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Reportajes

11 de Agosto de 2022

Colo-Colo se acerca al Louvre: La historia del pintor e hincha albo que expondrá en París

La primera semana de septiembre, el pintor chileno Alejandro Moreno participará en una exhibición de arte en Carrousel du Louvre, lugar que corresponde a una extensión del Museo del Louvre pero que maneja sus propias exposiciones. Allí va mostrar un cuadro de Colo-Colo, equipo del cual es hincha. Su camino como artista, asegura, ha sido explosivo y vertiginoso.

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Durante la primera semana de septiembre, el Club Social y Deportivo Colo-Colo dirá presente en París. Pero no lo hará a través de un partido amistoso ni una copa internacional. Nada por el estilo. Lo hará a través de un cuadro pintado por el artista chileno Alejandro Moreno, quien dentro de las diferentes obras que exhibirá en esa ciudad incluye una pintura inspirada en el plantel colocolino del año 1991, levantando la Copa Libertadores.

Boceto del cuadro que Alejandro Moreno presentará en París.

El artista, quien se define como un “pintor pop”, debido a su estilo pop-art, ya ha exhibido sus trabajos en Miami y en Londres, y hace alrededor de tres meses recibió la confirmación para la próxima exposición de la que formará parte: “Focus Art Fair Paris 2022”. Ésta se realizará la primera semana de septiembre en una de las extensiones del Museo del Louvre, específicamente en la zona llamada Carrousel du Louvre, donde se montan exposiciones de arte contemporáneo con invitados internacionales, gestionadas de manera independiente del reconocido museo.

Moreno lleva un par de años dedicado de lleno al arte, pero su camino ha sido poco común. “Me dedicaba a algo nada que ver”, dice cuando comienza a contar su historia.

Cuadro pintado recientemente por Moreno. Foto: Joaquín Zúñiga

Antes de todo esto, Alejandro Moreno (44), ingeniero en Turismo y Magíster en Marketing, se dedicaba a hacer clases de posgrado en la Universidad del Pacífico, en áreas como gestión de la innovación y marketing. Hoy esa faceta quedó completamente atrás. Cambió las salas de clases y pizarrones por atriles y telas.

Hoy dice que la invitación a París es “una coronación a mi carrera y al esfuerzo. A mi valentía también, de hacer algo que quizás no estudié. Hay un dicho muy sabio que dice ‘serás quien quieras ser’. Y bueno, detrás de esto hay una tremenda lucha”.

Por $40.000 el primer cuadro

Luego de once años como docente en la Universidad del Pacífico, Alejandro Moreno quedó sin trabajo, debido al cese de funciones de esta institución en 2019. Cuando la crisis en la casa de estudios ya era evidente, él había comenzado a buscar opciones para mantenerse a flote económicamente. Si bien por ese entonces Moreno pintaba, lo hacía sólo de vez en cuando, y nunca con fines económicos.

“Se me ocurrió cerca del 2018, con una polola que tenía entonces, comenzar a traer ropa fitness. Y nos fue bien. Mi polola no se acostumbró a Chile, se devolvió, y yo seguí con la tienda. Monté un local en el metro Tobalaba y después otro en el centro”, dice Moreno. El negocio funcionaba bastante bien, asegura. Eso hasta que llegó el estallido social, y luego la pandemia.

Alejandro Moreno en el balcón de su departamento. Foto: Joaquín Zúñiga.

“Empezó el estallido y no llegaba nadie a comprar ropa, ni siquiera online, nada. Menos con la pandemia. Estaba cerrado hasta el correo para mandar la ropa. Tuve que cerrar los dos locales, y dije ‘qué hago ahora, tengo dos hijos, debo pagar dos pensiones alimenticias. Qué hago, qué hago’… Y tenía un cuadro colgado allí. Era muy simple la pintura”, dice mientras mira a un rincón en el living de su departamento en Providencia.

El cuadro que menciona consistía en una pintura de la ciudad de Santiago, donde se veía la Torre Telefónica junto a la costanera del Río Mapocho, todo en blanco y negro acompañado por un fondo colorido. Decidió venderlo.

“Dije: ‘lo voy a subir a esa página de Instagram que hice alguna vez en mi vida’, donde tenía apenas 47 seguidores. Apareció un compadre que me dijo ‘te lo compro’. Ok, le dije. ¡Y qué precio le pongo! No tenía idea de a cuánto se podía vender un cuadro mío, nunca había vendido uno”.

Tuve que cerrar los dos locales, y dije ‘qué hago ahora, tengo dos hijos, debo pagar dos pensiones alimenticias. Qué hago, qué hago’… Y tenía un cuadro colgado allí. Era muy simple la pintura”, dice mientras mira a un rincón en el living de su departamento en Providencia.

El precio acordado fue de $40.000. Ese 3 de abril de 2020, después de 25 años pintando, Alejandro Moreno vendió por primera vez un cuadro de su autoría. En ese momento vinieron a su memoria recuerdos de su adolescencia, haciendo algunos graffitis, pintando chaquetas, poleras, y hasta las camisas de colegio de sus amigos y compañeros.

¿Un pintor de mascotas?

Luego de la primera venta, Alejandro comenzó a pensar en fórmulas para expandir su negocio. El primer paso fue potenciar su cuenta de Instagram (ale.moreno.art). El segundo, fue buscar influencers. Su plan consistió en ubicar a personas con muchos seguidores en redes sociales, pintarles un cuadro de su mascota, regalárselo y buscar con eso algo de publicidad.

“Ahí encontré a Maura Rivera, me costó llegar a ella. También a Jhendelyn Núñez. Entre las dos tenían casi cuatro millones de seguidores. Estaba desesperado, tenía que sobrevivir de algo, estaba empezando la pandemia”, comenta.

Uno de los cuadros de mascotas que solía pintar Alejandro Moreno. Foto: Joaquín Zúñiga.

De a poco, cuenta, sus seguidores comenzaron a aumentar. “Empecé con ese tema de las influencers y me llegaron 3 mil, 4 mil, 5 mil seguidores. ‘Yo quiero un perrito como el de la Maura, yo uno como el de la Jhendelyn’. La gente comenzó a comprar cuadros de distintos tamaños y distintos precios. En ese tiempo empecé cobrando 30 lucas por un cuadro pequeño de mascota”, agrega Moreno.

Su living comenzó de a poco a convertirse en un taller de pintura. Por suerte, dice, a sólo una cuadra de su casa se encuentra el local Tiendas Atriles. Sin planificarlo se convirtió en un cliente frecuente.

“Acá, justo en la esquina, está el mayor proveedor de bastidores de pinturas y telas de todo Santiago. Ellos me decían ‘oye Alejandro, cómo lo haces para llevar tantos bastidores, si recién estás empezando’… Yo les decía ‘pucha, la publicidad, las redes me hicieron explotar’. Me iba con un carrito de feria y lo llenaba de bastidores. Después volvía a los dos días, y me iba con el carro lleno nuevamente. Había días que me pintaba cuatro o cinco cuadros. Me pedían, me pedían, me pedían”, rememora Alejandro Moreno.

Empecé con ese tema de las influencers y me llegaron 3 mil, 4 mil, 5 mil seguidores. ‘Yo quiero un perrito como el de la Maura, yo uno como el de la Jhendelyn’. La gente comenzó a comprar cuadros de distintos tamaños y distintos precios”.

“Después un día dije ‘ya, quiero sacarme el rótulo de perritos’, y empecé a pintar figuras humanas. Es difícil pintar figuras humanas, y más a pedido. ‘Es que el ojo, la nariz, la ceja’. Noté que me estaba metiendo en una arena ultra movediza, pero aperré… Algunos me los tiraron por la cabeza. Con el primero y el segundo que hice me decían ‘no, es que mira los dientes, mira los ojos’”.

Para eso también empleó estrategias. Por ese entonces asistió a diferentes entrevistas en televisión, como en el canal Zona Latina. Días después de ser entrevistado por Mario Velasco y María Jimena Pereyra, el presentador de televisión le pidió que le realizara algunos cuadros para su hogar: uno de Mick Jagger y otro de Gustavo Cerati. Luego le vendió también un cuadro a María Jimena Pereyra: un retrato de The Beatles.

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“Empecé con la técnica pop art, que son puros trazos… Si te fijas, se recalcan más las sombras, y con la sombra le das la figura a la cara. Empecé a marcar mi sello: pintura negra, fondo colorido. Ese es mi sello. Pinturas negras en pop y fondo colorido. Eso a la gente le encanta”, asegura el artista.

“Había meses en que pintaba 60 ó 70 cuadros. Después ya no podía llevar el carrito a la tienda de telas. Un furgón me traía las pinturas, las telas y el resto de materiales”, añade. De a poco comenzó a buscar publicitar su arte a través de figuras internacionales. Una de esas llegó de casualidad.

Una amiga de Alejandro vivía en Inglaterra, donde conoció a Marouane Fellaini, jugador belga de fútbol, con pasos en equipos ingleses como Everton F.C. y Manchester United. Alejandro vio la posibilidad de inmediato: pintó un retrato del futbolista y se lo hizo llegar. “El tipo lo recibió y me escribió agradeciendo el gesto. ‘Hermano, lo coloqué en mi sala, en Bélgica’, me dijo”.

“Llegué a pata pelada a golpear puertas”

Alejandro Moreno cuenta hoy que las exposiciones que ha tenido en Miami e Inglaterra, y la que fue confirmada recientemente en París, son fruto de golpear puertas y recibir muchas veces respuestas negativas. “Soy muy proactivo en ese sentido, no estoy esperando que venga el veedor del Manchester United y me lleve. Agarro el Instagram y puedo mandar 50, 60 mensajes en un día. Todos mensajes distintos, no envío uno tipo”, añade.

Actualmente asegura que viaja seguido a Miami, donde ha ido creando una clientela. También tiene nuevas invitaciones allí.

“Llegué a pata pelada a golpear puertas. Me arrendé un departamento, me salió un ojo de la cara, pero fui. Vendí unos cuadros y regalé la mitad de ellos. Ahora me están pidiendo que vaya en septiembre, a hacer cursos en un concepto denominado “paint and wine”.

Cuadro pintado por Alejandro Moreno. Foto: Joaquín Zúñiga.

La modalidad es simple, comenta el pintor. Se juntan cerca de diez personas a las ocho de la tarde en un pub o en una casa. Cada uno paga una cuota y pueden beber vino y pintar, mientras él hace de profesor guía. “Quizás no ganaré mucho, pero voy a cubrir mis costos. Y aprovecho de hacer promoción, además”.

Respecto al rubro en Chile, tiene bastantes críticas. “Siento que (en Chile) el común de la gente aún no entiende que el arte es entre comillas una inversión. Creo que para la mayoría de la gente representa un gasto. Tampoco hay tanto respeto por los artistas. No sé si en otros lugares hay más  respeto, porque no he vivido de esto en otros lugares para contarlo, pero por ejemplo tenía lista una exposición en el Aeropuerto de Santiago. Me reuní dos veces con ellos y de un día para otro no me contestaron más”, asegura.

Siento que (en Chile) el común de la gente aún no entiende que el arte es entre comillas una inversión. Creo que para la mayoría de la gente representa un gasto. Tampoco hay tanto respeto por los artistas”.

“Y eso me ha pasado muchas veces en galerías, hasta en galerías online. ‘Podríamos hacer algo en conjunto’, les digo. ‘No, ya tenemos copado”. Ni siquiera te preguntan qué pintas, qué haces. ‘Mándame tu portafolio’. No, nada. ‘Es que ya está todo sellado por un año más’. Es como un portazo inmediato, ni siquiera te saludan”, añade. El próximo 17 de agosto, adelanta, realizará su primera exposición en Santiago, en el Club de Golf Brisas de Chicureo.

La exposición en Carrousel du Louvre, asegura, se acordó gracias a una participación suya en agosto del año pasado en Saatchi Gallery, Inglaterra, muestra que fue armada por los mismos organizadores que ahora harán lo de París. Para lo del 2021, Moreno dice que postuló, pero que por motivos sanitarios a raíz de la pandemia del Covid-19 no pudo viajar presencialmente. Sí llegaron sus cuadros, enviados a través de DHL. Para la exposición en Francia fue invitado a participar. Luego de un proceso de selección, que duró cerca de un mes, fue aceptado, comenta.

“Haciendo una analogía con el fútbol, es como que saquen a un cabro del barrio y le digan ‘anda a probarte al Real Madrid’. Vendería hasta mi casa para ir. Es eso de cierta forma, salir de la cancha de tierra e ir al Wembley”, comenta Moreno.

Lienzos por pintar

Como si de un cuadro en blanco se tratara, Alejandro Moreno tiene claros sus objetivos a futuro. Lo dice apenas oye la pregunta: “Consolidar mi carrera en el extranjero”.

Haciendo una analogía con el fútbol, es como que saquen a un cabro del barrio y le digan ‘anda a probarte al Real Madrid’”.

“Siempre mis dardos han estado apuntados para afuera. He recorrido Brasil, donde iba casi todos los meses, entonces también tengo algunas puertas por allá. Miami me encanta, y además este estilo de arte se vende mucho ahí. Tú vas a una galería y está lleno de este arte. Es bueno, pero también es malo, porque hay mucha competencia. De todas formas me encantaría”, comenta.

El cuadro de Colo-Colo que llevará a París fue seleccionado gracias a una votación de sus seguidores de Instagram. Respecto al mismo tema, hay otra meta que dice tiene pendiente: una exposición en el Estadio Monumental David Arellano.

Colección de camisetas de Colo-Colo de Alejandro Moreno. Foto: Joaquín Zúñiga.

Alejandro Moreno cuenta que siempre ha estado ligado a Colo-Colo, desde que tiene memoria. Una pasión que heredó de su núcleo familiar. “Soy socio y accionista del club. Intento ir a todos los partidos”, dice. Por lo mismo, comenta que ha realizado diferentes cuadros para algunos jugadores actuales y antiguos del equipo, como Pablo Solari, Carlo Villanueva y Esteban Paredes. Esa pasión lo impulsó para comenzar hace más de 30 años una colección de camisetas del equipo de sus amores, las cuales muestra con orgullo y cuidado.

“Me encantaría exponer y hacer varios cuadros de los jugadores que están actualmente en el plantel, para honrar su entrega. Me lo ofrecieron ya, estamos en conversaciones. Sería un orgullo. Soy hincha desde toda la vida”, cuenta el artista.

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