Casi 90 premios, un spin-off de lujo y en la discusión de ser la mejor serie de la historia: la huella de «Breaking Bad» a 15 años de su estreno

El 20 de enero de 2013 Bryan Cranston se estrenó como el protagonista de una de las nuevas apuestas de AMC. Se trataba de “Breaking Bad“; una serie que, con los años, reconocimientos y el paso del tiempo, se acabó consolidando como una de las producciones más importantes de la historia.

Situada en Albuquerque, el trabajo audiovisual narra la historia de un profesor de química quien, tras ser diagnosticado con cáncer de pulmón, toma una drástica decisión sobre su vida. A raíz de las dificultades personales que enfrenta se alía con un exestudiante para crear metanfetamina, con el objetivo de mantener a su familia y asegurar su futuro económico.

A medida que la historia avanza su protagonista, Walter White, vive una lista de cambios que narra la transformación que puede vivir alguien producto de sus contextos. Así, logró consolidarse como uno de los personajes de la TV estadounidense más reconocidos del siglo XXI.

La crítica, atenta a este tipo de dramas, rápidamente enganchó con la idea. De este modo, ya en 2008, es decir, el mismo año de su estreno, se transformó en protagonista de los Premios Emmy con varias nominaciones.

Bryan Cranston y el éxito de “Breaking Bad”

Una de las claves del éxito de la serie, apuntan los expertos, se debió a su protagonista. Su nombre, sin embargo, fue discutido e incluso cuestionado antes del inicio de las grabaciones.

La selección de Bryan Cranston, reveló el guionista de la serie, se debió a la aparición del actor en “X-Files“. Fue en el capítulo “Drive” de la serie donde se pudo ver al entonces intérprete asociado a “Malcolm in the Middle” con un rol dramático.

Poco intuían los productores y elenco detrás el impacto que acabaría teniendo esta decisión. Y es que con el tiempo el actor acabó transformándose en un símbolo producto del éxito de la serie. Así, fue nominado cuatro años consecutivos a los Globos de Oro como Mejor actor de drama, siendo el vencedor de la edición que se conmemoró en 2014.

Una tendencia que ya se había consolidado al ganar los Emmys por el mismo rol en 2008, 2009, 2010, 2013 y 2014. Se trataba, sin embargo, de un condimento más dentro de la lista de reconocimientos que acabó arrastrando la serie.

El estreno de uno de los mejores spin-off de la historia: “Better Call Saul”

Varios años después del estreno de “Breaking Bad“, y poco después de su fin en septiembre de 2013, vio la luz otro producto asociado a la marca. Así, se estrenó “Better Call Saul“, otra de las apuestas que buscaban ampliar el mundo de Walter White y Jesse Pinkman.

Es allí donde conocemos la historia de Saul Goodman, abogado quien juega un rol protagónico dentro de la colección. Su impacto y gran recibimiento fue inmediato. Así, se transformó en una de las guindas que lograron ampliar el cariño que los fanáticos tenían por la producción original.

Y es que, de hecho, con el tiempo han surgido voces que han asegurado que el spin-off habría, desde su perspectiva, superado en calidad a su producto original.

Los reconocimientos a “Breaking Bad”

Que “Breaking Bad” haya sido reconocido por los fanáticos, sin embargo, no ha sido suficiente para remarcar por qué se encuentra en la discusión y en el debate de ser considerada la mejor serie de la historia. Y es que, además del grupo de seguidores que tiene, también logró consolidarse en reconocimientos.

De este modo, durante toda su historia logró 230 nominaciones en distintos premios, ganando 87 de ellos. Es decir, una marca inigualable para muchas otras producciones audiovisuales.

Así, varios de sus protagonistas lograron alzar sus carreras producto de su participación en ella. Tal fue el caso de Aaron Paul, quien logró ganar como Mejor actor de reparto en 2010 y 2012 o el propio Cranston. Sin embargo, uno de los premios más destacados que logró fue en 2014, al ganar como Mejor serie de drama en los Globos de Oro.