Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Política

22 de Marzo de 2022

Faride Zerán, presidenta del CNTV: nueve pasajes esenciales de una periodista emblema de la crítica cultural de izquierda

Zerán fue nombrada por el gobierno de Boric para presidir el CNTV|

La Vicerrectora de Extensión y Comunicación de la U. de Chile fue nombrada por el Presidente Boric para presidir el Consejo Nacional de Televisión. Portavoz del relato autoflagelante durante la Transición, ha logrado extender su radio de influencia tanto en la Casa de Bello como entre los actores políticos de izquierda, ya sea en la vieja guardia como en la nueva generación que ahora llegó al poder.

Por

Fue uno de los hitos de la accidentada primera semana del gobierno, un tanto desapercibido por otros episodios críticos. El pasado jueves 17 de Marzo, La Moneda anunció que el Presidente Boric designó en la presidencia del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) a la Periodista Faride Zerán, figura emblemática del periodismo cultural, el progresismo y la academia.

El nombramiento de la hasta entonces Vicerrectora de Comunicaciones y Extensión de la Universidad de Chile -cargo que ocupará hasta el 11 de Abril-, arrojó algunas luces de lo que será su sello en el organismo cuyo mandato es “velar por el correcto funcionamiento de la televisión chilena”, tal como constata en su sitio web.

No obstante las definiciones corporativas, Zerán también proyectó una mirada de mayor alcance, donde destacó el concepto “medios públicos”, a raíz de las consultas de la prensa por la eventual tramitación de una nueva “Ley de Medios” durante la actual administración.

“No sé si es que hay que avanzar en una nueva ley de medios. Lo que sí sé es que hacen falta más medios públicos, mayor pluralidad de medios. Hace falta desconcentrar los medios de comunicación, que por ejemplo están en las manos de unos pocos en los medios escritos”, dijo la académica.

“Si eso es a través de una ley de medios, sin duda hay que hacerla. Si eso es a través de efectivamente dotar, de empoderar los organismos que ya existen, tenemos que dotarlos, tenemos que empoderarlos”, agregó, para preocupación de no pocas personeros ligados a las comunicaciones que temen una excesiva incidencia del Estado en el control de los medios.

Una inquietud amplificada ante un gobierno que dedicó una semana entera a dar explicaciones ante la idea de la ministra del Interior, Izkia Siches, sobre la generación de “manuales” para “comunicar mejor y no crear estigma”, algo descartado posteriormente por la vocera de gobierno, Camila Vallejo: los manuales finalmente serían de consumo interno en el gobierno.

Tópicos a los que Zerán -72 años, oriunda de Puerto Natales, con ascendencia palestina y siria- prácticamente le ha dedicado su vida profesional: los medios, la libertad de expresión, los debates culturales en el seno de la izquierda. Una voz incómoda para los pasados consensos de la Transición y que en los últimos años su ascendiente ha ido en paralelo al auge de una izquierda que llegó al poder de la mano de Gabriel Boric.

Siempre con una posición estratégica ante el poder, enfatizan fuentes consultadas por este medio; crítica cuando sus convicciones están en juego, hábil cuando tiene la oportunidad de llevar a cabo su agenda. Generalmente acompañada de un séquito de profesionales jóvenes colaboradores -con quienes suele almorzar e incluso salir de compras en ratos libres-, con los que ha generado relaciones profundas de lealtad en base a un rasgo que, algunas fuentes críticas, destacan bajo reserva como una tendencia a ser “barrera”.

Con todo, The Clinic profundiza en los capítulos más reconocibles de la Periodista que oficiará de nexo entre el gobierno y los eventuales cambios que se implementen para la TV local.

“Unidad de seguimiento”: La división que Jackson instaurará en la Segpres para vigilar de cerca el debate constituyente

1) Los años del MIR y la revista de Marta Harnecker

Fue durante la UP que Faride Zerán militaba en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el ”tres letras”: MIR. Una colectividad que con Salvador Allende gobernando, adoptó una distancia y colaboración crítica, posturas que fueron radicalizando a medida que el gobierno del médico socialista era superado por las circunstancias.

Sería en el MIR donde conocería a periodistas que ahora son parte de la historia afectiva de la izquierda, muchos de ellos que ahora engrosan los listados de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos en la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, entre otros: Máximo Gedda, Diana Aron -ambos DD.DD. desde 1974- y José Carrasco Tapia, asesinado por la CNI en 1986 mientras oficiaba de Editor Internacional de la revista Análisis.

Fueron en esos años donde Zerán empieza lo que sería una constante en los años venideros: el periodismo comprometido. Así, la periodista integró la redacción de la revista Chile Hoy dirigida por Marta Harnecker, intelectual famosa por sus libros “Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico” y “Cuadernos de educación popular”, textos de divulgación del pensamiento marxista ampliamente leídos por la militancia de la época.

Pese a su definida línea editorial, Chile Hoy tenía el formato de semanario, y desde su trinchera, se esforzaban por la investigación y por marcar el pulso del devenir político. En este sentido, quienes conocen a Zerán han escuchado de ella que fue una las primeras periodistas que comenzó a atar cabos sueltos de lo que posteriormente sería el Golpe de Estado de 1973. Algunas de sus portadas, de hecho, fueron elocuentes: “Abogado denuncia torturas en la Marina”; “Fuerza Aérea: el Golpe está vivo”; “Torturas en Cautín”

Su militancia y su trabajo en una revista de izquierda, fueron razones suficientes para que el Golpe la obligara a replegarse, con un breve intento por permanecer en el Chile militar de entonces, siguiendo una voluntarista máxima que buena parte de su generación pagó caro: “El MIR no se asila”

Pero la brutalidad de la DINA, que justamente comenzó su política de exterminio con el movimiento que dirigía Miguel Enríquez -abatido en 1974-, obligó a Zerán y su pareja, el cineasta Sergio Trabucco, a asilarse en Argentina y luego en Venezuela. Allí seguiría ejerciendo el Periodismo en diversos medios escritos.

2) Años de Transición y periodismo cultural

De vuelta en Chile a mediados de los ochenta, Zerán persistiría en el Periodismo, siempre desde los medios alternativos: Pluma y Pincel desde la cultura, la literatura y el feminismo, Análisis y Los Tiempos enfocados en la actualidad política, y el suplemento cultural del diario La Época donde en los noventa entrevistó a escritores, artistas e intelectuales.

Zerán tiene una posición estratégica ante el poder, enfatizan fuentes consultadas por este medio; crítica cuando sus convicciones están en juego, hábil cuando tiene la oportunidad de llevar a cabo su agenda.

Asimismo, su figura trasciende el anonimato de las páginas impresas para tener un espacio de crítica literaria en el programa “El Show de los Libros” que conducía el escritor Antonio Skármeta en TVN. De esa época, inicios de los noventa, fue publicado acaso su libro más reconocido: “La Guerrilla Literaria: Huidobro, De Rokha, Neruda”, texto que recoge las cuitas y vanidades entre los tres gigantes de la poesía chilena del Siglo XX.

Por entonces, Zerán ya era una figura destacada en el periodismo cultural, pero aún faltaba la época más relevante de su trayectoria: su ingreso en 1997 a la Universidad de Chile para dirigir la Escuela de Periodismo.

3) U. de Chile: refundar una carrera y terminar en Casa Central

Por entonces, Periodismo era una carrera abandonada a su suerte ante la desidia de la Casa de Bello. Tal como recuerdan generaciones de periodistas que salieron de sus abúlicas aulas, en los noventa la escuela era dirigida por un neurosiquiatra -Jorge Fernández- y era impartida en lo que en dictadura fue el cuartel general de la DINA, entonces calle Belgrado, a cuadras de Plaza Dignidad, actual sede de la Fech. 

Así, Zerán vio un campo desierto que podía comenzar a florecer. El primer paso era dignificar la carrera con un edificio propio. Finalmente, la escuela fue trasladada al campus Juan Gómez Millas en la comuna de Macul, en una descuidada área verde que alojaba a los estudiantes de otras facultades para hacer vida social y que, cuenta la memorabilia, incluso hubo una trifulca que terminó a balazo limpio. 

Para ello, vendrían una serie de hitos que le subieron la categoría a la carrera. La denuncia de Zerán contra el ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Mario Orellana, por el título exprés de Periodista otorgado al profesor Jaime Campusano; inauguración del nuevo edificio dedicado a la carrera -donde posteriormente se sumaría Cine-; el estatus de Instituto de la Comunicación e Imagen -Icei- y la apertura del Programa de Libertad de Expresión junto a impartición de programas de post grados. 

Una apuesta reforzada por las visitas de personajes connotados de la cultura, varios de ellos contactos personales de Zerán, especialmente para el cincuentenario de la escuela en el 2003; el Premio Nobel de Literatura José Saramago, el ex cantautor y otrora ministro de Cultura de Brasil, Gilberto Gil, y la participación especial del ex Presidente Ricardo Lagos, ex académico de la escuela en la década del sesenta, a través de una video conferencia transmitida en Casa Central.

Quiebre en el Senado, el camino propio de los republicanos y un debate pendiente de RN: Cinco claves para entender la “guerra fría” de la derecha en el Congreso

4) “Operación del Segundo Piso”: Portazo al directorio de TVN

Precisamente con el ex Presidente Lagos, Zerán se enfrentaría a propósito de su participación en el directorio de TVN entre los años 2000 y 2004, con apoyo principal del Partido Socialista de la época. Aún Chile se encontraba en lo que podría calificarse como “la Transición tardía”, pues aún el ejercicio del Periodismo incomodaba de sobremanera a las autoridades de la época.

Por esa época, además, Zerán junto a un grupo de artistas e intelectuales, lanzarían a los kioscos la revista Rocinante, desde donde hicieron crítica cultural ante la desazón de la izquierda con los temas pendientes de los gobiernos de la Concertación. La trinchera discursiva era esperable para el caso de los medios: la indolencia de la Transición para fomentar la diversidad en los medios, la dispar distribución del avisaje estatal entre los medios escritos, la ligereza de los contenidos en la televisión abierta.

Asuntos a los que Rocinante -donde en su comité editorial coincidían Tomás Moulian, Manuel Antonio Garretón, Sofía Correa, Sonia Montecinos, Diamela Elitit, entre otros- dedicó generoso espacio y tinta, cuestionamientos que Zerán reproducía en las reuniones de directorio de la señal pública de televisión, según las pistas que fue dejando la periodista en entrevistas y columnas de opinión.

De hecho, en un libro con el elocuente título “Tejado de Vidrio. Crónicas del malestar”, -principalmente selección de textos editoriales de Rocinante-, Zerán incorporó también cartas y correos electrónicos a Marco Colodro y Pablo Piñera, presidente y director ejecutivo de TVN.

Ejemplo de ello fue cuando el empresario Nicolás Ibáñez mandó comprar todos los ejemplares del extinto diario La Nación Domingo, donde se denunciaban hechos de violencia intrafamiliar en su contra. La señal pública, acusó Zerán, demoró cinco días en emitir una nota constatando el escándalo que implicaba el hecho.

“Su prolongado silencio ha permitido que tanto el mundo periodístico como parte importante de la opinión pública informada se interroguen acerca de la supuesta independencia del canal público”, apuntó la periodista en el texto titulado “Declaración de Faride Zerán para incorporar al Acta de Directorio de TVN”, enviada en septiembre del 2002. El tema sería profundizado por Zerán en entrevista con El Mercurio, donde aseguró que en TVN “existe una preponderancia de un criterio no periodístico ni profesional”.

Situación similar fue la ocurrida con la emisión de la entrevista a Jorge Vargas Bories, padre de una finalista del programa de entretención “Tocando las Estrellas”, inculpado en el asesinato del periodista José Carrasco Tapia por agentes de la dictadura en 1986. Entonces, dirigentes del Colegio de Periodistas fueron a manifestarse en las inmediaciones de TVN, protesta que fue cubierta por profesionales del propio canal. Esfuerzo estéril, ya que la nota no fue exhibida.

“¿Con qué razón puede aparecer en pantalla un procesado por violación a los derechos humanos y no sus detractores?”, le preguntó Zerán al ex director ejecutivo, Pablo Piñera.

Meses después, también enviaría un correo electrónico al presidente del directorio de TVN, Marco Colodro, solicitando normar las “visitas y revisiones de materiales efectuadas a título individual”.

Esto, luego que en el contexto de Caso Spiniak, miembros del directorio fueron hasta el Área de Prensa del canal a “revisar y retirar material original sobre el tema y lo entregaron en la UDI y al juez que entonces instruía la causa, Daniel Calvo”, según contextualizó Zerán en el libro “Tejado de Vidrio. Crónicas del Malestar”.

La voz disonante de Zerán fue uno de los factores que llevarían a la renuncia de la periodista al directorio de TVN en Marzo del 2004.

“Fui blanco de una operación ideada por personeros del segundo piso del Palacio de La Moneda que no sólo buscó sacarme de Televisión Nacional, sino que también afectara mi imagen”, acusó la periodista en un acto de desagravio celebrado en el restaurant El Parrón, a donde llegaron los entonces socialistas Gonzalo Martner -presidente del PS-, Jorge Arrate y Carlos Ominami, además del sociólogo Tomás Moulian, el historiador Alfredo Jocelyn-Holt, el ahora convencional -y ex director de The Clinic- Patricio Fernandez, el cineasta Silvio Caiozzi y el fenecido escritor Pedro Lemebel, entre otros.

La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, dio a conocer a la nueva presidencia del CNTV, Faride Zerán, en el Palacio de La Moneda. FOTO:CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO

5) Carta Abierta a Lagos y críticas a la ex Concertación

En Septiembre del 2005, en las postrimerías de su mandato, el ex Presidente Ricardo Lagos envió una misiva al director de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman, quejándose por la publicación de un artículo donde se sostenía que Correos de Chile daba un trato preferente a la empresa Software A.G., de la que Roberto Durán, hermano de la Primera Dama Luisa Durán, era director para América Latina.

La trinchera discursiva de Rocinante era esperable para el caso de los medios: la indolencia de la Transición para fomentar la diversidad en los medios, la dispar distribución del avisaje estatal entre los medios escritos, la ligereza de los contenidos en la televisión abierta.

“Ha terminado el suyo siendo un diario al servicio de una tribu, la tribu que desea sembrar el odio a través de los que escriben su página editorial y la tribu de los que quieren atacar no importa por cuáles medios”, apuntó Lagos en una carta que, al tener el membrete de la Presidencia, el diario resolvió publicarla en la sección Cartas al Director.

Lagos, en todo caso, recibiría de su propia medicina. Faride Zerán intervino en el debate y, a propósito de su carta a El Decano, le dedicó una columna titulada “Tiene razón, señor Presidente” publicada en esos días en El Mostrador.

“Tiene razón, Presidente, al referirse a ‘ese periodismo´ que le hace mal al país. El punto es que lamentablemente, en estos 15 años de gobiernos de la Concertación, todos sus mandatarios, incluyéndolo a usted, velaron con su indiferencia para que ningún otro periodismo pudiera consolidarse en Chile. Y cuando cerraban Análisis, Apsi, Hoy, el Fortín Mapocho, el diario La Época, o recientemente Plan B, o El Portal del Pluralismo, todos cerraron los ojos asumiendo que el mercado debía operar”, escribió la Periodista.

La guerra epistolar continuaría en los últimos estertores de la revista Rocinante, cuando el comité editorial del medio publicó el texto “Carta Abierta al Presidente Lagos”, donde cuestionaron con dureza al otrora Mandatario y a los gobiernos de la ex Concertación ante la concentración de medios en la prensa escrita.

“Nos resulta sorprendente la indiferencia con que también su gobierno ha asumido el déficit de pluralismo que aqueja a nuestra sociedad, dejando a las leyes de un mercado ideologizado y poco transparente el destino de los medios que permiten ampliar los horizontes de tolerancia, diversidad y democracia”, dice un extracto de la misiva colectiva.

“Nos parece preocupante que, más allá de las buenas intenciones y discursos oficiales en pos del pluralismo y la diversidad, los tres gobiernos de la Concertación se hayan omitido de plantear políticas públicas ante el duopolio de la prensa escrita y la creciente concentración en la propiedad de parte de grandes consorcios que también controlan la radio y el cable”, agrega.

Dos años después, sin embargo, Faride Zerán fue condecorada con el Premio Nacional de Periodismo.

6) U. de Chile: una nueva vicerrectoría y consolidación del poder

Corría el año 2014 y la Universidad de Chile debía resolver la sucesión de Víctor Pérez en la rectoría de la casa de estudios. Faride Zerán apoyaba al Premio Nacional de Arte, Gonzalo Díaz, tal como era apoyado por el filósofo Pablo Oyarzún y el sociólogo Manuel Antonio Garretón y los grupos ligados al autonomismo universitario. De hecho, el hermano del Presidente Boric, Simón, colaboró con esa candidatura.

Sin embargo, avanzada la contienda por la conducción universitaria, Díaz y sus adherentes desistieron de la candidatura para terminar apoyando al actual rector Ennio Vivaldi, quien resultó electo con el 57,99% de los votos en segunda vuelta.

En la jugada, Zerán saldría por arriba y consolidaría su contundente incidencia en la principal universidad pública y laica del país.

Una vez que Vivaldi asume, la nombra Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, cargo hasta la fecha inexistente en la U. de Chile: anteriormente la instancia se dedicaba sólo a labores de vinculación con el entorno.

Con la nueva vicerrectoría, instala su oficina en la Casa Central y cambian los canales de comunicación de la Casa de Bello. La revista institucional de la pasada rectoría, con un perfil más de vida social que otra cosa, pasa a tener una labor informativa y editorial. Primero se llamó “El Paracaídas”, para luego terminar en “Palabra Pública”.

Con la Vexcom, además, se crean las “cátedras”, espacios de reflexión multidisciplinarios: Derechos Humanos, Racismo y Migraciones Contemporáneas y Amanda Labarca, esta última enfocada en los temas de género.

7) Un “consejo social” de apoyo a Francisco Figueroa

El autonomismo en todas sus pasadas variantes ha sido de las corrientes políticas más relevantes de la Universidad de Chile. De ahí proviene, sin ir más lejos, el Presidente Boric. Por lo mismo, a nadie le extrañó cuando la periodista apoyó la candidatura parlamentaria de Francisco Figueroa el 2017.

De hecho, Zerán integró el denominado “consejo social” de la campaña, junto a artistas e intelectuales de izquierda, como el ex abanderado Jorge Arrate y el sociólogo y académico de la casa de estudios, Carlos Ruiz, de quien Zerán es cercana.

Actualmente, Francisco Figueroa es el jefe de gabinete de la ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro.

8) Apoyo Jadue para “desmontar el neoliberalismo”

Era el mes de mayo del año pasado cuando el entonces candidato presidencial del Partido Comunista, Daniel Jadue, recibía el apoyo de Faride Zerán, quien a través de un video, destacó la gestión comunal del también alcalde de Recoleta, además de sus condiciones para “desmontar las bases del neoliberalismo”.

Incluso, Zerán -con quien comparte la defensa de la causa Palestina- apoyó al alcalde en su idea de impulsar una Ley de Medios. “Lo que él plantea es algo que venimos exigiendo hace rato en las escuelas de periodismo (…) esto Jadue no lo sacó del sombrero de un mago para espantar”, dijo al respecto la Periodista.

En diciembre, en tanto, Zerán apoyó a Boric junto a otros cuarenta premios nacionales.

9) Directorio del Teatro Municipal vía Irací Hassler

El rango de influencia de Faride Zerán también se extendió a la Municipalidad de Santiago, luego que la alcaldesa, Irací Hassler, la sumara a una terna para integrar el directorio del Teatro Municipal, junto al director artístico y gestor cultural, Alfredo Saint Jean, y al ex ministro Máximo Pacheco.

“Fui blanco de una operación ideada por personeros del segundo piso del Palacio de La Moneda que no sólo buscó sacarme de Televisión Nacional, sino que también afectara mi imagen”, acusó Zerán cuando renunció al directorio de TVN.

“Todo mi apoyo a la alcaldesa Irací Hassler en su decisión de potenciar y democratizar la cultura en Santiago”, dijo Zerán según El Mostrador.

También puedes leer: “Descoordinación”, “gestos innecesarios” y “ansiedad” en el gabinete: siete hitos que marcaron la primera semana del gobierno de Boric


Volver al Home para seguir leyendo artículos de The Clinic

Notas relacionadas