juntos, a menos que un convencional solicite su votación separada. Y si tiene más de un bloque de temas, los integrantes de la comisión también pueden pedir separarlos y votarlos en instancias distintas.

Posteriormente, la coordinación de cada comisión, con el apoyo de la secretaría técnica, debe sistematizar las iniciativas en un texto. Sobre él, los convencionales podrán hacer indicaciones para luego votar en particular.

Concluido este proceso, se elabora un informe que detalla: la historia de la norma, una síntesis de las opiniones expresadas en el debate, los resultados de las votaciones y el texto final en forma de artículo.

La discusión en el pleno

Según el calendario de la Convención, las votaciones en el pleno comenzarán a partir del próximo 15 de febrero. Todas las iniciativas que sorteen el filtro de la comisiones serán sometidas a deliberación.

Posteriormente, cada norma será objeto de votación en general en el pleno. En esta instancia, también está la posibilidad de que cada convencional solicite separar aún más la normas, para discutir aspectos específicos de cada una.

Si una propuesta es rechazada, regresará a la comisión respectiva. Esta deberá realizar los cambios pertinentes en un plazo no superior a 15 días.

Concluida la votación en general, comienza la votación en particular de cada artículo contenido en los distintos informes. En esta etapa, para aprobar el texto, se requiere el quórum de dos tercios.

Si un artículo es rechazado en particular, pero aún así la mayoría de los convencionales la votó a favor, nuevamente regresa a la comisión. Esta deberá hacer adecuaciones a la propuesta para que vuelva al pleno por última vez.

Plebiscito dirimente

La última alternativa de un artículo, en caso de que no alcance a cumplir el quórum de dos tercios, pero sí logre el respaldo de tres quintos del pleno, es que sea sometida a un plebiscito dirimente.

Sin embargo, este mecanismo requiere de una reforma constitucional que debe ser aprobada por el Congreso.

Una vez concluido todo el proceso, las normas aprobadas deberán sortear su último filtro: la Comisión de Armonización. Este espacio deberá “velar por la concordancia y coherencia de las normas constitucionales aprobadas por el Pleno”.

El texto definitivo será votado en el plebiscito de salida. La fecha aún no está confirmada.

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