Catalina Pérez, diputada RD, tres años después del Estallido Social: «El país no ha avanzado en cambios significativos que mejoren la forma en que vive nuestra gente»

El Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución de noviembre de 2015 fue la forma que encontró el mundo político de canalizar el descontento -o al menos intentarlo- que se mostraba en todo el país desde el 18 de octubre de 2019. Un importante hito del cuál participó la entonces presidenta de Revolución Democrática, y hoy diputada por la región de Antofagasta, Catalina Pérez.

Hija de exiliados y con pasado en el movimiento estudiantil desde la “Revolución Pingüina” de 2006, Catalina Pérez tuvo un rol fundamental en la articulación de este acuerdo transversal.

Casi tres años más tarde, y con un proceso constituyente que falló en primera instancia tras el triunfo del Rechazo, la parlamentaria evalúa los efectos que tuvo el Estallido Social en nuestro país.

¿Qué evaluación hace del país a tres años del Estallido Social? ¿Estamos peor o mejor?

-A tres años del estallido social y después de una pandemia el país no ha avanzado en cambios significativos que mejoren la forma en que vive nuestra gente. La torta sigue estando mal repartida y seguimos teniendo la misma camisa de fuerza que nos impide avanzar en los cambios: la Constitución de 1980. Los cambios y el alcance de certezas y estabilidad son más necesarias que nunca.

Tras el 18-O surgieron diversas demandas desde la ciudadanía y había un malestar generalizado. ¿Usted cree que se han satisfecho esas peticiones?

-El malestar por las injusticias y el abuso sigue presente. Si no damos respuesta a esas demandas y no somos capaces de conducir democráticamente ese malestar habremos fracasado como país. Queda muchísimo por avanzar, necesitamos poner fin a las barreras de la actual Constitución y responder a las urgencias sociales y económicas para que todas y todos puedan vivir bien, partiendo de un piso de dignidad.

A su juicio, ¿cómo se avanza en política hacia el futuro?

-Se avanza con responsabilidad, claridad y diálogo. Con la generación de acuerdos amplios y transversales poniendo en el centro a las personas. La incapacidad de la política de responder a las necesidades de las personas golpea la democracia, no a un gobierno u otro.

Todos los sectores políticos debemos encontrarnos en un punto, entender que no se trata de nosotras y nosotros, se trata de Chile, se trata del bienestar de nuestra gente que vive al tres y al cuatro, que recibe una pensión de hambre, que si se enferma tiene que hacer un bingo. Si la economía está hecha para satisfacer a las personas nuestro sistema fracasó, y tenemos que ser capaces de generar un nuevo modelo. Eso requiere mirada de país, de Estado. Nos necesitamos todos y todas.