The Cuestionario
16 de Marzo de 2022THE CUESTIONARIO. María José Viera-Gallo: “La Moneda hoy ha vuelto a ser sexy”
Patricio Vera
La escritora, guionista y periodista responde este cuestionario indiscreto. Cuenta que su mejor borrachera fue en París, bebiendo champaña hasta las siete de la mañana, y aclara que las locuras “no se planean. Suceden”.
The Cuestionario es un raro, directo, divertido y hasta indiscreto listado de preguntas elaborado por el equipo de The Clinic que busca una reacción distinta de quien contesta. Aquí, las respuestas de la escritora María José Viera-Gallo al cuestionario.
-Si pudiera reunirse con un político vivo o muerto, ¿quién sería? ¿Qué le diría en una reunión a solas y sin grabadora?
-Me reuniría con Dilma Rouseff. Le diría: Pélame a todos esos abominables hombres brasileros de cuello y corbata que te armaron un impeachment y te destituyeron.
-¿Qué animales elegiría para describir su estilo sexual?
-No hay estilo, sólo deseo. Permíteme ponerme grave: Eso de andarse comparando con los animales (“tiro como un león”, “soy una gata en la cama”) es fuera de cursi, propio del lenguaje supremacista de los seres humanos con respectos a otras especies.
-Cuando se ve en el espejo, ¿qué piensa?
-No pienso nada existencial. No soy tan narcisa como para que mi propia imagen me despierte ideas profundas. Tampoco veo demonios al otro lado. En general constato que mis ojos son demasiados grandes para caber en un espejo tan chico y que tengo ojeras. Termino mi auto-reconocimiento con un pensamiento al vuelo: mi cara todavía no ha envejecido, pero pronto lo hará y tendré que acostumbrarme a ella.
-Describa su peor borrachera -o altercado por efecto de las drogas-.
-¿Por qué no contar la mejor borrachera? Debe haber sido el año 2001. Vivía en París. Eduardo y Caroline de la banda de rock Pánico se casaban y me invitaron a la fiesta. La fiesta era en una casa de campo, en lo que los franceses llaman la campagne. Recuerdo haber vagado por cada rincón de esa casona antigua con una copa de champaña en la mano siempre llena.
“Cuando digo siempre llena no exagero. Las botellas de champaña estaban guardadas en una tina cubierta de hielo. Era cosa de ir al baño para sacar una botella. Un detalle que me parecía de película. Debo haber bebido de corrido hasta las 7 de la mañana. Nunca me sentí ebria, al contrario, sólo muy risueña. Esa larga noche descubrí que la buena champaña te despierta, te levanta, y la bebida en exceso te produce un éxtasis muy saludable. Ese día regresamos caminando bajo el sol por el campo hasta la estación de trenes y me seguía riendo”.
-Su personal receta para enfrentar las noches calurosas de este verano
-Al calor se lo vence con su opuesto. Ducha con agua helada, cuantas veces sea necesaria especialmente antes de acostarse.
-Tiene a todo el espectro político a su disposición: ¿Con quién le gustaría tener un secreto romance estival?
-No tengo fantasías románticas con políticos. Quizás porque crecí entre dirigentes políticos del antiguo Mapu y no los mitifico. Sí creo que hay políticos incluso, partidos políticos más sexy que otros. Sexy en el sentido de que despiertan el deseo de compartir ideas, proyectos, conversaciones, comidas, vinos, lo que sea.
“No hay nada menos atractivo que el joven de derecha que se llama liberal y se comporta como un lord conservador. Está lleno de figuras insípidas en ese espectro. Para qué decir del mansplaining. Tampoco me gustan los machos de izquierda. Sí me gusta que el presidente salga a comprarse un sanguche a la Terraza en short. Pero si me preguntas por lo del romance, preferiría tomarme una copa con Izkia Siches o Camila Vallejos. Bajo todos los puntos de vista, La Moneda hoy ha vuelto a ser sexy”.
-Titule su autobiografía
-No tengo título aún. La estoy escribiendo.
-¿Cuál ha sido la mayor cantidad de tiempo que ha pasado sin ducharse? ¿Por qué?
-Hace poco en enero. A falta de agua en el norte, me duchaba en el mar.
-Insúltese, con ganas.
-No seas tan emo.
-¿Cuál es su próxima y más cercana locura?
-Las locuras no se planean. Suceden.
-Si tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo: ¿iría al futuro o al pasado? ¿Dónde? ¿Por qué?
-Me iría a los años 70 a Roma, donde crecí en el exilio. Seguramente me encontraría sentada en una ruina buscando pasar el calor al contacto de la piedra.
-Un libro que le gustaría olvidar para leer de nuevo como la primera vez.
-¿Cuál es su droga?
-Caminar. Si no camino, aunque sea media hora al día, me siento atrofiada.
-La frase que siempre negará haber dicho.
-No voy a vivir con un hombre nunca más.
-¿Héroes o villanos?
-Antiheroínas.
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