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La Ruta

23 de Marzo de 2023

La ruta del vermú: tres lugares recomendados para tomarlo y repetirse hasta que se acabe el calor

Solito, con soda o incluso tónica. Como sea, pero siempre con mucho hielo y su rodaja de cítrico. Más refrescante, sencillamente imposible. Aquí, tres lugares recomendados para beberlo.

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El boom de la coctelería, que ha prendido como pasto seco en todo el mundo desde la década pasada, trajo de vuelta, entre varios otros productos, al siempre interesante vermú. O vermouth, si prefieren.

¿Qué es esto? Nada más y nada menos que un vino fortificado con algún destilado más una mezcla de especias, que puede ir desde la piel de cítricos hasta hierbas, flores y, por supuesto, especias varias. Sus principales consumidores son España e Italia. Países donde nunca se ha dejado de beber totalmente y donde este revival no ha hecho más que sumar nuevas generaciones a sus consumidores.

¿Y qué pasa en Chile? La verdad es que nunca fuimos muy buenos para el vermú. Es decir, siempre en la casa de nuestros padres había una botella de vermú rojo o blanco (a la que le dábamos el bajo en momentos de emergencia y/o pobreza), pero más que nada para cuando los viejos se tomaban un pichuncho con los amigos. O en otras casas más sofisticadas, las menos, un Dry Martini.

Por lo mismo, sería incorrecto decir que el vermú está de vuelta en Chile. Lo que está pasando en realidad es que por primera vez está teniendo protagonismo en las barras de muchos lugares, aunque en algunos -me atrevería decir que aún la mayoría- se usa más para preparar cócteles -como el popular Negroni- que para ser disfrutado más puramente.

Aún así, el vermú ya está cerca nuestro. De hecho, hay varias etiquetas nacionales en el mercado y la importación de botellas también vive saludables días.

Así las cosas, vale la pena salir por ahí a tomarse un vermú. O dos. O varios. Una muy buena opción es visitar el Bar Liguria del barrio Lastarria (Merced 298, Santiago), que afortunadamente ya atiende en total normalidad y en una zona que parece estar dejando en el olvido días, semanas y meses de marchas, protestas y vandalismo que obligaba a bajar las persianas.

Aquí, lo que se recomienda es el vermú Myrrah Blanco, clásico español. ¿Cómo se recomienda beberlo? La casa invita a disfrutarlo con tres hielos y una cascarita de limón “para que aporte todos sus aceites esenciales”. Sin soda, tónica ni nada y por $4.800 en vaso corto. ¿El resultado? Pura frescura, con suaves notas cítricas y apenas un toque anisado. Ideal para refrescarse y al mismo tiempo limpiar el paladar antes de una buena comida.

Otra opción para ir en busca de un buen vermú es caminar por la cada vez más animada Avenida Manuel Montt hasta llegar casi a Bilbao para encontrarse con la Cantina Montt (Manuel Montt 1201, Providencia), un lugar que hace rato se ha hecho un nombre entre los que gustan beber y comer bien hasta pasada la medianoche.

Y aquí, entre una oferta que le da fuerte a los destilados y las cervezas, también hay espacio para un vermú de la casa que por $4.900 se puede beber solito o con soda o tónica. Este es en vermú hecho en casa, cargadito a las especias y casi picantito, por lo que lo recomiendo con soda y mucho hielo. Para este otoño que pinta tan caluroso incluso por las noches, está perfecto.

Hace rato que están pasando cosas en el sector de Franklin a la hora de comer, gracias a sus cada día más numerosos y diversos restaurantes que lo han transformado en un lugar obligado para almorzar los fines de semana. Afortunadamente, en el beber también están pasando cositas. A menor escala claro, pero igual se agradecen.

Un ejemplo de este fenómeno es la Vemutería del Pobre Vermut, que funciona al interior de la Factoría Franklin (Franklin 741, Santiago) cada fin de semana y que -de verdad- vale la pena visitar. Es que aquí podemos probar su Pobre Vermut en varias versiones. Puede ser -rosso o bianco- solito o con soda por $4.000 y también con Ginger Beer por $4.500 ¡Buenazo!

La verdad es que vale la pena desplazarse hasta Franklin para disfrutar de un buen vermú antes o después de comprar algo interesante en los comercios del sector. Una rutina impensada tan solo cinco años atrás.

Y un dato extra. Si lo de ustedes es disfrutar del vermú en casa, les paso un dato. El clásico Cinzano argentino Rosso no pasa de los cinco mil pesos en los supermercados y está bastante, pero bastante, bien.

¿Cómo recomiendo beberlo? En un vaso largo con tres buenos hielos, llenar con vermú las tres cuartas partes y luego agregar una rodaja de naranja y completar con soda. Si no tienen soda, el agua con gas más mala que encuentren, para así tener una burbuja potente. Y listo, un vermú fresco y bien amargo, para repetirse hasta que se acabe el calor del verano. ¿Cuándo diablos será eso?

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