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Reportajes

14 de Agosto de 2022

Iván Monalisa, escritor, y su regreso a Chile tras 27 años: “Yo no tengo nada que traer al país, yo vengo aquí a aprender más todavía”

Crédito: Maritza Zuniga

"Digamos que yo dejé Chile en el siglo pasado", dice el autor de "Las biuty queens" literal y metafóricamente. En conversación con The Clinic antes de volver a partir a Estados Unidos, Iván Monalisa habla sobre su trabajo, su reconexión con Chile, su postura de cara al plebiscito y su sueño de empezar a vivir más en este país.

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Se fue el 19 de septiembre de 1995. Desde entonces, ha pasado mucho. Cinco presidentes, el estallido, la pandemia. Desarrollos urbanos y tecnológicos. La muerte de José Donoso, de Roberto Bolaño, de Nicanor Parra, de Pedro Lemebel. Del cardenal Raúl Silva Henríquez, de Roberto Matta, de Daniel Zamudio. De Pinochet y Lucía. El nacimiento de nuevos tiempos, los movimientos estudiantiles, las leyes de identidad de género y de matrimonio igualitario. El plebiscito. Mucho, mucho más que eso. Porque tras 27 años afuera del país, Iván Monalisa, escritor y artista, se encuentra hoy con un Chile muy distinto.

Y él lo sabe.

Después de pasar años sin poder salir de Nueva York -donde vive- porque aún no tenía la residencia, el autor de “Las biuty queens” (Alfaguara, 2021) llegó a Chile el pasado 1 de julio. Se vino por cinco semanas y regresó a la ciudad estadounidense el 9 de agosto, un día después de conceder esta entrevista por teléfono desde Llanquihue.

Su objetivo principal era poder visitar a su familia. “He estado súper regalón, los abrazo a cada rato, los beso a cada rato, me dan de comer… Yo creo que en el avión de vuelta me van a cobrar recargo, pero no de maleta, sino de peso del pasajero, cachai”, bromea.

El segundo, era poder sentir cómo está Chile. Le ha, en líneas generales, encantado.

Iván Monalisa enamorado

Reconexión es una palabra clave de este viaje.

“Estoy más enamorado del sur que antes. Si vuelvo a Chile me quiero establecer acá, en el sur. Acá hay muchas cosas que hacer… Me olvidaba de la majestuosidad del sur de Chile. Mis papás viven al lado del lago Llanquihue, y ahora que es invierno, no se ve la cordillera y parece que fuera mar, por lo inmenso”, dice Iván Monalisa.

Crédito: Maritza Zuniga

También durante estas semanas hizo un taller de teatro en Chiloé con un grupo de jóvenes que autogestiona sus talleres y, según dice, lo trataron “como rey”. Hicieron un pequeño acto performático, algo que Iván Monalisa -licenciado en Teatro de la Universidad de Chile– no hacía hacia rato.

Asimismo, el escritor se ha reconectado con su historia. Su familia por parte de madre es de origen huilliche, e Iván Monalisa ha empezado a escribir un cuento basado en una historia mapuche de una mujer que se encierra en su casa y nunca más sale, porque “Mi escritura tomó un vuelco, cachai, yo estoy trabajando en la novela que es como un ciclo que cierra todo lo que es ‘Las biuty queens’, y el viaje de Monalisa. Pero venir para acá… No es me haya cambiado, sino que me está sumando otras cosas que las tenía inconscientemente”, explica.

El Chile que encontró

“Suena gracioso, pero es real: digamos que yo dejé Chile en el siglo pasado”, dice Iván Monalisa.

Lo comenta literal y metafóricamente. Pero empieza comentando las cosas que ha encontrado en este nuevo Chile y que no le han gustado.

“¿Sabes lo que no me gusta? Veo mucho abuso de poder… Todavía hay gente -independiente del estrato social o independiente del poder económico- que con un poquito de poder abusa del otro. Veo una cierta prepotencia, hay como una mala onda y se nota, se nota mucho”, afirma.

También le molesta el nivel de delincuencia. “Cuando yo era cabro chico, me acuerdo de que iba a misa -yo soy católico y very proud de serlo- y me devolvía caminando por una parte medio solitaria para llegar a mi casa. Me han dicho que eso ya no lo puedo hacer por la delincuencia… Pero también sé que esa delincuencia se debe a toda una sociedad que se ha basado en un sistema que ha creado una desigualdad increíble. En Nueva York también hay desigualdad, pero acá es extremo”, comenta Iván Monalisa.

Crédito: Maritza Zuniga

En su opinión, la delincuencia también se ve exacerbada por el hecho de que Chile tiene una herencia militar. “Chile como país es como una persona: sufre y hace golpes, muertes, violaciones a derechos humanos, todas esas cosas. Y esa energía, quieras o no, te afecta”, sostiene. Y porque los distintos gobiernos “han ayudado a generar un clima de violencia porque están asustados de perder todos sus privilegios”.

Pese a lo anterior, Iván Monalisa ha visto más aspectos positivos en Chile que negativos.

Le llama particularmente la atención las nuevas generaciones.

“El proceso de generación a generación tuvo un tremendo brinco. Yo no tengo hijos, pero veo a los hijos de algunos excompañeros del colegio y ¡es otra cosa! Es como que hubiera dado dos cambios, como que se hubiera brincado dos generaciones por la forma de ver las cosas. Son mucho más positivos, son más informados, hay cosas que no son tan relevantes y ellos no le dan la relevancia… Le dan más importancia a las cosas que realmente son importantes, eso me gusta, eso me encanta. Creo que las cosas que van a quedar en buenas manos y no se les puede hacer weones a esta generación porque están más informados”, sostiene.  

“Mi escritura tomó un vuelco, cachai, yo estoy trabajando en la novela que es como un ciclo que cierra todo lo que es ‘Las biuty queens’, y el viaje de Monalisa. Pero venir para acá… No es me haya cambiado, sino que me está sumando otras cosas que las tenía inconscientemente”, explica.

Hay algo, dice, que “está en la mente, está en aire”, una suerte de forma de ser y de ver la vida que hace con que el gobierno de Boric se conecte con las nuevas generaciones. “Hay un flow que se quiso cortar, pero ese flow es más poderoso que lo demoniaco, que lo malo, lo negativo. Con el estallido social, con el soporte estudiantil, hay algo, no sé definir exactamente qué, que está ya en el ADN de la cultura cívica de los chilenos y me hace sentir como bien orgulloso de ser chileno”, comenta.

También le gusta que el Chile de hoy sea un país donde viven distintas culturas. “Los inmigrantes me encantan, me encanta que haya gente de otras partes. ¡Cómo es bello tener gente de otras partes! Eso suma y enriquece la cultura. Estamos a la puerta de otras generaciones más ricas, interesantes, multiculturales, van a cambiar el lenguaje porque el lenguaje es una cuestión viva… Me parece maravilloso que lleguen inmigrantes, me encanta, me fascina”.  

Iván Monalisa aprueba

Aunque ya regresó a Estados Unidos, Iván Monalisa habilitó su situación electoral para votar en el consulado chileno.

Se ha informado a través de lecturas y programas de televisión sobre el plebiscito para aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución. Así se enteró de que, de ser aprobada, esta será la primera carta magna que reconoce el derecho de la naturaleza.

Hay un flow que se quiso cortar, pero ese flow es más poderoso que lo demoniaco, que lo malo, lo negativo. Con el estallido social, con el soporte estudiantil, hay algo, no sé definir exactamente qué, que está ya en el ADN de la cultura cívica de los chilenos y me hace sentir como bien orgulloso de ser chileno.

“El Estado protector de la naturaleza, que la naturaleza tanga derechos… Eso me pareció beyond (más allá de). Es algo único en el mundo. Eso, el reconocimiento de que somos un país multicultural -algo que somos mucho antes de que vinieran los migrantes-… Eso me encanta”, comenta.

En su opinión -aunque admite que no maneja tanta información al respecto- también la comunidad LGBTIQ+ tendrá más derechos, algo que, señala, ya se ha visto con las reuniones entre Irina Karamanos y personas trans y trans migrantes durante las últimas semanas. “Pero eso, creo que a la larga no importará tanto. Porque creo que nuestra sociedad se dirige a un futuro sin género, en el que dará lo mismo ser mujer, hombre, gay, trans, etc.”, sostiene.

Por cosas como esas, dice que votará en el plebiscito y define, desde ya, su opción: “Apruebo, apruebo con capital letters (letras mayúsculas), APRUEBO”, insiste.

Idas y vueltas

Antes mismo de partir, Iván Monalisa ya tiene claro que regresará a Chile en febrero. “En febrero vuelvo ya con ganas de quedarme más. Mucho más”, adelanta.

Su objetivo ahora es vivir un período del año en Nueva York y otro en Chile. Estando acá me doy cuenta de que tengo que dedicarme a mis viejos, mis papás ya están mayores, están súper bien gracias a Dios, pero tengo que devolverles la mano porque mis papás son proletarios, trabajaron toda su vida, gente trabajadora, pero a mí me dieron una educación de burgués. Tengo que retribuirles no solamente con cariño, sino que con todo lo que pueda, estando acá”, comenta.

Pero más allá de eso, Iván Monalisa siente que no tiene nada que traer a Chile. “Solamente mi esqueleto y mi humanidad”, puntualiza.

Crédito: Maritza Zuniga

“Yo estoy más interesado en ver las cosas que tenía Chile que no me daba cuenta y las cosas nuevas que me ofrece Chile. Yo no tengo nada que ofrecer, yo voy a venir a enriquecerme. Un amigo me hizo un comentario nada que ver, me dijo ‘ay, Iván, qué bueno que llevas tu arte vanguardista a esas tierras’. Weon, todo lo contrario, al final el que salió más enriquecido fui yo. Esa cosa como misionera, como si uno viene a traer algo, como a civilizar a la gente, no, nada que ver. Yo no tengo nada que traer, todo lo contrario, yo vengo aquí a aprender más todavía”, comenta.  

Su expectativa es llegar a un Chile con la propuesta de nueva Constitución aprobada. “Pero no voy a decir ‘me encantaría que para entonces haya ganado el Apruebo’, porque yo creo que el Apruebo va a ganar”, comenta.

“Apruebo, apruebo con capital letters (letras mayúsculas), APRUEBO”.

También espera, a su (nuevo) regreso, empezar a hacer más temas asociados al teatro, que sus papás y su hermana estén bien de salud y reinstalarse en el sur.

“En Chile voy a recuperar el perfomance de teatro. Allá es más complicado hacer teatro porque Nueva York es una ciudad súper cara, tienes que trabajar mucho para mantenerte, entonces es muy complicado a veces conseguir eso, porque en el teatro tú necesitas de más gente. Aquí puedo hacer teatro, puedo hacer literatura, puedo reencontrarme…”, dice.

-Veremos mucho de Iván Monalisa de aquí en adelante, entonces.

Iván Monalisa para rato, mi amor.

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