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8 de Septiembre de 2022

Tomasa del Real tras aparecer en ranking de revista Rolling Stone: “Recomiendo a toda la gente de Chile que le va bien ¡Por favor, váyanse!”

Gentileza de Tomasa

Asentada desde hace cuatro años en Estados Unidos, la artista iquiqueña repasó los inicios de su carrera, dejó más de un mensaje para la escena musical chilena y explicó cómo el neoperreo llegó a la revista Rolling Stone, que consideró su éxito “Barre con el Pelo”, dentro de las mejores 100 canciones de Reggaetón.

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Tiene 35 años y ha pasado los últimos cinco viviendo en el extranjero. Atrás quedó su infancia y adolescencia en Iquique, aunque extraña a su gente. Es el sacrificio, dice, que ha pagado para poder surgir. Casi de forma accidental se convirtió en la reina del “neoperreo”, gracias a una carrera en el exterior que le ha permitido sacar sus últimos dos álbumes: “Bellaca del año” y “TDR”, que se suman a su primera producción “Bien y Mal”, grabada en suelo nacional. Adelanta que tiene listo un nuevo proyecto musical para este 2022.

No es la primera vez que Valeria Cisternas -su nombre real- habla con The Clinic. Lo hizo por última vez en 2018. Desde entonces su carrera ha crecido: últimamente hizo noticia cuando la revista Rolling Stone eligió una de sus canciones en el puesto 98 de las 100 mejores canciones de reggaetón, donde destacan grandes exponentes del género como Daddy Yankee, Zion y Lennox, Ivy Queen, Bad Bunny, Arcángel, entre otros destacados. Eso sí, “Barre con el Pelo” ya había sido considerada por la revista: en 2019 fue elegida en el lugar número 13 de los 20 mejores hits latinos. Tomasa, denomina a su creación como “un himno”.

Actualmente, se dedica a tocar su música y a hacer eventos de neoperreo por distintas ciudades, principalmente por Norteamérica. Así es cómo se presenta antes de iniciar la entrevista:

“Para los que no me conocen, soy Tomasa del Real, vivo en Los Ángeles desde hace cuatro años, me vine por una disquera gringa y dejé Chile porque era súper estresante vivir y hacer una carrera como la mía en Chile”.

Tomasa desde Los Ángeles

¿Irte fue la mejor decisión que pudiste haber tomado?

–Sí, lo mejor. Me dio un lugar en el mundo. Si me hubiera quedado en Chile capaz que, no sé. Sería como Sergio Lagos ¿A quién le importa ese hueón?

-¿No hubieses podido surgir si te hubieras quedado acá?

–Capaz que sí, no sé ¿Qué haría? presentar el Festival de Olmué, esas cosas hacen en Chile ¿Cachái? Ese tipo de cosas que a mí personalmente no me interesan. ¿A dónde puedes ir después de Iquique? ¿A Santiago? hace frío. De hecho, me fui a México primero y estuve ahí menos de un año y me salió mi discográfica acá en Estados Unidos.

¿Cómo ves desde afuera la explosión del género musical chileno?

–Me encanta, soy fan del Jordan 23, me encanta toda la nueva escena de reggaetón de Chile. Yo soy fan de todos. Siempre con los eventos de Neoperreo ponemos canciones de amigos de Chile y los etiquetamos para que sepan que igual los escuchamos. Mi sueño igual sería que se fueran de Chile, recomiendo a toda la gente de Chile que le va bien: ¡Por favor, váyanse! En Chile te vas a dar tres vueltas de Arica a Punta Arenas y de ahí es repetir los mismos lugares, los mismos shows. Siento que lo que se hace en Chile es tan poderoso que podría funcionar súper bien en cualquier parte del mundo. El español ya no es una distancia.

¿Hay algún tipo de colaboración en especial que te gustaría poder hacer?

–Me encantaría hacer una con el Jordan 23, que es mi favorito. Me gusta el Ak4:20, el Marcianeke. En realidad, mi favorito es el Jordan 23, es que el flow que tiene es demasiado, se robó la película, el cine, toda la hueá.

¿Y con alguna de las mujeres te gustaría participar?

–He visto que han salido muchas niñas. Me gustaría hacer una canción con la Holi Rare, no he tenido tiempo de hacerlo, pero lo voy a hacer. Es una chica de La Serena que empezó a hacer reggaetón hace no tanto tiempo y le ha ido súper bien. También me gusta Akatumamy. La Lizz, obvio, tengo canciones con ella ya, es una representante del neoperreo en Chile, es increíble lo que hace como DJ y su música.

¿Te parece que actualmente ese estigma que existía de ser mujer y hacer reggaetón ya no existe? ¿Por lo menos dentro de la juventud?

–Sí po’, creo que las nuevas generaciones son más abiertas y no tienen atados, ya crecieron y como que ser discriminador es ultra feo. Antes, hacer la música que yo hacía me traía un montón de problemas y críticas. Siento que yo abrí esa puerta –y tuve que recibir todo ese odio, porque fui la primera– para que otras niñas hicieran lo mismo, sin tener que aguantarse ese bullying que me hicieron en Chile, porque en verdad no tiene otro nombre. De hecho, cuando pasó lo de Rolling Stone me postearon en muchos medios chilenos y había comentarios súper haters, se me había olvidado que la gente hablaba así. Me chocó igual un poco acordarme de cómo es el trato al artista que tienen en Chile. Así como: “el reggaetón no es música” o “¿Qué sabe Rolling Stone de música?, y era como: “What? ¿En serio piensan que en Rolling Stone no saben de música?”. No hay todavía ese sentimiento de orgullo porque es chileno, sino que cuando el proyecto -musical o lo que sea- sobrepasa al éxito, ahí recién el chileno admite que le gusta.

No sé si chaquetero, pero ¿El chileno se sube al carro de la victoria?

–Sí po’, si es ultra chaquetero. Chile es lo más chaquetero que hay, no lo puedo creer. Se suben al final con todas las ganas del mundo, a remar. Pero antes no: “empújate solo”. Normal igual, los que son más fuertes sobreviven y esos tienen los lugares que son un poco más altos. Por ejemplo, al Pablo Chill-E lo criticaron mil veces cuando empezó a cantar y ahora dónde está. Es un proceso que siento que el artista chileno tiene que vivir. Bueno -al menos yo- no quería vivirlo, así que me fui.

¿Qué se siente hacer noticia desde el extranjero? que te llamen de Chile y te digan: ¿podemos hablar contigo?

–Se siente bien y mal. Se siente bacán porque, obviamente, es el fruto de mi trabajo. O sea, yo sacrifiqué mi vida, todo por hacer esto, es la recompensa del sacrificio. Pero al mismo tiempo, me encantaría ir a tomarme una michelada con mis amigos, comerme un completo, pero no puedo porque acá no venden.

Gentileza de Tomasa

Nacida, criada y construida

-Sobre tus orígenes, tú eres de Iquique. ¿Hasta qué edad viviste ahí?

–Hasta los 18 o 19 por ahí, nacida y criada en Iquique. Fui tatuadora cinco años, me conocía mucha gente, siempre fui como popular en el colegio, tenía muchos amigos. Hacía fiestas en mi casa, luego cuando era más grande hacía eventos. Siempre estuve ligada al entretenimiento de alguna manera, pero no sabía que era lo mío al 100.

Lo hacías porque te gustaba, pero nunca te imaginaste que sería el camino al que te ibas a dedicar.

–Jamás hubiera pensado que yo podía cantar. Mis amigos se reían de mí, porque en verdad yo no soy cantante, soy una persona graciosa. Empecé a hacer canciones que eran muy graciosas, a mis amigos les gustó y empezaron a decirme: “hace otra”. Tenía amigos en la música en ese momento, como el Ceaese y Jamez Manuel, que tenía la Zonora Point, ellos me empujaron a hacer música: “oye, yo te grabo de verdad, no con el celular, sino que te grabo una canción con un micrófono”. Para mí era como “¡Oh! ¡Sí! ¡Wow! ¡Tatuajes! ¡Música!”. Pasándolo bien, sin ninguna expectativa.

“Yo ya era conocida por los tatuajes, pero lo de la música creció tanto que me empecé a hacer más conocida por eso, y las invitaciones después eran por eso, no por los tatuajes. Pasé de tener que pagar mis vuelos, organizarme, ir a otra ciudad a trabajar -porque ser tatuador es estar en un estudio de tatuajes todo el día, y trabajar todos los días- a que me pagaran por ir el fin de semana, a curarme raja con diez amigos, cantar mis canciones. Obviamente, era un mejor vivir que el que yo ya estaba viviendo -que igual era buena vida- pero esto era mucho mejor. Entonces dije: “¡Ya! a la mierda. Voy a cerrar el local”, y me fui a la mierda, me fui a México y ahí no paré más: “ahora soy cantante, no soy tatuadora” y me salió súper bien. El hecho de haberme venido acá me abrió puertas. Por ejemplo, yo toqué en Coachella antes de la pandemia, yo voto en los Grammys, soy juez en los Grammys. Estados Unidos me dio esa voz que igual es gigante. Jamás me hubiera imaginado algo así. Entonces, para resumir: nacida y criada en Iquique, pero en verdad construida acá en Estados Unidos. Me dio el lugar que tengo hoy día”.

¿Cuándo tuviste que votar en los Grammys? ¿Alguna categoría?

–Voto todos los años, todas las categorías. O sea, cuando sale: “mejor artista del año: Bad Bunny, Beyoncé, Doja Cat”, yo le pongo: “Kali Uchis”. He votado por la Cazzu, por el Pablo Chill-E, he tratado de apoyar a los que nadie apoya, sé que no van a ganar, pero es bueno que se vea que hay gente que los apoya. La última vez voté por Arca, es una chica trans de España que canta y hace producción, pero ella hizo música para Kanye West, es como gigante.

Comentaste que al principio las canciones eran medias chistosas ¿Cómo eran las letras?

–Eran cosas que me pasaban. De hecho, empecé a cantar porque yo le cantaba a mi gato. Tenía un gato que se llamaba Totó, un gato naranjo que lo tuve muchos años, lo amaba. Todo esto pasó cuando empezó la transición del Internet al Internet en tu mano -como en el IPhone- mi mamá me regaló una MacBook chiquitita que empecé a llevar al local de tatuajes para trabajar, y en los momentos libres me grababa en el photobook cantando, de aburrida, grababa con mi celular también.

“Empecé a jugar en el computador con los videos, pero les faltaba música, ahí grabé las canciones para ponérselas a los vídeos. Hice los primeros en mi computador y, de hecho, en YouTube están los vídeos que hacía en el local de tatuajes. Como que no fue planeado, pasó nomás. Tenía una canción -que me acordé hace poco que existía, pero no la grabé profesional- se llamaba “El Rodamiento”, era de un skater, decía: “primer lugar, patina-high, el rodamiento eres de mi corazón”, algo así, súper como gracioso. Luego, con el tiempo con mis amigos -que me obligaron a hacer música- ahí ya me puse más seria, empecé a hacer música de verdad, pero sin ningún conocimiento, De hecho, yo siempre pensé que cantaba mal, nunca imaginé yo ser cantante”.

Comentaste que con Ceaese eran amigos, tienen “Préndelo”, un tema del 2014.

–De hecho, el Ceaese fue el primero que me grabó en un micrófono.

¿Esa es como tu primera canción oficial?

–O sea, canción que se puede escuchar de principio al final, y es un audio, no es un video. Está en mi primer disco “Bien y Mal”. Conocí al Ceaese porque lo tatué, ahí nos hicimos amigos, me invitó a su casa a grabar e hicimos esa canción. Él me ayudó mucho en hacer la letra, porque yo ni sabía, o sea, yo inventaba por jugar. Él me ayudó, grabamos la canción y la sacamos. También grabé con Jamez Manuel, una canción que se llama “Perra Sátira”, hicimos un video y todo. Siempre la escena me recibió muy bien, igual porque eran mis amigos y yo los tatuaba. Mínimo que me trataran bien.

Camino a la Rolling Stone

Sobre “Barre con el pelo” ¿Cómo la escribiste?

–Barre con el pelo fue una canción que hicimos con DJ Blass. Yo hice el segundo disco con él, vino acá a Los Ángeles y trabajamos como una semana en varias canciones. Esa canción la hice en una mañana. De hecho, la letra viene porque vino la Lizz ese día y vino con un abrigo de pelo, como amarillo, rojo, no sé, como algo súper extra, y era como: “bitch, son las 10 de la mañana ¿Qué haces con un abrigo de pelos?”, mientras yo estaba haciendo la canción. Por eso digo: “tira lejos el abrigo de pelo”, como que sácate el abrigo de pelo ¿Qué estás haciendo? De ahí salió la idea, un poco la Lizz siempre metida a mis cosas.

También fue accidental, de cierta forma. Te han pasado muchas cosas sin querer buscarlo

–La vida me ha puesto en buenos lugares, no me puedo quejar.

¿Consideras que has tenido suerte en eso?

–Sí, en general en la vida he tenido suerte, no me han pasado grandes tragedias. Esa canción tiene cuatro años me parece, y tiene millones de views, no sé cuántos hoy día, pero va subiendo cada año, esa canción es muy conocida. Lo que me pasó a mí fue una bendición. En el momento en que empecé a hacer música no había tanta música disponible para los DJ para una playlist en las partys. Para tocar en las fiestas no había tanta música, ellos eran desde la gasolina, hasta, no sé, Karol G, ahí era todo. Y cuando yo salí, salieron muchos DJ de reggaetón que agarraron ciertas canciones y las volvieron himnos. Gracias a eso yo he podido viajar por todo el mundo, ir a Berlín y que la gente se sepa mis canciones gracias a los DJ que agarraron mi música y se la empezaron a meter a la gente. Sin eso, yo no sé si hubiera sido tan grande. Pero yo -como artista- estaba conectada en el mundo que hace eventos y fiestas, tuve ese plus. Yo voy a cualquier parte del mundo y seguramente el DJ me va a conocer, quizás no me va a conocer físicamente, pero sí mi música, porque como el neoperreo no sólo es reggaetón, también está mezclado con electrónica, es mucho más fácil de meter en cualquier DJ set. Ese es el límite que tienen los artistas de reggaetón: hoy en día sólo en los lugares de reggaetón esa música es bienvenida. Otro accidente que me dio beneficios.

No es la primera vez que Barre con el Pelo tiene un reconocimiento ¿Te sorprende que a la Rolling Stone le guste tanto esa canción? ¿A ti personalmente te gusta?

–A mí me gusta, para mí es un himno de una generación que ya crecimos, yo tengo 35 años, y esta energía viene de siete años atrás. Siento que Barre con el Pelo fue la primera canción de esa generación de músicos que saltó con un video de calidad Hollywood. Es Hollywood, o sea, lo grave literalmente ahí, no como tratando de encajar, sino que literal hay un camarógrafo de Hollywood, la modelo es de acá, etcétera. Fue el primer video que presentamos que era de esa calidad, por eso fue como un hecho icónico para las y los neoperritos. Esa canción en especial, me posicionó a mí. Porque yo puedo decir que yo soy la reina y no soy nadie, pero eso fue decir: “ok, si yo digo que soy la reina es por algo y miren, aquí está el video”. Esa canción me puso donde yo quería estar, así que hay harto cariño detrás de la canción.

Gentileza de Tomasa

¿Cómo fue que tú te empezaste a adentrar en el neoperreo, a escuchar este sonido?

–¿Cómo nació todo? Cuando empecé a hacer música, obviamente estaba inspirada en el reggaetón, y cuando empecé a hacer entrevistas en medios me empezaron a decir: “la chilena que hace reggaetón”. A mí ese tipo de títulos me parecía una apropiación cultural, porque no soy de Puerto Rico, no soy nada de dónde viene el reggaetón. Sí estoy cantando un ritmo inspirado en el reggaetón, pero estamos adjuntando mucho más, nos inspiramos en la electrónica, en el techno, en la bachata, en el trap, muchos elementos donde construimos este tipo de música. En una entrevista de Red Bull en Nueva York -hace años- conversamos de esto:

Digo—mira ¿Sabes qué? no me acomoda que me digan que soy la reina del reggaetón, porque no soy ni de Puerto Rico— suena mal.

Me dicen—¿Cómo podríamos nombrarlo? —

Le digo—No sé si esto es reggaetón, no creo que sea reggaetón, pero sí es perreo

Está hecho para perrear, todas las canciones, todos los ritmos. No son para mirar el DJ, bailar solo o para quedarse sentado mirando. Pero tampoco es música para que perreen los que ya perrearon, es música para las nuevas generaciones, me refiero a gente queer, gente de diferentes estatus sociales, no sólo ghettos, ricos, empleados, no empleados, heteros, gay, trans, I Don’t know, gente que le gusta otro tipo de música y jamás iría a una fiesta de reggaetón. En el momento en el que le pusimos a esta música “neo people”, dijimos: esto es neoperreo, perreo para esta nueva generación.

Había algo que se estaba dando simultáneamente en varias partes del mundo, pero pudiste darle un nombre y juntarlo.

–Ahí nació el nombre de neoperreo. No me di cuenta que había creado un nombre globalmente importante en ese momento, pero empecé a usar este hashtag en mi propia música para que digan: “Tomasa, la que canta neoperreo”. Cuando nació ese nombre, colegas alrededor del mundo se sintieron más cómodos diciendo que hacían neoperreo, en vez de decir que hacían reggaetón. Le abrimos la puerta a gente que no tenía la puerta abierta. Es un estilo de música, pero también es un lugar como fiesta, seguro, donde a nadie le importa cómo estás vestido, ni quién te gusta, si te gusta que te lo metan por la oreja, estamos ahí para perrear. No hay otro discurso de por medio. Eso hizo que la palabra llegara tan, tan, tan lejos. También fue algo que me pasó, no lo planeé, fui yo tratando de hacerme entender mejor sin ofender a nadie.

Tú estás residiendo en Los Ángeles, pero ¿Constantemente te vas moviendo a otros lugares de Estados Unidos o de México?

–Siempre estoy de gira. Creo que es la primera vez que estoy un mes entero acá en mi casa, tratando de descansar. El otro fin de semana me voy a Canadá, primera vez que toco allá, en Montreal. Ando viajando siempre en cada parte del mundo donde los DJ me conocen y me quieren invitar. Estoy tratando de tocar menos, porque llevo los últimos siete años sin parar, so I need a break, pero todo está bien. Ahora tengo un disco nuevo, pero no lo he podido sacar porque no me dejan.

¿Problemas con la productora?

–Lo que pasa es que cuando tú haces música te dan plata, pero quiero más plata. De lo que me ofrecen quiero más, no quiero tan poco, quiero más. Entonces me espero.

-¿Estás como negociando el contrato ahí, pero se debería venir un disco?

–Va a venir ya nueva música, si mucha gente me ha pedido nueva música, pero no he podido concretar porque money, money mod. Pero lo más importante sobre el álbum es que ya está listo, tiene como 12 canciones, tengo reggaetón, hyperpop, música más tranqui, obviamente neoperreo para bailar full, tengo una canción más emo, música en inglés -que es en lo que me estaba concentrando ahora- la misma música que hacía, pero en inglés, porque toda la gente entiende la energía, pero no las letras.

¿Cuáles son tus exponentes cuando chica? ¿Qué escuchabas? además de reggaetón, me imagino.

–Me gustaba Aqua, me gustaba Fulanito de Tal, me gustaba mucho Arcángel en esa época. Bueno, después cuando ya era más grande me gustaba Anuel. Ñengo Flow uno de mis favoritos. Pero no los usé a ellos de inspiración.

¿Hay algún referente musical como inspiración?

–No, obviamente es una influencia de toda la música que he escuchado de todos los lugares que he visitado. Pero mi música en verdad no fue como: “me gustaría ser como Björk”, en verdad no hubo ese plan, era yo pasándola bien y de ahí yo con más ayuda de mis amigos. No me inspiran otros artistas, pero sí me inspira cuando hago una canción que quiero que la gente la baile. A mí me interesa que la música esté en la discoteca, que esté en la fiesta gay, que mi canción esté en el cumpleaños del amigo que son todos raros, que la pongan en el cumpleaños del hueón metalero. Esa es mi inspiración, que lo que yo hago sea bienvenido en donde tiene que ser. Yo no estoy haciendo música para la masa, estoy haciendo música para un grupo reducido de gente que estamos siendo discriminados, por diferentes razones, porque soy alta, gorda, pobre, rica. Hay muchos tipos de discriminaciones en general, que son sociales, económicas, mentales. Hago música para la gente que está loca, que tiene depresión, que no tiene un lugar, que no tienen amigos, que no tienen dónde ir o querer ir a un lugar, o quiero escuchar algo que me meta en otro mundo, que no sea este mundo horrible del que todos queremos no existir.

-¿Cuándo te vemos por Chile nuevamente?

–Para mis fans y la gente que me ama siempre y que me viene a ver, voy a ir. No estoy segura si en septiembre 30 u octubre 15, por ahí. Tenemos una fiesta grande, ya les vamos a dar la info’ final, estamos viendo los detalles, tocaría en Santiago y no sé dónde más. De ahí me devuelvo, pero se vienen cositas. Espero pueda sacar música pronto, pero -al mismo tiempo que “Barre con el Pelo” ahora es un himno mundial- tienen que venir a verme para ver esa canción, es parte también ¿No?

Gentileza de Tomasa

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