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Opinión

18 de Noviembre de 2022

Columna de Danilo Núñez Izquierdo: Deserción escolar, más de cuatro millones de chilenos

Infocap

"Es imprescindible buscar estrategias que favorezcan la retención, como fomentar equipos psicosociales, apoyo psicológico y jurídico, además de una flexibilización y adecuación", comenta el autor.

Por Danilo Núñez Izquierdo*

Hace unos días se dio a conocer un estudio del Ministerio de Educación que daba cuenta de un aumento en el ausentismo escolar. Más de 50.000 estudiantes que debieran estar matriculados, no lo están. Un auge del 24% respecto al año previo a la pandemia.

No obstante, ¿qué sucede con aquellas personas que no son parte de las cifras? Hablamos de la Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA). Es decir, que la población adulta pueda comenzar, retomar, reconocer o certificar estudios de enseñanza básica y media, bajo el principio “educación para toda la vida”.

A pesar de la importancia de la EPJA, dado el alto número de personas adultas que no han terminado su escolaridad -4 millones aproximadamente- y el impacto para el país que trae consigo en el ámbito sociolaboral, ha sido olvidada por años en la política pública nacional. Incluso, los planes y bases de estudio de la modalidad regular no se han actualizado desde el año 2009.

En este sentido, la pandemia y el retorno a clases presenciales trajo a la palestra una situación que ha sido constante para la EPJA: el ausentismo que dificulta la adquisición de habilidades y la deserción que en promedio llega al 50%. 

En el colegio INFOCAP hemos visto que las causas son múltiples, sin embargo, una parte importante del estudiantado mantiene largas jornadas de trabajo y cambios de turno que dificultan el proceso. El no contar con “cuarto medio” dificulta la estabilidad laboral y precariza las condiciones de vida de estos jóvenes y adultos, optando por desertar de la escuela. 

Es imprescindible buscar estrategias que favorezcan la retención, como fomentar equipos psicosociales, apoyo psicológico y jurídico, además de una flexibilización y adecuación curricular que permitan iniciar, continuar y terminar, sin dejar de lado la educación socioemocional. Se deben tener incentivos como becas, proyección laboral, sumado a la necesidad de tener un financiamiento basal para la EPJA que actualmente solo tiene una subvención normal que depende de la asistencia.

Autor: Danilo Núñez Izquierdo, director ejecutivo Fundación Infocap.

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