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9 de Agosto de 2022Precio de la UF podría llegar a 34 mil pesos en septiembre: ¿Cómo afectará al bolsillo de los chilenos?
Conversamos con dos economistas que nos explicaron en qué impacta más el incremento de la UF, y de que forma se puede ver afectado el presupuesto familiar.
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Este lunes 8 de agosto, el Instituto Nacional de Estadística (INE) entregó un nuevo informe sobre el Índice de Precios al Consumidor correspondiente a julio. La inflación en el período llegó hasta un 1,4%, superando casi todas las proyecciones al respecto. Por consiguiente, se reportó también una importante alza en la Unidad de Fomento (UF).
Como esta unidad de medida está indexada a la inflación del IPC y se reajusta a partir del 10 de cada mes, ayer alcanzó los $33.504. Lo que significa que desde mañana comenzará un incremento del 1,4%, y escalará $469 hasta los $33.973, bordeando ya los 34 mil pesos.
La inflación sigue desatada en nuestro país y continúa subiendo el costo de la vida. Aunque también es necesario señalar que esto es parte de un proceso global. Aldo Madariaga, doctor en Economía y académico de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, puntualiza que «si bien existe una controversia respecto a cuanto de interno o externo tiene la inflación, lo más razonable parece ser apuntar a los factores externos».
«El alza en Chile sigue tendencia al alza en resto de países. En Estados Unidos y Europa occidental alrededor del 9% anual (mayor inflación desde 1970s-80s). En Europa Oriental, países con características similares a Chile y moneda propia como Polonia, Croacia, etc., están en el orden del 12-15%», explica.
A pesar de que el objetivo de la UF es proteger de efectos del alza de precios, ha sido imposible contenerla ante el escenario de inflación. Expertos nos explicaron qué bienes y servicios serán los más afectados. Además, señalaron cómo esto se traducirá en un golpe al bolsillo de los chilenos.
¿Qué cosas subirán más?
Leonardo Hernández, académico de la Escuela de Administración de la Pontificia Universidad Católica (PUC), sostiene que «las principales causas detrás de este aumento fueron las alzas en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas (ej. carne de vacuno, plátano) y en los ítems de la división transporte (ej. gasolina, transporte en bus interurbano)».
Puntualiza Madariaga que, según el INE, estos son justamente productos que provienen del países extranjeros. «Los bienes y servicios que más han aumentado su precio son precisamente aquellos que son importados, o dependen fuertemente de estos», dice.
Además, aquellos productos y servicios que están indexados a la UF sufrirían importantes alzas, principalmente en el sector vivienda y el financiero. Tales como «colegiaturas, créditos hipotecarios cuyos dividendos están en UF, salud (los planes de salud se contratan en UF), arriendos (no siempre, pero con frecuencia se reajustan por IPC de modo trimestral)», agrega Hernández, que también es director alterno de Clapes UC.
Madariaga coincide en que el ámbito de la economía que se verá más afectado será el costo del arriendo, así como también el costo de los créditos.
Explica que el «costo en UF del crédito hipotecario es el mismo, pero como sube de valor, el costo en pesos es cada vez más alto. Esto contrasta con los salarios que no están calculados en UF sino en pesos. Incluso aquellos que tienen reajuste por UF, el reajuste no es automático, sino que generalmente es anual, lo que implica que el sueldo va perdiendo valor a medida que pasa el año».
¿Quiénes ganan y pierden con el alza de la UF?
De esta forma, el experto de la UDP señala que «se genera un desfase entre el valor en pesos del arriendo y el sueldo. Esto implica que una parte cada vez mayor del sueldo tenga que destinarse a arriendo, con la implicancia de tener que reducir gastos en otros ítems que no son fundamentales (ocio, bienes durables). O bien, financiando con crédito, en cuyo caso vuelve a introducirse la pérdida de poder adquisitivo del salario ya que los préstamos tienden a estar en UF».
«El problema es la alta inflación que afecta más a los hogares más pobres. Aquellos que tienen escasas o nulas posibilidades de ahorro y cuyos ingresos están en pesos, ven una caída en su poder adquisitivo que afecta casi al 100% de sus ingresos», añade Hernández. Estos hogares, justamente son los que no cuentan con vivienda propia, por lo que el precio del arriendo los golpea más, dice Madariaga.
«Además, tienden a gastar mucho más de lo que ganan porque sus sueldos no les alcanza, y la diferencia generalmente la cubren a través de créditos (generalmente de casas comerciales vía tarjetas, que son los más caros en términos de tasas de interés). El costo de los créditos no incluye solo la tasa de interés -que va subiendo para controlar la inflación- sino también costos adicionales que generalmente se calculan en UF, como seguros y gastos varios que se resumen en el CAE», agrega Madariaga.
Con todo, el doctor en Economía concluye que «con el alza de la UF ganan quienes tienen ingresos en UF: bancos, compañías de seguros, clases altas con inversiones inmobiliarias. Pierden en general los que tienen ingresos únicamente por sueldo».