La ruta del Gin tonic: tres recomendaciones para tomarlo en bares de Santiago

Hasta inicios de este siglo, el gin en Chile no dejaba de ser una rareza. Más que consumirse, lo que se hacía era comentar algunas de sus características. Para algunos, se trataba de un destilado que te podía dejar ciego debido a su mala calidad, mientras que para otros tenía fama de ser el preferido de gente de derecha y conservadora. De hecho, se comentaba que Hermógenes Pérez de Arce era un fanático del gin.

Y claro, había solo un par de marcas de este destilado, la mayoría más efectivas para diluir pintura que para beberlos. Sin embargo, hacia inicios de la década pasada algo cambió en Chile y el mundo cuando los productores de gin decidieron apostar fuerte por el marketing, sacar nuevas marcas al mercado y “darle onda” a su producto. 

La cosa funcionó, porque de la mano con el revival por la coctelería el gin subió como la espuma, tanto que nos aburrimos de leer notas internacionales que aseguraban que el gin ahora era el nuevo vodka. ¿Será tan así?

Hace poco más de quince años algunos snobs aseguraban que hoy todos estaríamos bebiendo gin. Afortunadamente eso no pasó, pero sí sucedió que el gin -en sus diversas preparaciones- se convirtió en una buena opción más para los consumidores, junto a todo lo demás que siempre se ha ofrecido en las barras.

Así estamos hoy en Santiago de Chile, donde cada día es más fácil conseguir gin y es más común gente bebiendo este destilado. Ni hablar de la cantidad de botellas de gin que se producen en territorio nacional actualmente, todo un récord.

Por todo lo anterior es que beber un gin tonic en la capital hace rato que dejó de ser una quimera o incluso un acto de snobismo porque, en rigor, se puede pedir en prácticamente cualquier lugar que tenga permiso para vender alcohol y que cuente con una variedad de destilados más o menos decente.

¿Dónde se toma el mejor gin tonic de Santiago? Difícil decretarlo de manera tajante, pero al menos es posible entregar algunas recomendaciones.

Para los que ya han vuelto al trabajo y circulan por el barrio El Golf, vale la pena terminar la jornada laboral en el bar Amandine (Enrique Foster 30, teléfono 228921250, Las Condes), el muy buen restaurante del hotel Hyatt Centric Las Condes. Se trata de un lugar tranquilo, a vista de la calle y -muy importante para algunos- con una pequeña terraza interior donde se puede fumar.

Además, y aquí va lo importante, en este bar es posible disfrutar de un gin tonic ($9.500) en base al exquisito gin argentino Príncipe de los Apóstoles, que lamentablemente es tan difícil de conseguir en Chile. ¿El agua tónica? La inglesa Thomas Henry. En resumen, una combinación más que ganadora de gin tonic, bien preparado y servido y en un lugar de categoría pero que está ahí, sobre la Línea Uno del Metro. ¿Algo más? Claro, si les da hambre pidan el Club Sandwich, tal vez el mejor de su tipo en Santiago.

Otra opción para disfrutar de un buen gintonic se da en un lugar totalmente diferente al interior. Me refiero al Bar El Retiro (Constitución 181, teléfono 413134632, Providencia) que hace unos meses abrió al final de la calle Constitución, apostando por el Barrio Bellavista mientras muchos otros lo dan por muerto o -al menos- complicado. En El Retiro el asunto es puro relajo y más aún si uno se ubica en alguna de las mesas de su terraza interior que de verdad hace olvidar que uno está en medio de Bellavista.

Lo más importante: en esta terraza hay su correspondiente barra desde donde salen unos muy buenos gin tonics. En este caso uno con el destilado inglés Bulldog ($6.900) y agua tónica -también inglesa Fentimans. De verdad, muy bueno, como para seguir en esta terraza hasta que el verano acabe.

Siguiendo con el verano y pensando en lo agradable que es caminar por las noches en calles tan tranquilas como Isabel la Católica, nada mejor que rematar después en el Bar La Providencia (Isabel La Católica 4208, 224710186, Las Condes), que está en el mismo sector y que si bien tiene cierta fama por su cocteleria de autor, la verdad es que a mí ahí me gusta pedir un simple gin tonic con el tradicional gin Bombay Sapphire ($6.000) y una tónica Fentimans.

Cabe recordar que años atrás, sobre todo en España, el Bombay era el mejorcito de los gin que se podía comprar en los bares. Claro, antes de la explosión de marcas que vino después. Pero volviendo a La Providencia, hay que reconocer que el lugar, sobre todo su terraza sobre la vereda, está muy bien y su gintonic aún mejor. Totalmente recomendable.

Y un bonus track para terminar. En Fraklin 741 (entre Santa Rosa y San Francisco) está Destilados Quintal, lugar donde se producen -entre otras cosas- los gin Los Andes #1 y Franklin #1. Pero a su vez, Destilados Quintal es parte de Factoría Franklin, una especie de co work bastante centrado en lo gastronómico, por lo que sus vecinos son emprendimientos como La Fiambreria, Vermut Luther, la Barra de Pickles y varias cosas más.

¿A qué viene todo esto? A que los fines de semana la cosa se pone entretenida y muchas veces visitando este lugar se puede a la pasada degustar un buen gin tonic. No queda más que estar atentos a sus redes sociales y sus actividades especiales o simplemente pasar a verlos cuando se den una vuelta por el barrio. Porque así están las cosas en Santiago, con gin tonics -literalmente- por todos lados de la ciudad.